Y llegó el decimocuarto World Guinness Record para el spinner arafero Miguel Ángel Castro. En el mediodía de ayer (12:15), en el Club Náutico del Puertito de Güímar, el recordman superó los 5.000 kilómetros en una semana sobre una Group Cycle de Technogym. Casi con 24 horas de antelación, el contrastado deportista logró rebasar una cifra que hoy, a la conclusión del desafío (12:00), podría aproximarse a los 6.000 km.

Después de hacer 4.815 kilómetros en los seis días anteriores, repartidos en 1.000, los primeros dos días; y 700, los cuatro siguientes, Castro dejó casi 200 -185- para la mañana de ayer. El especialista sobre bicicletas estáticas apostó por un desarrollo en el que los primeros días elevaría la cadencia en pos de evitar sobresaltos en los últimos días de reto. Ya con 2.000 kilómetros en el bolsillo, bajó la distancia en 300 kilómetros diarios; cifra que le posibilitaría dosificar en los dos últimos días de competición.

La proximidad del récord hizo que dejara atrás las molestias que le amenazaron a mitad de semana. Inmerso en el desbloqueo de la tentativa que le lanzó la comitiva del World Guinness Record, empezó a acusar a inicios de la presente semana varios problemas físicos. Más allá de las molestias -esperadas- en las posaderas, Castro se vio lastrado por dolores cervicales, e incluso, un bloqueo en sus rodillas que le obligó hacer un pit-stop en sus servicios fisioterapéuticos y traumatológicos. El aviso hizo tambalear las cábalas, pero no a Miguel Ángel y a sus conocidos, personas que nunca dudaron de la capacidad de un hombre acostumbrado a fulminar registros.

Como en toda historia con final feliz, el nudo depararía más dificultades. El pasado jueves, cuando ya se aproximaba a los 4.500 apareció en él un proceso febril que hizo incómodas las pedaladas. Sin embargo, el botín acumulado y las numerosas personas que se aventuraron a acompañarle sobre otras monturas ubicadas en la misma sala, disiparon el desánimo. Cuando completó 4.815 kilómetros se bajó de la Group Cycle en busca de algo de descanso que aplacara los grados de más de temperatura corporal.

Miguel Ángel Castro marchó a su residencia del Puertito con la mentalidad y sueño de completar la distancia de la que tan solo le separaban 185 kilómetros. La proximidad con la meta hizo que le sirviera de acicate y cura a los males que había padecido hasta el momento. Estaba tan cerca que ya las piernas iban solas.

Con una media superior a los 85 km/h -acabó a 95 km/h- sobre la sofisticada montura con volante de inercia, y acompañado por cinco spinners más, entre ellos la directora insular de Deportes, Laura Castro, se hizo con la mayor proeza de su carrera deportiva. Los más de 50 entusiastas presentes en la sala oficial desgranaron la cuenta de los últimos diez kilómetros. Los decibelios subieron cuando Castro se metió en los últimos 1.000 metros. Entorno a las 12:15 superó los 5.000 kilómetros y siguió pedaleando, ahora con los brazos en alto y visiblemente emocionado con su gesta.

Pese a la consecución de su mayor meta deportiva, Miguel Ángel, por norma internacional de la prestigiosa marca World Guinness Record, tendrá que pedalear hasta las 12:00 de hoy, momento en el que se cumplirán siete días exactos desde sus primeras pedaladas. Entonces, el residente en Güímar y pupilo de Health Space ya ostentará un botín próximo a los 6.000 kilómetros, órdago que será difícil de superar para el resto de spinners de talla mundial.

Castro es de otro planeta pero Tenerife puede presumir de haberlo visto nacer.