Ahora ve los toros desde la barrera, pero la experiencia convierte a Santiago Llorente en una voz autorizada para analizar la situación del CD Tenerife. Conoce bien a Rubén Baraja y cree que su fichaje es un "acierto", al tiempo que se sorprende por la trayectoria blanquiazul. Sus "sensaciones" respecto a la plantilla no eran tan malas, pero sí echa en falta "algo de punch". Él supo conseguirlo en 2008, con Alfaro ayudando a Nino, para generar casi medio centenar de goles que fueron decisivos en la última gran alegría que se llevó la ahora enfadada afición tinerfeña, a la que el vallisoletano conoce tan bien.

¿Qué opinión le merece el fichaje de Rubén Baraja por el CD Tenerife?

Lo conozco perfectamente. Es paisano mío, somos de Valladolid los dos. Sobre todo en su faceta de entrenador porque en los últimos años he estado trabajando con Manuel García Quilón, que es su representante. Cuando debutó en el Elche y en sus posteriores equipos le he seguido. Lo conozco, por tanto, perfectamente. Y tengo una excelente opinión de él.

¿Ha acertado entonces el Tenerife con él?

Creo que sí. Rubén es una persona muy equilibrada, tiene orden, método y pedagogía para manejar el grupo. En este momento, el equipo necesita justo eso.

Ya se encargó de enderezar el rumbo del Sporting a su llegada. Puede que deba repetir fórmula aquí en la Isla.

Sí, la verdad es que el inicio del Tenerife no ha sido bueno. Pero las sensaciones no son tan malas. Creo que hay jugadores y plantilla suficiente para revertir la situación y que el equipo se coloque en la mitad de la clasificación hacia arriba. Y los que están en esas posiciones pueden aspirar a todo al final, con el playoff y los seis primeros puestos.

¿Usted recetaría tranquilidad y un margen de confianza para ver al Tenerife en mejores posiciones?

Para empezar hay que dejar trabajar a Rubén. Creo que se le puede dar la vuelta a la situación, pero necesita el apoyo de todos, un periodo de carencia para cambiar la cara al equipo y que dé de sí todo lo que creemos que tiene esa plantilla.

¿Qué fútbol va a practicar el Tenerife de Baraja?

Rubén Baraja era un muy buen jugador de fútbol, un volante de creación, un cinco con muchos argumentos futbolísticos dentro de él. Puede que no fuera tan vistoso, pero tenía mucho panorama. Era muy claro con la pelota. Ahora, desde fuera, esas cualidades que tenía como futbolista las tiene que tratar de incorporar a sus jugadores. Creo que va a ser un equipo muy equilibrado, consistente, sólido. Eso le va a permitir crecer mucho porque eso ha sido uno de los talones de Aquiles de la temporada. Supongo que desde ahí querrá que el Tenerife crezca para que vaya teniendo más fútbol. Esa es la clave, ser sólido atrás y con llegada delante. Hasta ahora tampoco ha tenido mucho punch el equipo y también deberá lograr que eso mejore.

Otro de los apartados que interesa es el de director de grupo. Él ha vivido en entornos difíciles, como el de Valencia. ¿Debe servirle eso para manejar bien el vestuario y situaciones como la que se encontrará aquí en Tenerife?

Sí, porque es muy equilibrado. Seguro que no os va a dar muchos titulares en las ruedas de prensa, pero al grupo lo va a manejar bien. También con la prensa, el consejo de administración del club y los empleados porque es una persona inteligente.

Hablando de esto, a usted no le sorprenderán estos momentos volcánicos que vive el entorno blanquiazul últimamente.

Quizás últimamente se repiten demasiadas veces. Desde la última vez que estuvo a punto de ascender, en Getafe con José Luis Martí de entrenador, ha tenido muchas subidas y bajadas. Ha tenido situaciones de buen juego y buenos resultados, pero mezcladas con otras de peor juego y resultados. En el caso de esta temporada, que siempre que puedo veo sus partidos, no tengo tantas sensaciones. En las dos anteriores quizás sí. Creo que este año, con un perfecto empujón, puede ir perfectamente hacia arriba.

Usted ha sido arquitecto de grandes plantillas, algunas en el CD Tenerife. Si tuviera que poner su ojo clínico al servicio del club, ¿qué puestos reforzaría?

Pues lo que quiere cualquier equipo: un goleador. Con un delantero que te meta 25 goles está todo arreglado. En el último ascenso lo hicimos con Nino, que metió 29. Y al lado estaba Alfaro, con 20. Si tu delantera mete 49 goles, igual te da igual encajar un poco más. Creo que falta un poco de punch, aunque hay jugadores que no han dado lo mejor de sí mismos en el Tenerife y todavía lo pueden dar.

¿A quiénes se refiere?

Hombre, Malbasic y Naranjo. Tienen que dar más goles. Cuando Alfonso (Serrano) fichó a Naranjo pensé que estaba haciendo un gran fichaje. Luego, a Malbasic quizás le ha faltado la cuota de suerte para acertar las ocasiones que muchas veces él mismo se crea. Ojalá que llegue el momento en el que, con más confianza, puedan rendir más. El otro día no jugaron ninguno de los dos. ¿Por qué no confiar más en ellos?

Le pregunto por la figura de Miguel Concepción. ¿Cómo lo ve desde fuera?

Voy a ser muy claro. Tengo una relación con él de dos años y medio. En ese tiempo me dejó trabajar con total libertad. No tengo ni un argumento para criticarlo. Si se ha conducido de la misma manera en estos años, igual ha podido equivocarse en alguna elección de un entrenador o de algún director deportivo. Pero deja trabajar y da mucha libertad al director deportivo.