No era fácil la labor de scouting para el cuerpo técnico blanquiazul; no obstante, lo bordaron. El Sanaya Libby's La Laguna dejó a cero (25-14, 25-17 y 25-15) al Partizani Tirana, que llegó muy mermado a la Isla sin sus jugadoras extranjeras. Las blanquiazules desplegaron su mejor juego del curso y noquearon en la recepción (74% a 48%) a un rival que vio como le fue negada la posibilidad de montar ataques. El próximo día 18 (17:00) en Albania, el Haris debe defender el precioso botín para hacerse con la clasificación para octavos de la CEV Cup, donde les espera un rival turco.

Sin confianzas y a desplegar el juego que las ha llevado a codearse con los mejores en Superliga. Así comenzó el Sanaya Libby's La Laguna. Intentando aprovecharse de las debilidades de un equipo huérfano de extranjeras y con carencias ostensibles en la creación, recepción y bloqueo. Las tiranesas empezaron percutiendo por zona tres; las blanquiazules detectaron la fuga y actuaron (7-4).

El Partizani Tirana empezó a dejar resquicios en su defensa por donde atacaron Sandell y Perrin. En el juego ofensivo los problemas eran más alarmantes en las visitantes, que se vieron superadas por una lectura de bloqueo excelente; Schlegel, Araco y Diouf taponaron todo y más. Ilir Thanasi, después de solicitar dos tiempos muertos, cortó la hemorragia, pero ya era tarde, Schlegel dictaría sentencia en zona cuatro -hizo tres puntos de los últimos seis-. Savard haría el resto con lo que fue su mejor puesta en escena de blanquiazul, sobre todo en defensa (25-14).

Ya en el segundo set, las leonas bajaron la guardia y Klonarda Nezaj, omnipresente en todo el frente de ataque, impulsó a las suyas hasta el 3-7 que supuso el primer tiempo muerto de Flavia Dias. El efecto fue el deseado y el Sanaya Libby's volvió por sus fueros, intentando preponderar con ataques en la zona de tres metros; ahí Schlegel, con una finta a la olla, y Santana, con un buen golpeo, llevaron a las suyas hasta el 9-8 -primera ventaja del segundo acto-. El técnico albanés lo paró.

En los siguientes puntos, y hasta el 11 iguales, la paridad se mantuvo. Ahí, las laguneras apretaron el acelerador y se despegaron en el marcador definitivamente. Los puntos directos de Schlegel y Santana, unidos a la irrupción de Patri Suárez con sendos gorros y cañones por tres -se fue a ocho puntos-, pusieron la puntilla ante la inoperancia de la recepción mal llevada por Eni Fagu; cuando la líbero no estaba, las suyas trabajaban mejor en el fondo.

Para acabar el segundo set, y como ya se dejó ver desde el primero, Flavia Dias volvió a jugar carta de canterana para llevarse la mano. En este caso, Selene Pérez entró para acabar recepcionando un balón que Araco, por enésima vez, tensó con maestría. Elena Santana ajusticiaría para el 25-17. Más de la mitad del trabajo ya estaba hecho.

En el tercer y definitivo set, las blanquiazules no dieron síntomas de laxitud. La debilidad del cuadro balcánico, en la defensa y en la recepción, donde tenían un agujero. Patri Suárez hizo gala de su inteligencia para desarbolar el bloqueo, ahora, con un paralelo sutil (5-2). Otra de las destacadas en esos compases, una vez más, fue Savard; la cañonera canadiense aportaba estabilidad desde el servicio y formó una asociación altamente productiva con Araco; prueba de ello, dos ataques consecutivos, uno por cada flanco, con los que rompió la defensa albana (12-8). Thanasi pidió tiempo muerto, sabía que la hemorragia podría ser insalvable.

Dias impidió que las suyas bajaran la guardia. El ejemplo más evidente, una acción en la que Sandell no se empleó a fondo para ir a por una bola que dejó viva Savard; la brasileña le tiró la bronca a su jugadora (19-4). De ahí a un 24-15 que rompió desde el fondo de la pista, con un directo, Vicky Savard. Punto, set y partido.