El Tenerife será el quinto equipo entrenado por Rubén Baraja Vegas (11-7-1975, Valladolid), cuya carrera en los banquillos se modeló en el mismo club en el que puso fin a su carrera como jugador, el Valencia.

Campeón de Liga en dos ocasiones y también una vez de las Copas del Rey y de la UEFA y de la Supercopa europea, siempre vistiendo el uniforme de la entidad valenciana, el centrocampista internacional colgó las botas con 34 años de edad en el partido en el que el Tenerife (1-0) se despidió de la Primera División el 16 de mayo de 2010. Atrás dejaba 338 participaciones en encuentros de la máxima categoría, con el Valladolid (debutó en 1993), Atlético de Madrid y Valencia, 79 de Segunda con el filial rojiblanco, 46 de la división de bronce con la segunda plantilla del Valladolid, 43 con la selección española absoluta, con la que intervino en el Mundial de Corea y Japón de 2002 y la Eurocopa de Portugal de 2004... Su recorrido en el Valencia incluye 39 actuaciones en la Liga de Campeones, 34 en la Copa de la UEFA, una en la Intertoto...

En total, cerca de 630 partidos como profesional que dieron paso a una nueva etapa vinculado al fútbol, la de entrenador. Tras un primer acercamiento a esa función, siendo ayudante de Gregorio Manzano en el Atlético en la campaña 2011/12 -16 partidos hasta la llegada al club madrileño de Diego Simeone-, Baraja regresó al Valencia en 2013 para preparar al equipo juvenil, con el que se proclamó campeón. En esa misma temporada se hizo cargo del Mestalla en un solo encuentro, ante el Sant Andreu, sustituyendo a Nico Estévez, quien había subido de manera puntual al primer equipo para hacer de puente entre el despedido Miroslav Djukic y el fichado Juan Antonio Pizzi. Entretanto, Rubén retornó al juvenil mientras que Curro Torres se puso al frente del filial valencianista. La relación de Baraja con el Valencia se prolongó hasta el final del curso 14/15. La llamada del Elche,descendido de Primera por causas administrativas, le permitió estrenarse en la función de técnico dentro de una categoría profesional. Lo hizo el 23 de agosto de 2015 en una visita del conjunto ilicitano a El Toralín. El vallisoletano completó esa Liga dejando al Elche en la mitad de la clasificación. Entre los puntos sumados estuvo el que logró la escuadra franjiverde en el Heliodoro, un 1-1 ante el Tenerife de José Luis Martí (gol de Nano Mesa).

En junio de 2016 anunció que no aceptaba la oferta de renovación por no estar convencido al cien por cien de la fiabilidad del nuevo proyecto del Elche. Y no tardó mucho en encontrar otro destino profesional. El Rayo, de regreso a Segunda A después de cinco temporadas en Primera, apostó inicialmente por José Ramón Sandoval, pero cambió de míster en noviembre de 2016 por los malos resultados. Baraja fue el relevo elegido por los dirigentes de un club que volvió a mover el banquillo en febrero de 2017, esta vez para decantarse por Míchel.

De nuevo sin equipo, Rubén se mantuvo a la espera de unas ofertas (convincentes) que no le llegaron durante la pretemporada de 2017, pero sí en diciembre de ese mismo año. El Sporting -también procedente de Primera División- había despedido a Paco Herrera y llamó a Baraja, que abrió su camino en la entidad gijonesa con un triunfo ante el Tenerife de Martí por 3-0 en El Molinón. Siendo décimo antes de ese partido, con una desventaja de cinco puntos con el sexto clasificado, el Sporting acabó la Liga en la cuarta plaza, por lo que disputó una promoción de ascenso en la que fue eliminado por el Valladolid en la primera ronda.

Baraja se ganó el derecho a continuar, con el objetivo de superar el alto listón que había dejado, pero el equipo asturiano no comenzó la Liga 18/19 con números de aspirante a subir: tres triunfos en los primeros catorce partidos. Esa racha, coronada con una derrota en el derbi con el Oviedo en el Carlos Tartiere y unida al alto nivel de exigencia que había asumido, terminaron por provocar su destitución. José Alberto López subió del filial para ocupar el cargo vacante.

En paro desde el 17 de noviembre de 2018, Rubén Baraja se convierte ahora en el técnico del Tenerife, equipo en el que tratará de imponer un estilo que tiene el sello de entrenadores como Rafael Benítez o Héctor Cúper, muy influyentes en su carrera como jugador. "Tuve la suerte de tener grandes entrenadores. Todos te van dejando un poso y te marcan: unos para bien, otros pasan más desapercibidos, otros no coincides con su forma de pensar y demás... Por supuesto, Rafa Benítez es un referente para mí porque sacó mucho rendimiento al equipo. Cúper también fue un grandísimo entrenador. Los he tenido de gran nivel. Quique (Sánchez Flores) hizo que el Valencia recuperase su autoestima con dos años de Champions. Competimos bien. De las características de Emery también aprendes cosas. En el Atlético también los tuve buenos", comentó en Superdeporte dibujando entonces un perfil que ahora trae a Tenerife.