La tromba de agua que azotó buena parte de la Isla -y aún con mayor virulencia a Santa Cruz- el pasado sábado día 26 de octubre afectó sobremanera al Pabellón Ana Bautista. Quedaron al descubierto las innumerables goteras que padece su cubierta y que, ese día, pusieron en serio riesgo la celebración del Campeonato de Canarias de Conjuntos. Una deficiencia solventada, de aquella manera, para la ocasión pero que supone únicamente la punta del iceberg de una problemática diaria con la que se encuentran los varios centenares de usuarios de la instalación? en especial la que se deriva de un deteriorado y maltrecho parqué.

Para algunos lo sucedido nueve días atrás fue "mala suerte porque coincidió con un campeonato" aunque a la vez prefieren ver el vaso medio lleno ya que "ese día los políticos pudieron presenciar la situación y enterarse de lo que realmente ocurre". Una coincidencia que sirva para que no se repitan episodios vividos en lluvias anteriores y que han supuesto desde "tirar algunas moquetas y aparatos de música", o que incluso, con el agua, "se bajen los plomos" y verse obligadas a "entrenar casi a oscuras". Problemas ya consuetudinarios que han llevado a los afectados a dejar de clamar en el desierto ante tanta denuncia no atendida. Un hastío que llega al punto de que, hasta el sábado día 26, nadie había sido capaz de elevar sus quejas a los nuevos máximos rectores municipales.

Pero más allá de estos graves, pero al fin y al cabo, puntuales problemas, lo del deterioro que sufre la superficie de entrenamiento del Ana Bautista no es algo que haya aparecido de la noche al día. Un pabellón donde trabajan, de lunes a sábado, tres clubes federados (Odisea, Evangim y Batistana) al margen de dos Escuelas Municipales, la de gimnasia rítmica y la de gimnasia deportiva. En total, más de 400 jóvenes que deben lidiar a diario con estas deficiencias. A la nómina se une, por las noches y en determinadas épocas del año, la comparsa Danzarines Canarios. Un parqué salpicado, de cabo a rabo, por numerosos remiendos con cinta americana, a modo de "marca", especialmente para "esquivar" en las zonas afectadas. "En los campeonatos, por ejemplo, tenemos que ver dónde ponemos las moquetas y cómo ponemos a las jueces para que todo salga correctamente", apunta una de las monitoras como si estuviera describiendo un campo de minas.

Queja que no es boquilla como demuestran las propias gimnastas, que, "de memoria" van a tiro hecho a levantar las moquetas y señalar los rincones más afectados, aquellos que se hunden con una simple pisada. Por muy fresco que lo tengan en su mente y cuidado ern su quehacer, algunas que otras lesiones han sido ya inevitables. "Esto está dejado de la mano de Dios", se quejan sobre una situación de desidia a la que se unen varias promesas incumplidas. "Se suponía que hace unos años se iba a hacer una obra, eso al menos nos dijeron, pero todo han sido remaches y parches", comentan las afectadas. "Es que encima estamos hablando de gimnastas de primer nivel nacional a las que les resulta muy complicado trabajar en las condiciones adecuadas", añade otra de las implicadas.

Llegados a este punto, los remiendos no parecen la mejor de las soluciones, en tanto en cuanto al parqué flotante está pidiendo a gritos una sustitución integral. Una renovación por completo que choca con tres inconvenientes mayores. Por un lado, el económico, ya que la adquisición e instalación del mismo puede suponer un gran desembolso para el Ayuntamiento de Santa Cruz. Una traba que viene de la mano de la prioridad en la lista de reparaciones, ya que el consistorio capitalino le da preeminencia al arreglo de las goteras. Y por último, la no disponibilidad de la instalación.

