Con más de 11.000 acciones compradas desde que se hizo con un paquete de 5.630, en una subasta realizada en septiembre, José Miguel Garrido ya es el dueño de un 6 por ciento del total de la masa accionarial del Tenerife, cuota que le obliga a informar al Consejo Superior de Deportes, tal como indica la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas.

El empresario madrileño dará este paso esta semana, bajo la supervisión de su persona de confianza en la Isla, Corviniano Clavijo, informó ayer Radio Club.

La Ley exige de esta manera a "toda persona física o jurídica que adquiera o enajene una participación significativa" de una Sociedad Anónima Deportiva, refiriéndose a que "el adquirente pase o deje de tener, junto con lo que ya posea, una participación en el capital de la sociedad igual o múltiplo del cinco por ciento".

Se trata de un porcentaje que, además, le daría derecho a pedir la inclusión en el orden del día de la próxima junta de accionistas del anticipo de la renovación del consejo, cuestión que debería ser luego sometida a votación.

Garrido y Clavijo también tienen previsto presentar en el club los documentos que justifiquen la compra de las acciones.

Chinea, alternativa local

El exconsejero del Tenerife Eduardo Chinea desveló ayer que forma parte de un grupo de empresarios canarios que están dispuestos a comprar acciones del club con el propósito de defender la gestión local de la entidad deportiva. "En el fútbol español no he visto que ningún capital foráneo haya resuelto nada", dijo Chinea antes de confesar que no le convencen "los últimos movimientos" que ha dado el madrileño Garrido, al que conoce personalmente.