No ha sido el inicio deseado para la UDG Tenerife Egatesa, tampoco para uno de sus buques insignia. María José Pérez sigue sin encontrar su mejor versión en la presente campaña, no obstante, la ariete no ha perdido la titularidad, aunque sí ha visto reducido su protagonismo en estas primeras seis jornadas de Primera Iberdrola, tanto en forma de minutos disputados (456 de 540) como de goles anotados (1, frente a los 3 de la 2015/16 y los 5 de la 2017/18). La lagunera espera asimilar el estilo de David Amaral "cuanto antes" y "seguir sumando" para su equipo, que se mide este domingo (17:30 horas) al Valencia. La delantera tinerfeña ya sabe lo que es enfrentarse al cuadro che como levantinista y blanquiazul.

Parece que no acaban de salirle las cosas al equipo. ¿Cómo valora este arranque liguero?

En los últimos cinco años, hemos empezado así de mal. No es que no compitamos bien, se trata de dinámicas en las que se une todo en tu contra. Ahora hay que cambiar la tendencia; tenemos que competir igual o mejor. Si algo tiene el Granadilla, es que nunca se ha dado por vencido.

¿Qué le falta al equipo para, si cabe, competir mejor y lograr mejores resultados?

Nos está costando adaptarnos a David (Amaral), y eso se ve. Las jugadoras debemos asimilar lo que quiere el entrenador lo antes posible; tenemos que ser inteligentes y tirar del equipo.

En su caso, ¿le está costando adaptarse al nuevo técnico?

Nos está costando a todas. Yo no me encuentro en mi mejor momento, pero lo veo como una racha a la que no le quiero dar mucha bola, si no me costará salir de ella. Intento hacer lo que me pide el entrenador y sumar, que es lo importante.

¿Qué le ayudaría a salir de esa racha que comenta? ¿Goles, un cambio de rol...?

Los goles van y vienen, nunca me han preocupado. Lo que sí es verdad es que no estamos teniendo esa fluidez de cara a portería. A balón parado vamos muy bien pero, como sabes, no soy muy alta y otras compañeras van mejor que yo.

Se ha visto una María José menos feliz y más contrariada, sobre todo cuando ha sido sustituida.

Al final, haces un trabajo, sobre todo físicamente, te rompes el culo y, cuando has reventado a las centrales, te cambian. Yo no soy una jugadora de estar corriendo para fundir a otras, me identifico por que corran detrás de mí. Me siento frustrada. Cuando me cambian, veo como fluye todo bien y hay más ocasiones; a lo mejor soy yo la responsable. Pero el entrenador lo quiere así y es el que manda.

Hablemos de las desavenencias de algunas jugadoras con Amaral. ¿Las aguas han vuelto a su cauce dentro del vestuario?

Se ha calmado todo. Ahora, la incorporación de Ayo (por Ayoze Díaz), creo que nos va a venir muy bien. A ver si remamos todos en el mismo sentido. Yo estoy a muerte con mi equipo y, a no ser que alguien haga algo grave, que haría que yo mismo le diese la patada, estoy con cualquiera, y me da igual que venga el presidente o quien sea. Es muy importante que yo las apoye porque, si yo estuviera en la misma situación, me gustaría que lo hicieran conmigo. Eso es algo que siempre ha tenido este equipo.

Centrémonos en el duelo de esta jornada. Se enfrentan al Valencia, equipo ante el que cambiaron la tendencia negativa el curso pasado.

Ojalá suceda lo mismo que la temporada pasada. Ganar en Paterna fue un punto de inflexión para nosotras. Se estaba hablando mucho de la marcha del equipo, fuimos allí y fuimos capaces de hacer un buen partido; tuvimos muchas ocasiones -María José tuvo una al larguero- y remontamos con un gol de Natalia (Ramos) que supo a gloria. El Valencia llega igual que nosotros, está practicando un buen fútbol pero no le están acompañando resultados y arbitrajes; estamos a la par. Somos dos equipos que necesitamos la victoria como el comer. Será un partido aguerrido, seguro.

¿Cómo influiría una derrota en el Antonio Puchades?

En el fútbol hay tres signos que se pueden dar: victoria, empate o derrota. Pase lo que pase volveremos a casa con la mentalidad de seguir trabajando para mejorar. Tenemos que tener paciencia y tranquilidad, que eso es lo que nos falta. Tenemos nervios cuando tenemos el balón, queremos llegar a portería y marcar con inmediatez. Ahora es cuando tenemos que tener cabeza y estar tranquilas, ir poco a poco nos dará confianza.

"Soy una simple mileurista"

María José ha tenido que salir fuera del Archipiélago para intentar vivir del fútbol. No obstante, en el grueso de su carrera deportiva, ha tenido que compaginar trabajos de gran carga física con la práctica deportiva. La atacante internacional es consciente de que no le queda mucho en el fútbol, pero quiere dejar un camino hecho para las jugadoras que están saliendo ahora. "Hay que tomar medidas, queremos un convenio ya. Ha llegado la hora de poder avanzar un poquito más y, las jugadoras jóvenes, como las de nuestro filial, tengan esos derechos ya", refrenda Pérez. La tinerfeña revela que "se ha dejado pasar. Quizá haya sido por miedo a perder el poco sueldo que cobramos, sobre todo para las extranjeras que envían dinero a su familia. Por suerte, el Granadilla siempre ha mirado por sus jugadoras; no creo que nos dé de lado en este caso", comenta. Buena parte de la plantilla blanquiazul está afiliada a AFE y, en caso de que no se llegue a un acuerdo en los próximos días, irán a huelga, aunque siempre "con previo aviso al club", relata María José. A la pregunta sobre los emolumentos que percibe, responde con una sentencia descorazonadora para lo que ha sido la mejor futbolista tinerfeña de la historia: "¿1.200 o 1.300? y eso es mucho. Soy una jugadora normal, una simple mileurista. Date cuenta que me fui al Levante por una cuantía de 300 euros más y doce meses en los que me pagaron; en mis vacaciones me entraba dinero. No tenía que arreglar el paro en esos dos meses de parón de la competición. Lo que me satisface es que, en un futuro, esto no lo van a tener que pasar otras jugadoras. En ese entonces, me sentiré orgullosa por haber abierto el camino a todas las niñas que juegan a fútbol. Por otra parte, y siendo egoísta, qué pena no tener cinco años menos para ahorrar dinero". Con respecto a su futuro, reconoce que le "encantaría seguir vinculada al deporte, aunque fuera en categorías inferiores. No obstante, si no lo consiguiera, y como nunca se me han caído los anillos, a trabajar en otra cosa", subraya resignada. "Si hubiéramos tenido convenio desde hace años, hubiera ahorrado lo suficiente para abrir una escuela de tecnificación. Muchas veces he soñado con comprar material y tecnificar a la cantera, sin embargo, es inviable para mí", concluye.