Temporada de contrastes y de registros pocos habituales. En el Rodríguez López, el Tenerife está batiendo récords negativos, con solo una victoria y un balance de 7 puntos de 24 posibles. En cambio, como visitante está a la altura de sus mejores temporadas. Gracias al triunfo del pasado viernes en El Molinón, en su noveno encuentro a domicilio, el equipo blanquiazul llegó a las once unidades lejos de casa. Ahora está a solo una del total que consiguió en todas sus salidas a lo largo de la campaña pasada, sin contar la victoria de regalo que le correspondió por el enfrentamiento suspendido en Reus.

A estas alturas del calendario, el Tenerife 2019/20 es el mejor visitante desde el curso de su último ascenso, el que conquistó para regresar a Segunda A en 2013. A las órdenes de Álvaro Cervera, la escuadra insular había acumulado 13 puntos en el mismo número de partidos fuera del Heliodoro.

El resto de referencias superiores a la puntuación del presente ejercicio coincide con más años de éxito. Desde que los triunfos se premian con tres puntos, es decir, a partir de la Liga 1995/96, el Tenerife superó siete veces las diez unidades en sus nueve primeras visitas, incluyendo la temporada vigente. Además de lograrlo en la campaña del salto de categoría con Cervera, lo hizo en sus dos anteriores ascensos, ambos a Primera, con José Luis Oltra (13 puntos en la 08/09) y Rafael Benítez (17 en la 00/01) como entrenadores.

Pero también estuvo por encima de su media en los ejercicios 95/96 (15 puntos) y 96/97 (12), ambos con Heynckes al frente de la plantilla. En el primero consiguió clasificarse para la Copa de la UEFA por segunda vez en su historia.

Ahora, el problema está en casa.