El buen momento de Emanuel Cate (27 puntos y nueve rebotes para 38 de valoración hace cinco días), la prodigiosa mano desde el perímetro de Jarrel Eddie (casi 52% de acierto en triples), el físico en el poste bajo de Kevin Tumba, o la energía que pone en cada acción Sadiel Rojas. Pero sobre todo, con Askia Booker. El UCAM Murcia se presenta el sábado en la Isla cargado de necesidades -después de tres derrotas seguidas, la últimas de ellas dolorosa en su visita al Manresa- y con un líder nato muy por encima del resto, al menos en la parcela ofensiva. En su tercer curso en la Liga ACB, el base californiano parece haber explotado sus excelsas capacidades de cara al aro. O al menos lo ha hecho su infinito descaro. Un atrevimiento que ya mostró cuando llegó al Real Betis a mitad del ejercicio 17/18 pese a no lograr salvar del descenso a los sevillanos, y que luego redobló el pasado curso, ya en el Murcia, siendo clave en algunos de los duelos que permitieron que su equipo escapara de la quema. Ahora, su relevancia ha crecido, más si cabe, de manera exponencial. Así lo confirma su impronta en el cuadro murciano, pero sobre todo su cadencia en el tiro, ya que el estadounidense promedia 18,7 lanzamientos de campo (9,5 tiros de dos y 9,2 triples) en los 29 minutos que disputa por duelo. Dicho de otra manera, 25,6 intentos en una proporción a 40 minutos.

O lo que es lo mismo, Booker mira al aro ajeno cada poco más de minuto y medio que está en cancha. Toda una salvajada si se tiene en cuenta que aproximadamente la mitad de ese tiempo el base debe emplearse en labores defensivas. Unos guarismos sin parangón en la competición en los últimos 26 años. Y es que para encontrar un registro superior -y solo por un suspiro- hay que retroceder hasta la campaña 93/94, cuando el brasileño Oscar Schmidt Becerra, como fichaje de relumbrón del Forum Valladolid lanzó 25,7 tiros cada partido completo.

La media que hasta fecha presenta Booker está basada en una enorme regularidad. Como máximo ha lanzado 22 veces (en la victoria contra el Valencia), y como mínimo 16, las que ejecutó en la visita con derrota al Burgos. Su mayor borrón hasta ahora, el 2/17 (con 1/11 en tiros de dos) contra el Real Madrid, y su mejor tarjeta, hace cuatro jornadas, cuando con un 11/20 (5/9 en triples) y 33 puntos lideró a los suyos en el triunfo en Andorra. Para el sábado, el Iberostar necesita que el angelino se acerque más a los números del primer ejemplo. La aplicación del pasado domingo sobre Nikola Mirotic, que firmó su valoración más pobre en lo que va de fase regular, debe ser el espejo en el que mirarse. Esta vez, la labor, en lugar de a Gielo, le debe corresponder a hombres como Sasu Salin, Gabriel Lundberg y Álex López.

Números sin ataduras, los de Booker, que mucho tienen que ver con la libertad que el jugador cuenta por parte de su técnico, Sito Alonso. "Lo que quiero es que Askia juegue como Askia", comentaba el preparador del cuadro pimentonero semanas atrás en una entrevista a La Opinión de Murcia. "Es polivalente y por eso quiero que tenga la libertad de que no verse obligado a subir la pelota, porque eso desgasta", añadía el madrileño, sabedor de que muchos focos están fijados siempre en el norteamericano. "Aunque tengamos otros dos bases a Booker le van a mirar igual", reconoce en este sentido.

Bula de su entrenador

Un Alonso que no esconde esa concesión de la bula más absoluta a Askia. "Habrá un día que se tire siete tiros seguidos y será la capacidad de entenderlo que tengamos nos hará peores o mejores; más o menos competitivos. Él es así, no lo puedes cambiar. Luego te puede dar 10 asistencias en un partido, pero cuando está caliente...", explica Sito en un discurso que descubre otra de las mejores cualidades de su jugador, la del pase. Y es que pese a su elevada cantidad de tiros realizados, Booker no renuncia a las características tipo de los hombres de su posición, y también destaca por la cantidad de asistencias que reparte. Ya dio siete contra el Betis, ocho ante el Burgos, y nueve frente al Valencia. Las continuas ayudas a las que es sometido en defensa le permiten explotar esta vía alternativa. En total, 4,3 por duelo, lo que le sitúan entre los 15 mejores de toda la competición. De que Askia no se sienta cómodo este sábado sobre la cancha del Santiago Martín dependerán, en buena medida, las posibilidades de que el Iberostar Tenerife sume su séptima victoria del curso 19/20 y, de paso, dé un paso hacia la Copa del rey de Málaga.