Se fue hasta los 5.001 kilómetros, siguió de largo, pero sin olvidarse de cada una de las personas que le acompañaron durante un desafío que fue más allá de una semana. Después de varios meses de una preparación orquestada por Isaac Rojas (Health Space), Miguel Ángel Castro, encima de la Technogym, dedicó unas palabras de agradecimiento a muchos de los allí presentes; sobre todo a su familia, que lo "aguantó" durante esta "locura", reseño. Poco después, y tras recuperarse de la emoción que le provocó el hablar de sus seres queridos, tuvo tiempo para departir y reconocer que "no fue fácil", sobre todo en el "apartado mental", subrayó.

"La presión me la he metido yo; nadie me ha incitado a ir más rápido, ni tan siquiera a terminar. Fui yo el que tenía en mente conseguirlo e ir más rápido para finiquitarlo cuanto antes", reveló a EL DÍA. El proceso, sin llegar a ser tortuoso, "no fue fácil, Cada día que pasa es una barrera más a superar. Cuando no era una llaga, era el tendón de Aquiles, rodillas o el cuello; eso te estresa y hace que pienses en la posibilidad de que no puedas levantarte de la cama".

Fiel a su competitividad y espíritu deportivo, Miguel Ángel reconoció que, pese a haber sobrepasado la barrera de los 5.000, tenía "ganas" de subirse a la bicicleta y "seguir. No descarto llegar a los 6.000; todo dependerá del apoyo que me siga brindando la gente".

Por último, refrendó que no se volverá a enfrentar a un desafío de "tantos días", aunque dejó la puerta abierta a intentar un Guinness en caso de que le arrebaten alguno de los que ya posee . D.Hdez.