Aritz López Garai, entrenador que comenzó la temporada en el CD Tenerife, concedió ayer una entrevista plagada de titulares y que le valió para sincerarse sobre su corta pero intensa etapa en el representativo.

En el programa Radio Club Deportivo de la SER, el técnico relató cómo vivió en primera persona el momento de su despido. Según dijo, fueron 35 minutos de espera aunque ya Víctor Moreno le había trasladado que la situación "estaba difícil" tras el empate con el Cádiz. Luego, les confirmó que la decisión del presidente era "irrevocable".

"Víctor nos dijo que tenía que subir a hablar con el consejo, pero ya se había filtrado en las redes sociales que seguramente iba a ser destituido. Fueron 35 minutos muy incómodos, esperando acontecimientos", indicó.

En la entrevista, López Garai lamentó las manifestaciones de uno de los accionistas de referencia de la institución -hace alusión a Amid Achi- y dice que son "cómicas, cuando no surrealistas, y que el club debió limitarlas o pararlas para no perjudicar a la imagen del Tenerife en el exterior, así como al propio vestuario y a los futbolistas".

Sobre la victoria en la visita al Sporting de Gijón, la calificó "como una gota en el desierto". "No se trata de ganar como sea", dijo, si bien añadió a continuación que sus manifestaciones son "con todo el respeto a Sesé Rivero, Quique Medina y Ricardo".

También vaticinó que el equipo se salvará, confirmó que existía la intención de fichar en invierno y que el equipo que se configuró en verano "era muy joven, con muchos jugadores inexpertos".

Sobre Mauro Dos Santos, comentó que la intención era que saliera, pero ninguna opción le satisfizo y se quedó como uno más en la plantilla. Durante la conversación, elogió el comportamiento de sus futbolistas y que estuviesen "a muerte" con él; también se refirió a las innumerables muestras de apoyo recibidas por parte de la afición.