El tenista español Rafa Nadal lamentó su retirada en semifinales del Masters 1000 de París-Bercy, el último de la temporada, por culpa de un latigazo en el músculo abdominal y deseó jugar en Londres el torneo de maestros, el único importante que no tiene en su palmarés, porque se trata de su "gran ilusión".

"Había hecho un buen calentamiento, no tenía ninguna molestia, pero en uno de mis últimos saques he notado algo en el abdominal. Estaba golpeando la pelota, girando hacia abajo, y he sentido un tirón en el recto. La sensación es que me he roto algo. No ha sido muy brutal, pero sí que lo he sentido inmediatamente. Eso quiere decir que alguna pequeña fibra ha saltado. Lo pequeña que es la rotura no lo sé", dijo Nadal a la ATP.

Tras ese notar ese "algo", el balear realizó dos saques más y se marchó a ver al médico del torneo para realizarse una ecografía. "Hemos decidido esperar una hora y media más porque cuando pasan cosas así es muy difícil apreciarlas inmediatamente", aseguró el número dos del mundo.

"Las imágenes musculares son complicadas de analizar con precisión total, pero una hora y media después se apreciaba algo más. Cuando hemos vuelto la imagen había cambiado, se veían las fibras difusas. El especialista nos ha dicho que la imagen era peor", añadió el de Manacor.

Nadal se reunió con Carlos Moyà, su entrenador, y Rafael Maymò, su fisioterapeuta, además de realizar una llamada telefónica a su doctor de confianza, Ángel Ruiz Cotorro. Entre los cuatro decidieron que lo mejor era optar por la retirada para llegar con opciones al tramo final de temporada.

"Existía un riesgo muy importante de empeorar lo que había si jugaba. "Tenía dudas, pero mi ilusión por jugar me ha hecho volver a la pista. He calentado cinco minutos. Jugando desde el fondo de la pista, por abajo, no me duele. El problema es que sacando lo noto", insistió.

"No era algo imposible, no es un dolor insoportable, pero está ahí. Eso quiere decir que hay algo. Iba a tener que estar sacando todo el partido, y sacando al 100% para darme opciones de éxito. La situación nos ha llevado a tomar una decisión que era la única posible, aunque cueste", explicó Nadal.

"Por mi experiencia del pasado, y siendo en el abdominal, lo lógico es hacer lo que se ha hecho. Si no, es un paso hacia la probable destrucción de lo que resta de temporada, y hasta no sé cuándo más. Me puedo volver a quedar un mes sin volver a entrenar. Y eso, a estas alturas de mi carrera da igual lo que haya en juego. No hay nada más prioritario que ser feliz", añadió.

"Y con más problemas de la cuenta se hace muy difícil que pueda ser feliz jugando al tenis, más después de tres primeros meses complicados con las lesiones. No puedo permitirme el lujo de dar pasos en falso porque mentalmente se hace difícil de soportar", manifestó en rueda de prensa.

"Tenemos que esperar 48 horas para hacer un test real y ver cómo van las cosas. A partir de ahí, de cuánto sea la recuperación, podremos precisar unos objetivos: sea Londres, la Copa Davis o lo que sea", subrayó. "La única meta ahora es recuperarme. El calendario se verá en base a lo que mi cuerpo me permita hacer. No sé lo que puede ocurrir, pero esperemos que pueda jugar en Londres. Esa es mi gran ilusión", finalizó Nadal sobre la Copa de Maestros, que se disputa del 10 al 18 de noviembre.