Los antecedentes marcan el camino del Tenerife. Por si quedaban dudas. A falta de dos partidos (Alcorcón en casa y Deportivo fuera) para que termine la primera vuelta de la Liga de Segunda División, el equipo blanquiazul presenta números (18 puntos en 19 jornadas) que lo relacionan con la lucha por la permanencia y lo alejan de otras metas más estimulantes.

En el primer caso, puede valer el dato de que de los 36 clubes que ocuparon las cuatro últimas posiciones de la clasificación al final desde que se instauró el actual sistema de competición (suben dos directos, promocionan cuatro y bajan otros cuatro), es decir, desde la Liga 2010/2011 (la del descenso del Tenerife a Segunda B), justo la mitad completó el trayecto de los 19 primeros partidos con una puntuación superior a las 17 unidades. Hay cinco casos de equipos que calcaron la puntuación que ahora tiene la escuadra tinerfeña: UCAM en la 16/17, Racing y Sabadell en la 14/15, y Villarreal B y Huesca en la 11/12. Solo se salvó el Huesca, al sumar 51 puntos al final. El Villarreal B bajó sin merecerlo por la caída del primer equipo a Segunda División.

En cuanto a la carrera por el ascenso, tener 18 puntos a falta de dos jornadas para el cierre de la primera vuelta convierte esa misión en imposible. Es lo que indican los precedentes, ya que ningún equipo se ha situado al final de la Liga en las seis primeras posiciones habiendo sumado menos de 19 unidades en la jornada decimonovena. Tirando por lo bajo, hay algún ejemplo llamativo para hacer frente al pesimismo, como el del Girona de la temporada 15/16, ya que pasó de tener 22 puntos en un momento como el de ahora a disputar la promoción. El Zaragoza también lo logró en la 2017/2018 a pesar de no estar en el grupo de cabeza (23 puntos) en la mitad del calendario. Y el Tenerife de José Luis Martí, lanzado a estas alturas hacia la parte alta, terminó cuarto con 66 puntos tras llegar a la vigésima jornada con 26.

El campamento base espera.