Dentro del recinto en el que acaeció el brillante ascenso del Salud a la élite, el pabellón homónimo, Javier Doblado responde a EL DÍA. El presidente aguarda por que La Salud, cuyas obras han sufrido un retraso, impulse la recuperación de su equipo en una Liga Guerreras Iberdrola de la que el representativo es farolillo rojo.

¿Se ven de otra manera las cosas tras el triunfo copero en Vigo?

Entiendo que tiene que ser un refuerzo anímico importante para las jugadoras. Esta victoria, aunque haya sido ante un rival de inferior categoría y es en una competición diferente, tiene que servir para que sigan creyendo en su trabajo, que lo hacen muy bien.

¿Hallan las razones de haber logrado solo un punto liguero?

Hay muchos factores: desde un calendario difícil a un estado anímico en el que, con el pasar de las jornadas y al no ver resultados positivos, las jugadoras tienen pérdida de confianza en sí mismas. No por parte del club, porque seguimos confiando en el equipo. La bisoñez de las jugadoras es otro punto importante. Hablamos de una plantilla bastante joven, con una media de 23 años. Luego, también está la falta de oficio.

¿Han pasado factura los halagos recibidos en la pretemporada?

Siempre dijimos a las jugadoras que no hicieran caso a lo que leían. En la Península, se nos daba como un equipo muy competitivo, incluso candidato a los primeros puestos. Sabíamos el nivel de jugadoras que teníamos, pero también que cualquier club recién ascendido tiene el hándicap del desconocimiento de la categoría. El primer objetivo era la salvación. Cuanto antes, mejor. No queremos presiones añadidas.

Mentalmente, ¿el equipo tocó fondo en la goleada encajada ante el Bera Bera?

Nos pasó como en otros partidos. Hubo 10 o 15 minutos muy buenos, donde demostramos el nivel que tenemos. Los tuvimos contra las cuerdas y con la obligación de pedir un tiempo muerto. A partir de ahí, reajustaron la defensa, tienen una plantilla más amplia y competitiva, y nos metieron un parcial de 0-9. Eso hace daño a la mentalidad de cualquier jugadora y equipo.

A algunas se les vio con la lengua fuera. ¿Hay un problema físico?

No lo creo. En nuestro foro interno, hemos tenido un debate con la preparación física. Sabemos que algo nos está fallando. Honestamente, pensamos que el problema no es físico. Creo que es un cómputo entre lo colectivo, lo físico y lo anímico.

La exigencia tampoco es que baje mucho. Les toca medirse al Guardés fuera y al Elche en casa, dos equipos de la zona media alta. A estas alturas, ¿hacen cuentas con respecto a la permanencia?

No nos va a servir para nada. Lo que debemos hacer es ir partido a partido. Del Guardés tememos su nivel competitivo como local, que lo que podría ser como equipo. Creo que va a ser un partido muy equilibrado. Luego, en casa siempre tenemos ese factor positivo de tener a un público que nos arropa. Es verdad que en el Quico Cabrera eso a veces no se demuestra. Metemos 400, 500, 600 personas, y en un pabellón de 2.000-3.000 no se nota tanto. Teníamos mucha ilusión en que ese partido se pudiera disputar en La Salud porque sabíamos que el Elche lo pasó mal para poder ganarnos aquí en la Copa del año pasado.

Luego, ya no volverán a jugar en casa hasta el 28 de diciembre, frente al Granollers. El 11 de enero recibirán al Alcobendas. ¿Estos duelos serán en el Quico Cabrera o en La Salud?

Ha habido un retraso -en las obras-, pero le hemos dicho al Ayuntamiento -de Santa Cruz de Tenerife- que esos partidos los queremos jugar aquí sí o sí. Entendemos que son encuentros propicios para sacar como local, siempre y cuando se jueguen en esta instalación. Sabemos que contra el Elche no va a poder ser.

¿Tienen certeza respecto a los nuevos plazos?

Más que la certeza, tenemos la confianza en que se puedan llevar a cabo. Aunque suene ilógico, el que la entrega de obra haya sido negativa ejerce una presión sobre el departamento de Obras para que en la fecha del 18 de noviembre esa entrega sea posible.

¿En La Salud habrían sumado más puntos que en el Cabrera?

Sí. Firmemente, además. Nosotros y las jugadoras. Ellas mismas ya empiezan a reconocer que la instalación del Cabrera es magnífica, pero, en un deporte como el balonmano, el fortín del barrio de La Salud les es muy positivo porque tienen una muy buena y cercana comunicación con la afición.