El de la gimnasia rítmica es uno de los calendarios que, entre todas las modalidades deportivas, más se prolonga a lo largo de todo el año por culpa de estar dividido en las especialidades de conjuntos e individuales. Apenas 10 días de parón en Navidad y dos o tres semanas en verano. Una intensidad que además, en estos últimos años, ya ha generado varias desavenencias internas por el reparto de los horarios de entrenamiento. La solución, en caso de cambio del parqué, sería una reubicación en otras instalaciones, "como sucedió, por ejemplo, con el reciente Mundial de baloncesto", propone una de las usuarias. Reordenación de piezas que se antoja sumamente complicada dada la escasez de instalaciones apropiadas, ni de horarios disponibles, dentro del municipio. Ahora, como ya lo estuvo en los mandatos anteriores, la pelota se encuentra sobre el tajado de los gobernantes municipales. En su mano, que una instalación de primer orden cuando se estrenó no se acabe convirtiendo, por falta del adecuado mantenimiento que nunca tuvo, en un recinto residual.

Una instalación única en todo el territorio nacional

Con el Ana Bautista, Santa Cruz de Tenerife puede presumir de poseer una instalación casi única en todo el territorio nacional. Y es que no existen más pabellones públicos -y menos aún de dominio municipal- construidos ex profeso para la práctica diaria de la rítmica. En su momento el Polideportivo Pisuerga de Valladolid (1985) y Centro de Tecnificación de Alicante (1993) se estrenaron con sendos Mundiales de rítmica, pero a día de hoy es un deporte que apenas se practica en ellos. El Colonial Sport, en Valencia, también se le asemeja, con la gran salvedad de ser una instalación privada y además tutelada, a modo de Centro de Alto Rendimiento, por la Federación Española. Algo parecido sucede con el CETD Ciudad de Marbella, propiedad del Gobierno de Andalucía.

Se inauguró en 1993 bajo el diseño de los arquitectos Fernando Menis, Felipe Artengo Rufino y José María Rodríguez Pastrana, merecedores ese año del Premio Regional de Arquitectura Manuel de Oraá por este proyecto. Posee una disposición idónea para la práctica de la rítmica, tanto longitunidalmente como en altura, con un punto máximo de 16 metros, el que alcanza la cresta de la ola que intenta simular su cubierta. Todo sustentado en un "costillar de 10 arcos de madera laminada que se apoyan, frente a una gran cristalera lineal de 40 metros, en cinco pilares metálicos a modo de gimnastas", según indican sus creadores. Su principal pero es, sin embargo, su limitado aforo (pese a albergar a unas 1.000 personas), que le impide ser sede de grandes campeonatos. De hecho, los dos Nacionales y el Europeo que ha albergado la capital se celebraron en el Pabellón Quico Cabrera.

Nuevos focos... por no poder arreglar los originales

Desde hace unos años el Pabellón Ana Bautista dispone de una nueva iluminación artificial dispuesta en forma de varios focos en los dos laterales de la instalación. Una disposición a modo de parche ya que, económicamente, parecía inviable el arreglo de los carriles que permiten deslizarse por las tres vías primigenias de alumbrado situadas en el techo... ni tampoco es rentable la instalación de un andamiaje para llegar a dichas ubicaciones, situadas a 16 metros de alto. /montse santos

Sin agua caliente y duchas que ni funcionan

Otro de los aspectos que ya se da por habitual en el recinto capitalino es la disponibilidad de los vestuarios. Y es que dichos emplazamientos solo sirven a los deportistas para cambiarse de ropa. Lo de ducharse hay que "dejarlo para casa" puesto que "desde hace años" las calderas están estropeadas y en muchas de las duchas ni sale agua. Incluso, en algunas épocas, "las niñas han tenido que usar el baño común de la planta alta porque los nuestros no funcionaban", reconoce una profesora. /montse santos

Poco aparcamiento... y escasa comprensión

En relación con la cantidad de usuarios que se mueven a diario por el Ana Bautista, la cantidad de aparcamientos es tremendamente reducida. "Es que los padres casi ni pueden dejar a sus hijas", apunta Raquel Alberto, del Odisea. La situación se complica en días de torneos -ya van siete este año- por el aumento de la afluencia, hasta el punto de que "una vez se tuvo que parar una competición porque vino la policía y empezó a multar a varios coches, entre ellos los de las juezas", recuerda una de las afectadas. /montse santos