De las derrotas se pueden sacar lecturas positivas y, en contadas ocasiones, premios. El Sanaya Libby's La Laguna cayó, por enésima vez ante el Logroño (1-3); no obstante, el revés que sufrió el Kiele Socuéllamos le da, matemáticamente, la clasificación para la Copa de la Reina 2020.

El Haris se puso el mono de trabajo desde el inicio, sin exceso de presión, pero sin dejar de atender a la responsabilidad de medirse al todopoderoso May Deco Logroño. Alicia Perrin portó como principal bandera de guerra la motivación por tener un particular duelo contra Fernanda Gritzbach. En una brillante puesta en escena no podía faltar uno de esos puntos -casi- imposibles; Nira salvó para el free de Schlegel y un posterior imponente bloqueo de Perrin (7-7).

En el ataque no se vio superada por el exceso de galones María Schlegel. Vicky Savard sacó a relucir su armamento. La receptora, cuando suelta la mano y propone alternativas diferentes a la potencia, es una jugadora diferencial en todo el frente de ataque. Como ejemplo, el 17-14 que vino dado por una finta a la olla magistral.

Pese al intento de rescate de Helia González, la lectura local superaba a la imaginativa visitante y la olímpica Sandell echó el candado al primer set con un espectacular zaguero (25-18).

Para desgracia local apareció la MVP de la Supercopa. Fernanda Gritzbach neutralizó la superioridad intermedia de un Haris comandado por Silvia Araco, que hasta colocó un gorro (12-11). La brasileña terminó decidiendo con tres puntos consecutivos (17-25).

Las blanquiazules llevaron la voz cantante durante buena parte del tercero. Llegados a los puntos definitivos, el Logroño, bien ordenado por Esther López, consiguió ser menos previsible y subir el alcance sobre la red; las laguneras toparon con un cuadro riojano mucho más reconocible y acabaron cediendo (19-25).

En el cuarto y definitivo set, la contienda llegó con seis iguales. A partir de ahí, Helia sacó la plomada desde el fondo y lideró un parcial de 0-8. La hemorragia aumentó y acabó con un 12-25 final.