En principio, iban a jugar en su pabellón, aunque la obra se estuviese ejecutando. ¿Sienten que el Ayuntamiento ha incumplido?

Para nada. Creo que el Ayuntamiento tiene mucha voluntad en sacar esta obra adelante. Hace un par de noches, la concejal de Deportes -Elena Mateo- me llamó personalmente para disculparse por el tema de la entrega de la obra. Han hecho todo lo que estaba en su mano. Es un hándicap haberse encontrado con una obra empezada nada más llegar. Están presionando para que del 18 de noviembre no pase.

Lesiones, bajas federativas? ¿Van a acudir al mercado nacional -cubiertas las extranjeras-?

De momento, no. Hicimos una plantilla lo suficientemente amplia como para saber que este tipo de situaciones podrían llegar. Tenemos dos o tres juveniles que están tirando del carro. Como club sería una irresponsabilidad no estar pendientes del mercado.

¿Hay confianza para largo con el entrenador Octavio Pérez?

Sí, por supuesto. Es la alma mater de este club y la persona indicada para llevar las riendas de este equipo. Aparte de ser un buen entrenador, tiene muchísima psicología femenina y entiende muchísimo el balonmano femenino, cosa que no es nada fácil. Creo sinceramente que la sintonía entre él y las jugadoras es muy buena en todo momento. Se nota en cómo las jugadoras sufren con él y cómo él sufre con las jugadoras. El binomio es muy bueno. Lo que falta es poder reforzarlo positivamente con alguna victoria.

¿Cómo se ven al final de la Liga?

Salvados y sufriendo. Nos vemos salvados porque confiamos mucho en esta plantilla y en la estructura del club. Durante el verano se hizo un trabajo muy bueno y se asentaron unas bases importantes para futuros años.

NOMBRES PROPIOS

Arabia Peña

Ya hay diagnóstico para la rodilla izquierda de la grancanaria. "Tiene afectado el menisco. Vamos a iniciar tratamiento conservador durante dos semanas. Veremos cómo reacciona y si podemos evitar el quirófano", manifiesta Doblado.

Adriana Medvedova

La intervención del cuarto metacarpiano de la mano izquierda de la portera no salió según lo previsto. "Para nada. Tenemos que empezar un tratamiento conservador porque no se puede volver a operar esa zona. Este consiste en la magnetoterapia. Estamos esperando la autorización por parte de la aseguradora y se nos podría demorar por un espacio de cuatro semanas más. Estamos desesperados. Es una jugadora importante". ¿Hay plazo para contar con ella? "No. Tenemos confianza que cuando nos incorporemos tras el amplio parón -unos 40 días- pueda estar con nosotros", indica.

Stephania Oliveira

En relación a la rodilla izquierda de la balear, "la ventaja es que depende única y exclusivamente del tratamiento conservador rehabilitador que están haciendo nuestros propios médicos. Va evolucionando bien. Incluso se están haciendo infiltraciones con inyecciones de factor de crecimiento, con rehabilitación en piscina y fortalecimiento de la zona. Ellos estiman que para diciembre la jugadora ya puede estar operativa. Otra cosa es su nivel competitivo. No es lo mismo el alta médica que la deportiva".

Nagore Sáenz

"El martes se oficializó la baja con la Federación Española de Balonmano. Se llegó a un acuerdo de rescisión de contrato. Por ambas partes, la relación deportiva no iba por buen camino. Únicamente nos hemos basado en criterios técnicos", aseveró el mandatario.

Nazaret Calzado

Cuestionado por si habría alguna que otra baja de manera inminente, el presidente saluteño señaló "la de Nazaret Calzado, aunque todavía no es oficial. Estamos finiquitando el acuerdo de rescisión de contrato". La explicación es la siguiente. "Teníamos unas expectativas brutales. Esperamos por ella hasta finales de septiembre, cuando en División de Honor no hay ningún club que lo haga. Cuando llegó, lo hizo en un estado de forma muy poco óptimo para poder competir. Iniciar una nueva pretemporada, parando el nivel de los entrenamientos, para adaptar a una jugadora que tenía que ser fundamental en el extremo derecho? No teníamos tiempo que perder y así se lo hicimos saber. Llegamos a la conclusión de que lo mejor era rescindir".