Nada menos que 11 de los 13 primeros puntos de su equipo, y luego cinco más en el parcial de 11-3 con el que el Clarinos Tenerife obró el sábado una remontada casi milagrosa contra el IDK Gipuzkoa. Esa fue la tarjeta de presentación dejada por Vionise Pierre Louis en su primer partido con el cuadro morado después de cinco jornadas en la nevera al no conceder la Federación Española la licencia cotonú de la interior, aquella con la que sí jugó el pasado curso hasta en tres conjuntos diferentes de la Liga Femenina.

Se quitaba Vivi [el sobrenombre por el que es conocida "solo en el baloncesto"] así un enorme peso de encima, aquel que lastró a su equipo y que a ella le dejó en la grada durante el primer mes de competición. Un freno que se tradujo en un carrusel de sensaciones agrias para la interior del cuadro morado. Por un lado "frustración" al "no entender por qué no podía jugar" cuando sí "lo había hecho el año pasado". Y a la misma vez, "impotencia" por "sentir que no existía nada malo". "Es peor que estar lesionada, ya que cuando lo estás sabes que existe ese algo que te impide jugar y entrenar, pero aquí no", argumenta la pívot.

Ha tirado estas semanas Vionise de un encomiable ejercicio de fortaleza mental para no caer en la desazón más absoluta. Su refugio "el baloncesto". "Mi trabajo no era resolver los papeles sino estar centrada en los entrenamientos", comenta Pierre Louis, sabedora igualmente de que la paciencia del club no iba a ser infinita. "No estaba realmente asustada", revela, ya que "entendía y era consciente" de que el corte "podía ser una opción". "Nunca he sentido nada negativo hacia el club y hubiese entendido que decidieran despedirme", añade la haitiana al respecto.

A lo largo de estas semanas Vivi se ha tenido que conformar con trabajar a diario junto a sus compañeras para luego apoyar desde la banda en los partidos mientras trataba de controlar "lo nervios y el estrés"... y mantener a buen recaudo sus uñas, tal y como descubre al llevarse las manos a la boca durante la respuesta. "Desde fuera a veces se ven mejor las cosas y trataba de ayudar a las chicas antes, durante y después de los encuentros", añade al respecto.

El viernes, con el alta federativa en su poder, Vivi volvió a "sentir alivio" y a sonreír. Un semblante que, apenas día y medio después, trasladó a su debut con la camiseta del Clarinos con un arranque demoledor. "Tenía muchas ganas de jugar y entré como un toro", reconoce en relación a una energía que también trató de contagiar al resto. "Sabía que si yo jugaba bien dentro, las demás lo harían bien fuera", explica Pierre Louis. Ahora con todo solucionado, si Vivi logra mantener esta impronta este Clarinos seguirá dando mucha alegrías.

"No es demasiado pensar en jugar la Copa de la Reina"

"¿Por qué es demasiado pensar en jugar la Copa?" responde de forma rotunda y frunciendo el ceño Vivi cuando se le cuestiona por la posibilidad de acabar la primera vuelta entre los ocho primeros. "No es mucho pensar ni en la Copa ni en el playoff. Siempre debemos marcarnos objetivos, y esos son los nuestros", añade la interior del cuadro de Aguere. Una afirmación que sustenta la pívot en que "ahora el equipo está capacitado para dar mucho más". "Hay que demostrar que somos buenas, que no vamos a pelear solo por la permanencia, y que merecemos estar ahí arriba", sentenció.

La insistencia y la ayuda de la Canaria, claves

El visto bueno por parte de la Española (FEB) para que Vivi pudiera jugar como cotonú solo ha llegado tras la insistencia del Clarinos. El club lagunero tuvo que solicitar en la central de embajadas en Washington, un documento que certificara que el pasaporte de la haitiana era legal ya que sus padres nacieron en el citado país caribeño y le corresponde la nacionalidad por ius sanguini. Tras hacer llegar el documento a la embajada de Haiti, esta lo remitió a la FEB y el ente cestista a su vez al Consejo Superior de Deportes. Unos últimos pasos en los que resultó clave el respaldo de la Federación Canaria encabezada por Carlos Olano.