Formado en el CB Guancha de su oriunda localidad, y dado a conocer en el basket regional en el Hércules júnior, Ayoze Alonso empezó, en el curso 09/10, su periplo en Liga EBA. Primero el San Isidro, luego su marcha a la capital con el Santa Cruz y más tarde como nauta. Poco a poco al base tinerfeño se le fue quedando pequeña la categoría. Por su clarividencia y descaro en el juego; y por sus números, con casi 15 puntos de media en sus dos últimos cursos. Circunstancias personales, el no haber en la Isla un equipo intermedio con la élite, y su edad, que le dejaba fuera de la condición de vinculado -pese a entrenarse varias veces con el CB Canarias-, retrasaron su evolución. Ayo estaba llamado a conformarse con ser cabeza de ratón.

Pero a los 27 años, el verano pasado, Alonso decidió dar el salto. No de categoría, sino convencido por "el proyecto ambicioso" que le puso sobre la mesa el UBU Tizona, y que a la vez le "permitía seguir estudiando". Parecía demasiado tarde, pero no. Con los burgaleses, Ayoze logró el ascenso a LEB Plata, categoría en la que se ha estrenado casi de manera inmejorable. Su equipo ha ganado siete de los diez primeros choques y él promedia 15,4 puntos, 2,7 rebotes y 2,3 asistencias para 16,5 de valoración. "Bueno, es que mis compañeros son muy peligrosos en el juego exterior [entre ellos el excanarista Ruiz de Galarreta] y se generan muchos espacios que me benefician", argumenta con humildad el norteño, que lejos de reducir su aportación a sus penetraciones, se ha convertido en uno de los mejores triplistas de la categoría: 16/29 y 55,2% de acierto.

Ahora, a sus 28, Ayoze toca con fuerza a la puerta de la tercera categoría del basket nacional, donde el viernes dejó una espectacular tarjeta de presentación en la visita al Plantío del líder Iraurgi (8-1). Alonso lideró a los castellano-leoneses (91-78) con 28 puntos (9/12 en tiros de dos), dos rebotes, seis asistencias y tres robos para 35 créditos de valoración, la mejor nota de la LEB Plata. A ello añade el de La Guancha un +27 en el +/-, síntoma inequívoco a su impronta en el duelo. "Es el fruto al trabajo diario", comenta el base. Ya sin lastre, y pese a su tardío despertar, ¿cuál será su techo?

El 60 como dorsal en honor a su madre, Yaya

Llama la atención el dorsal 60 con el que juega Ayoze Alonso desde su llegada al Tizona. Número poco habitual pero con un argumento cargado de sentimiento. "El verano que me voy de la Isla mi madre fallece por un cáncer, y como estaba a punto de cumplir los 60 años, decidí usar ese número", explica el base, cuya presencia en el basket, admite, se debe al empeño de su progenitora. "Desde pequeño me quiso involucrar en el deporte, no se perdía ninguno de mis partidos, por lo que este es un pequeño homenaje que quise hacerle cuando ya no la tuve en la grada", explica el tinerfeño sobre Yaya Ruiz, "la aficionada número uno del Guancha y una persona que vivía por y para el baloncesto", tal y como señala Darío Hernández, principal responsable en la actualidad del club guanchero.