Docente y discente a partes iguales. La polifacética Ana Begoña González Francisco, oriunda de San Andrés y Sauces (La Palma), se adjudicó el pasado sábado su primer título de 42 kilómetros en la VI Maratón Internacional Santa Cruz de Tenerife Naviera Armas, prueba homologada por la Real Federación Española de Atletismo (RFEA). Su 3.06:05 le valió también para ser el décimo mejor tiempo de la general y el segundo crono más bajo de la historia de dicha cita. La saucera combina la práctica de múltiples deportes con su profesión, la docencia.

La integrante del CD Vallivana de Candelaria es una de esas deportistas con condiciones innatas. Baloncesto, ciclismo, natación, atletismo -asfalto y montaña- y carreras de obstáculos son algunas disciplinas en las que ha competido Ana Begoña. No obstante, no descarta atreverse con "otro deporte". Más allá de participar, ha ganado más de medio centenar de pruebas y formó parte del combinado regional que participó en el Nacional de campo a través; cita en la que quedó tercera de su categoría.

Begoña lo ha tenido fácil en su familia. Los González Francisco son reconocidos en diferentes modalidades y especialidades. El físico va en los genes de los siete hermanos. "En casa, todos somos deportistas. Tenemos esa cualidad física por naturaleza. Hemos normalizado la práctica del deporte; somos felices así y forma parte de nuestro día a día", aduce.

Los alumnos y equipo educativo del IES Eusebio Barreto Lorenzo, centro ubicado en Los Llanos de Aridane, recibieron a Ana Begoña ayer con numerosas muestras de cariño y conversaciones que consolidan la figura de una referente. Su profesora/compañera se había impuesto en una de las mejores maratones del territorio nacional. Además, hizo algo que tan solo dos féminas más, Sheila Chebet y Aynalem Woldewariyat, han conseguido en la presente temporada RFEA: entrar en el top 10 de la general absoluta de un maratón.

"Mis alumnos me recibieron muy bien; estaban orgullosos de su profesora. También mis compañeros. Si ellos están contentos, yo más; una alegría compartida es doble alegría", revela Begoña acerca de su llegada al centro educativo donde tiene su plaza.

La mentora asegura que su profesión "se complementa bastante bien" con el deporte. "La docencia es un trabajo psicológico importante y, después, en mi tiempo libre, tengo el esfuerzo físico. El deporte me sirve para despejarme, liberar estrés y me relaja. Cuando salgo de trabajar, aunque llegue cansada a casa, busco la manera de salir un ratito a entrenar. Fines de semana, puentes y festivos aprovecho para hacer largas distancias", asevera.

En una vida plagada de metas, Ana Begoña espera cumplir la de "ganar alguna distancia de la Transvulcania", y es que ella es hija de volcanes y manantiales; de un pueblo que tiene en ella más que una riqueza natural.

"En el 2020 intentaré lograr la mejor marca"

Ana Begoña González convirtió su condición inicial de cabeza de carrera en su mayor arma. Al final, su estrategia le surtió el mejor de los efectos para acabar superando a rivales, climatología y sus anteriores participaciones. La del Vallivana, que se identifica como una atleta "constante", sabía que "no podía dejar escapar la oportunidad" de vencer en asfalto chicharrero. El mismo que espera pisar el próximo año para "intentar" asaltar el mejor registro histórico.

"Cuando me vi primera, preví que podía acabar llevándome la victoria. Me marqué el objetivo de mantenerme al mismo ritmo y no venirme abajo. En carreras de este tipo, no te puedes permitir el lujo de fallar. A los 30 kilómetros te encuentras con un muro que es difícil de franquear; ahí es cuando tienes que buscar la manera de sobrepasar ese tramo", comenta a EL DÍA.

La saucera reconoce que, pese a que su objetivo era el de "quedar entre las tres primeras, no contaba con la primera posición". Begoña, al verse en la cabeza de carrera, se dijo a sí misma que "no podía dejar escapar la oportunidad" de imponerse en la que está entre las mejores maratones de España.

En su gestión de carrera no faltó la "hidratación y alimentación", cosa que le permitió mantenerse entera, e incluso, tras el viraje en San Andrés, aumentar la distancia sobre su perseguidora más inmediata, Sonia Prieto. "Vi que ya llevaba ventaja y aproveché el viento a favor para apretar hasta línea de meta. Realmente no sufrí demasiado durante la carrera", apostilla González.

El registro de 3.06:05 de la palmera se quedó a menos de cinco minutos de la mejor marca, aún en posesión de Sheena Logan (3.01:39). "No vi la opción de batir el mejor tiempo de la Maratón de Santa Cruz. Ya he puesto el punto de mira en la próxima edición para intentar superarme y, si pudiera, bajar el récord", concluye.