Sesé Rivero afronta una oportunidad que anhela cualquier entrenador titulado. Sentarse en el banquillo del CD Tenerife es una ilusión para cualquiera, pero en su caso es también una enorme responsabilidad. Abandona -solo parcialmente- su despacho de filiales para dirigir al primer equipo en El Molinón y en una coyuntura nada agradable. "Lo afronto con la máxima ilusión. Toca disfrutar de este tipo de momentos, teniendo pensamientos positivos para seguir creciendo como personal y profesional", contaba ayer con buen ánimo.

Era su primera rueda de prensa al frente del equipo, pero las tablas se notaron a la hora de defender temas como su elección. Ni Víctor Moreno ni el presidente, "el club" fue el que le comunicó la decisión, dijo para evitar una respuesta que pudiera generar controversia en el ya enrarecido ambiente que rodea al conjunto insular en estos días. "Me he curtido en muchas divisiones, reciclándome constantemente para crecer en mi faceta. Uno siempre está preparado para lo que venga, ya que representamos a un club que es un orgullo. Para mí, es una oportunidad enorme porque siento estos colores", agregó.

Le acompañan en esta aventura, de momento temporal, otros dos hombres de la casa: Quique Medina y Ricardo. "He podido formar el cuerpo técnico que creía más oportuno, sin trabas. El club me ha dado todas las facilidades", ha contado antes de explicar que eligió "pensando en lo mejor para el equipo" y agradeciendo "ese voto de confianza" no sin reconocer que "dentro de la entidad hay muchas personas enormemente capacitadas".

Si se decantó por Medina como segundo fue porque "tiene una enorme trayectoria en el mundo del fútbol, habiendo sido todo en este club". En cuanto a Ricardo, destacó que "ha estado desarrollando su labor en la secretaría técnica durante muchos años" y conoce los entresijos del equipo y de la categoría. Ambos son "personas que saben de fútbol, pero también de gestionar este tipo de situaciones". Ambos le dieron el sí sin condiciones porque han aceptado que están "en un club profesional, con historia y que nadie puede bajar el nivel. Es más, todos aquellos que pertenecemos a él debemos estar expectantes, a disposición de la entidad".

En estos días, Rivero no ha querido llevar a cabo una revolución en el juego del equipo. Su prioridad es el colectivo. "Quiero que seamos un equipo, donde todos defiendan y ataquen, trabajando cada jugada", expresó sin restar un ápice de valor a la labor realizada por su antecesor en el cargo, puesto que "se han hecho muchas cosas positivamente por las que tenemos que estar satisfechos". No obstante, sí consideró que "toca mejorar en algunas fases".

Si hay un elemento que ha caracterizado el juego del Tenerife en estas 16 jornadas es su interés por llevar la iniciativa del juego a través de la posesión. "Hemos sido un bloque protagonista con balón, siendo parte activa mediante la posesión. Pero también buscaremos seguridad defensiva en la salida, sumando más efectivos cerca de la portería contraria", afirmó para describir sus intenciones, siempre dejando claro que "es un trabajo que nos concierne a todos".

En cuanto al estado en el que se ha encontrado a los jugadores, el entrenador blanquiazul ha deslizado que "cada técnico defiende su idea", pero que "el equipo que tiene bastantes cosas positivas". De esa forma, reiteró que no era necesario hacer una metamorfosis completa del juego: "Hemos compartido algunos detalles que pueden venirnos bien en este camino de conversión. Pero deben ser visualizados por los futbolistas. Si no, será difícil".

Su contacto con López Garai era frecuente

Rivero aseguró estar viviendo "un momento duro porque no es agradable cuando cesan a un gran entrenador y mejor persona". En este aspecto, desveló que su comunicación con el anterior entrenador del primer equipo blanquiazul era bueno. "Nos comunicábamos bastante a menudo", contó agregando que ese detalle era algo "a agradecer" y que se lo hizo saber "personalmente a Aritz (López Garai)".

Ha hablado con Moreno, que no va a El Mundialito

Víctor Moreno, todavía director deportivo del CD Tenerife, no acude a El Mundialito desde la destitución de Aritz López Garai. De ahí que se le preguntara ayer a Sesé Rivero si ha mantenido algún contacto con él. "Sí, hemos hablado. Siempre me he caracterizado por mi cercanía, ya que me considero una persona conciliadora. Me gustaría mantener esa buena relación", comentó para citar a Alfonso Serrano como ejemplo. "Incluso he hablado recientemente con él, debido a que no están pasando un buen momento en el Córdoba CF. No conozco la malicia de las personas".

No se plantea continuar más allá de este viernes

La posibilidad de que el resultado de El Molinón sea positivo podría conllevar que alguien en el CD Tenerife se planteara la continuidad de Rivero al frente del primer equipo, pero el protagonista no lo tiene en mente. "Solo pienso en el próximo entrenamiento y en el partido. Toca seguir trabajando en lo que el club nos encomiende", matizó sin llevarse por esa opción de sentarse en el banquillo también el sábado 30 de noviembre ante el Almería en el Heliodoro Rodríguez López.

Centrado en contrarrestar el juego del Sporting

Sobre el rival de mañana quiso destacar que se trata de "un club grande" con todo lo que ello conlleva. En cuanto a las características del juego asturiano, aseguró que practican "un buen fútbol, buscando el desequilibro cuando llega al ataque", por lo que pidió "estar concentrados para, cuando bajen, ser rápidos incidiendo en sus flaquezas. Buscaremos ponérselo difícil. Cada encuentro es un mundo, pero ojalá nos sonría una suerte que toca buscarla".