Sin prisa pero sin pausa; el momento llegará. La máxima del distinguido boxeador Mike Tyson se ha preparado el púgil tinerfeño de más raza: Adasat El 'Toro' Rojas (18-8-2, 11 K.O.). En horario nocturno (20:00 horas), está previsto que salte el habitual del Honey Boxing al cuadrilátero instalado en el Berlín Arena para afrontar lo que será su cuarto intento de hacerse con el título de la Unión Europea de peso medio (-72,5 kilos). En la esquina opuesta se encontrará con el germano Bjoern Schicke, un fajador que no conoce la derrota en sus 15 combates.

Un especialista del boxeo por dentro, fugaz con sus ráfagas y balanceo de cabeza, todo ello sin perder la excelencia y estética en cada uno de sus movimientos sobre el ring. Así podría definirse al Toro Rojas, un soldado con buenos superiores, que busca seguir guerreando tras perder sendas batallas a nivel continental. En dos días llegará su momento, para el cual llega "mejor preparado que nunca", después de un largo stage en Madrid.

"He optado por salir de Tenerife buscando una mayor concentración y alejarme de la zona de confort. Hemos entrenado muy, muy duro; veremos los resultados ahora. Esperamos ganar, es lo único", comienza exponiendo a EL DÍA.

Según revela el propio Adasat, en su preparación para esta cita ha logrado "complementar" el trabajo físico con el psicológico. "He estado entrenando doce semanas y me he sentido muy bien. A falta de poco -un día- para el pesaje, estoy en el peso; eso quiere decir que hemos hecho las cosas de una manera correcta", apostilla el campeón del WBC Mediterráneo de peso supermedio.

En su mochila, tres reveses que no lo han deteriorado y, por el contrario, le han dado un aprendizaje capital para afrontar una nueva tentativa del Campeonato de la Unión Europea. Después de ceder ante Erik Skoglund (2014) y Mehdi Amar (2015), en dos contiendas pactadas en peso semipesado -menos de 79,378 kilos-, tampoco pudo el pasado año con Jack Culcay. El ecuatoriano-alemán se reencontrará con Adasat en el Berlín Arena, aunque debajo del ring, ya que tomará parte en el evento ante Jama Saidi.

"Ya peleé ahí ante Jack Culcay; no obstante, en aquella ocasión fui con menos preparación y, además, ese oponente tenía más entidad. He de decir que tampoco me confío ante Bjoern Schicke debido a que pelea en su casa y llega invicto. Voy a ir a por todas sin creerme mejor que el adversario", comenta el pupilo de Badal.

En lo que respecta a la visualización previa del cara a cara, Adasat tiene claro que saldrá a boxear "sin pensar en el K.O.", cosa que le llevaría a "ir ganando round por round", aduce. "Culcay ya le habrá dicho cuáles son mis puntos fuertes; tendré que ir a bajarle el ritmo a base de golpes", advierte.

Adasat Rodríguez, boxeador patrocinado por el Mesón Castellano, Grupo El Cine y Exmaran, ya piensa en abrocharse el cinturón que más se le ha resistido.

Detrás de un doble campeón de España, titular del WBC Mediterráneo y aspirante a un Campeonato de la Unión Europea de boxeo, debe haber unos mentores a la altura. En el caso de Adasat Toro Rojas no iba a ser diferente. En su preparación de doce semanas en la capital de España ha estado acompañado por Marcos Badal, como entrenador principal, así como por Luciano Cuello, como promotor.

Con una sapiencia única que sabe maridar con su especial carisma, Marcos Badal es actualmente uno de los entrenadores más prestigiosos en el ámbito nacional. El de la AEBOX (Asociación Española de Boxeo), tiene como apotegma de profesión que cada boxeador le ha dado "una cosa buena y alguna mala". A Adasat, según reconoce el propio púgil, lo ha inundado de "motivación. Me ha hecho sentirme boxeador", subraya el púgil que, por otra parte, no deja de reconocer lo "dura" que ha resultado el preparatorio.

En lo que respecta al promotor y manager Luciano Cuello, reputado exboxeador argentino (35-4, 17 K.O.), desde su retirada en 2015, se desarrolló en una nueva faceta dentro del mundo de los deportes de contacto: la promoción y gestión. Su experiencia, el mejor paraguas para el Toro.

Cuello y Badal, instructores de lujo para Rojas