El Eibar hizo de la seriedad virtud y del acierto oro para lograr este domingo un triunfo en Leganés (1-2) que le permite poner tierra de por medio con un rival directo.

Afrontaban ambos equipos una guerra anticipada por la salvación, con varias batallas paralelas en el caso de los locales. Más allá de los puntos en juego, peleaban por limpiar la imagen dejada en la contundente derrota ante el Real Madrid días atrás por afrontar con tranquilidad una serie de duelos complicados en fechas inmediatas y por convertir de nuevo Butarque en el fortín que fue la campaña anterior.

Estaba además el combate que mantenía Luis Cembranos frente a su futuro. Con más oportunidades de las que gozan otros técnicos a priori 'interinos', al optar el club por darle las riendas antes de una semana con tres partidos. Lo acontecido puede desequilibrar el destino hacia un lado u otro.

Demasiada tensión que liberaron los madrileños a los seis minutos. La jugada nació en un centro desde la derecha de Rosales que cazó en la media luna Braithwaite. Su tiro tropezó en Carrillo, quien consiguió tocar el balón lo justo para que Dmitrovic no pudiera atraparlo en su salida, el esférico cayó en los pies a En-Nesyri y éste marcó casi sin querer.

No pudieron, sin embargo, los blanquiazules dar continuidad al empuje anímico de su diana porque el Eibar se levantó vigoroso. Le bastaron un par de ataques para meterse de nuevo en faena y a la postre hacer la igualada.

Una situación de superioridad numérica tras un saque de banda dejó a Cote en disposición de enviar el balón al área y lo puso en esa zona sin dueño que es el espacio entre los centrales y, cuando Siovas quiso darse cuenta, ya había aparecido por allí Charles para cabecear a placer y con potencia.

Parejo el resultado, la cita entró en letargo hasta el descanso toda vez que unos y otros únicamente intentaron golpear con centros laterales en busca de rematadores que nunca llegaban a conectar con precisión. Solo una acción levantó al público de sus asientos, una asistencia de En-Nesyri que no encontró un compañero que empujase el balón a placer.

Retornó a la acción con algo más de ritmo el equipo de casa, pero no parecía incomodar a un conjunto vasco bien plantado en el terreno de juego que asomaba de vez en cuando, como en un disparo desde la frontal y con efecto de Inui que se fue por encima del larguero.

Hubo réplica, un balón colgado desde la izquierda que no pudo tocar En-Nesyri en un intento de acrobacia. Sí capturó el balón Rosales en el segundo palo, pero Óscar Rodríguez no pudo desviar a las mallas su centro-chut.

Esa oportunidad, y el esfuerzo por agradar de los jugadores, despertó a la afición, que ofreció una versión vitalista que sólo se había visto a cuentagotas desde el arranque del curso.

Pero el Eibar parecía vivir en una burbuja, ajeno al ambiente y esperando su momento.

Orellana y Kike, a quienes su entrenador defendió públicamente días atrás, fabricaron una contra que montó el primero y definió el segundo con un tiro potente. Quedó hundido el Leganés, cada vez con más dudas que certezas.

1 - Leganés: Cuéllar; Rosales, Bustinza, Siovas, Jonathan Silva; Rivera, Recio (Arnáiz, min.87), Roque Mesa (Eraso, m.70); Braithwaite, En-Nesyri y Carrillo (Óscar Rodríguez, m.60).

2 - Eibar: Dmitrovic; De Blasis, Oliveira, Arbilla, Cote; Orellana, Escalante, Diop, Inui (Pedro León, m.84); Kike (Edu Expósito, m.92) y Charles (Sergi Enrich, m.72).

Goles: 1-0, M.6: En-Nesyri. 1-1, M.17: Charles. 1-2, M.83: Kike.

Árbitro: González Fuertes (Comité asturiano). Amonestó a los locales Jonathan Silva (m.13), Braithwaite (min.63) y Rivera (min.90), y a los visitantes Kike (m.5), Charles (m.13).

Incidencias: Partido de la duodécima jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Butarque ante 9.649 espectadores.