Rubén Baraja vivió ayer su primer día como entrenador del CD Tenerife. Viaje a primera hora, visita a las oficinas para firmar su contrato (hasta el 30 de junio de 2020 sin cláusulas por objetivos) y atender a los medios oficiales del club, visita a las instalaciones y entrenamiento a las 17:00 horas. Todo antes de su presentación oficial, en la que desgranó algunos de sus principios básicos: quiere un equipo sólido, más estable durante los partidos y con unos jugadores liberados de presión y con mucho trabajo a sus espaldas durante la semana. Todo resumido en una expresión: "la ambición de mejorar".

"Me siento con energía y hambre. Todo el mundo cuando llega a un sitio tiene un objetivo en la cabeza, pero por mi experiencia no voy a buscar un titular. Mi idea irá dirigida a la mejora del equipo. Por eso, mi primer mensaje será conciso: quiero a los jugadores liberados de presión para así conseguir su mejor versión. Y eso se logra en el día a día", añadió como declaración de intenciones.

El nuevo preparador blanquiazul es consciente de que llega "a un club histórico", algo que ha vivido "como jugador y también como entrenador". Sabe que está ante una "gran oportunidad" y que cuenta detrás con una "masa social brutal". Su decisión, por tanto, fue sencilla. "Antes de decidirnos a venir al Tenerife hicimos un análisis previo de las posibilidad de la plantilla. Hay muchos motivos. Evidentemente, estar al frente de un club tan importante es una gran motivación. Luego, cuando hemos hablado con Víctor (Moreno) y el presidente hemos notado ese feeling respecto a la idea y ambición que compartimos", explicó.

Para Baraja, su nueva plantilla tiene "unas virtudes y otros aspectos a mejorar". Su idea pasa por no perder los elementos positivos que ha observado. "Este equipo ha demostrado que tiene cosas muy buenas y que sabe jugar el fútbol teniendo el balón, algo que es muy importante para mí. Pero lógicamente hay que mejorar, especialmente a nivel defensivo". En este sentido, dejó claro que "en esta categoría tener esa solidez y ser un equipo difícil de batir es fundamental". Su intención es que el conjunto insular sea "un equipo muy continuo, buscando equilibrio y siendo consistente".

La implantación de su filosofía tendrá un ritmo constante, pero no rápido porque el calendario lo impide. "Todo tiene su tiempo. No es fácil, jugamos el viernes. Nosotros vamos a tratar de dar un mensaje claro y conciso con todo lo que queremos, pero tampoco tenemos mucho tiempo más", propuso pidiendo a sus nuevos jugadores "la voluntad de lo que vamos a exigirle y ayudarme a mí con ello".

Durante este orimer tramo de competición, el Tenerife ha tenido muchos tramos buenos durante los partidos. Pero le ha faltado esa continuidad que ahora reclamará el técnico vallisoletano. Esa idea sí se verá reflejada, al menos en las intenciones, desde el primer día porque "un equipo debe dar el máximo nivel durante el mayor tiempo posible". No se le escapa a Baraja que "ha habido momentos en que el equipo ha jugado bien y otros en los que los errores lo han penalizado. Para eso hay que ser insistentes en el mensaje, sobre todo uno de ánimo". Con esto último pretende recuperar la confianza en sus nuevos pupilos.

El resto lo hará el tiempo. Pero sobre todo el trabajo de un grupo al que le ve "compromiso" desde el primer día. "No hago magia para cambiar algo en dos segundos, pero sí quiero dar fuerzas para que todo pueda cambiar", prometió.

Cuatro entrenamientos antes del debut en La Rosaleda no permitirán una metamorfosis completa, pero sí observar esos primeros matices. "Esto va todo muy rápido y prácticamente el partido ya está ahí. Hay que tratar muchos aspectos y ellos tienen que creer que trabajando como equipo nuestras posibilidades serán mayores. Si conseguimos orden, equilibrio y fútbol en el día a día, subiendo la intensidad, nos dará resultados", comentó sobre sus primeras pautas.

El éxito pasará, por tanto, por conseguir "orden, equilibrio y fútbol en el día a día". Pretende lograrlo, entre otras cosas, "subiendo la intensidad". Sobre todo en la faceta defensivo. Baraja considera que eso "dará resultados" y les permitirá salir de una situación que "es la que es" en estos momentos. "Hay que dar un cambio y es algo que debemos dar nosotros. Hay que meter pasión en el día a día y luego eso se reflejará en los partidos", concretó. En los próximos días tomará el pulso también a la plantilla con distintas conversaciones que mantendrá con los capitanes. "Nos dará tiempo a poder hablar, tener charlas de lo que pasa por su cabeza", contó para agregar que cree "importante que ellos sientan que son capaces de cambiar la situación".

Aunque el primer encuentro será a domicilio, no rehuyó el nuevo entrenador del Tenerife la pregunta sobre el mal que arrastra su nueva escuadra en los partidos como local. "No es normal", lamentó reconociendo que es algo que le ha "sorprendido" y que deben "cambiar lo antes posible". Hizo alusión en este punto a la tradicional "fortaleza" del cuadro insular en el Heliodoro, algo que pretende recuperar porque "hacerte fuerte en casa hace ganar autoestima y te aporta continuidad". "Para ello", dijo, "tenemos un campo precioso y ese calor de la gente, que nos dará estabilidad en resultados".

Consciente solo a medias del ambiente que se ha vivido en la Isla en estas últimas semanas, Baraja pidió "que la afición sea nuestro motor, que nos ayude y que se identifique con nosotros" como la mejor manera para "acabar con la crispación". Prometió, en este sentido, que el equipo se "vaciará" con el objetivo de "remar entre todos y disfrutar cada domingo". Sin entrar en detalle, el pucelano se refirió a su experiencia como futbolista en situaciones parecidas: "Es un club histórico, muy seguido. Tiene una masa social brutal y eso lo acompaña".

En cuanto a posibles refuerzos en el mercado de invierno, aseguró que ha hablado "mucho de fútbol" con Víctor Moreno, pero no de ese tema en concreto. "Ya se valorará. En este momento, mi cabeza está centrada en tratar de llegar al grupo y mandar un mensaje claro para prepararlo lo mejor posible de cara al viernes". No descartó que los canteranos sigan contando porque le gusta "trabajar con gente joven".

Benítez ya le habló del Tenerife

Rafa Benítez, entrenador del tercer ascenso en su historia del CD Tenerife (temporada 00/01) marcó la carrera de Rubén Baraja, que supo del ambiente futbolero de la Isla por el preparador que le dirigió en el Valencia: "El CD Tenerife, y Tenerife, es un sitio especial. Rafa siempre nos hablaba de su etapa aquí. Ahora queremos estar a la altura de institución. Sabemos que la afición vive el fútbol en la Isla con mucha pasión; ojalá que nos ayude y que nos apoye".