Hace apenas cuatro días, en una entrevista a Le Parisien, Lahaou Konaté expresaba su deseo de que cuando cumpliera 28 años (el 17 de noviembre) ya hubiese encontrado equipo para poner fin así a una situación de inactividad un tanto extraña. Y más después de la brillante temporada que firmó en el ejercicio 18/19 en las filas del Nanterre 92. Dicho y hecho. El Iberostar Tenerife anunció ayer la contratación hasta final de temporada del alero francés de 1,96 metros, que llega al cuadro lagunero para paliar la inesperada marcha de Kyle Singler.

Pierde el conjunto canarista algo de clase respeto al alero de Medford, pero en cambio gana un exterior dechado de físico, aquel que le permite haber sido catalogado estos últimos años como un excelso defensor. Intenso atrás, Konaté debe encajar en los esquemas más prioritarios del juego de Txus Vidorreta, toda vez que el galo también se desenvuelve a las mil maravillas a campo abierto gracias a su verticalidad y valentía de cara al aro.

Sobre el papel también sale perdiendo la escuadra isleña en aportación desde el perímetro. Pero la merma es más que relativa. Primero porque Singler apenas se estaba prodigando desde más allá del 6,75 (un total de un acierto de dos intentos en tres partidos), y también porque Konaté ha ido evolucionando como jugador para convertirse igualmente en un fiable tirador de perímetro. El 36,77% de efectividad en el triple (con 3,7 lanzamientos de media en sus últimos 79 partidos, en los que siempre fue titular) son su tarjeta de presentación.

La principal incógnita con Lahaou es su estado de forma, toda vez que no juega ningún partido oficial desde el 6 de junio. Cuatro meses y medio sin competir -pero sin lesión de por medio-, principalmente porque el alero decidió esperar por una oferta interesante y convincente lejos de Francia que no le ha llegado hasta la propuesta canarista. En verano se le vinculó con varios clubes franceses, entre ellos el Mónaco, e incluso estuvo en la órbita del Morabanc Andorra, pero todo quedó ahí.

Para Aniano Cabrera, director deportivo del Iberostar Tenerife, "con Konaté incorporamos a un jugador atlético, que nos dará un buen tono defensivo, que ayudará el rebote y que comparte el balón en ataque". "Creo", dijo Cabrera, "que nos dará mucha energía. Vivirá su primera experiencia fuera de Francia, pero ya conoce la Basketball Champions League, de su etapa con el Nanterre". "Con su fichaje", añade, "nos libera una plaza de americano para una posible próxima incorporación". Es precisamente esta ocupación, la de dar con un cuatro titular, la que debe tener ocupado a Cabrera en las próximas fechas.

"Para mí es un como sueño estar aquí"

"Me siento muy bien porque estoy muy entusiasmado de jugar para este club, y a la vez muy feliz porque para mí es como un sueño estar aquí", reconocía Konaté tras su primera toma de contacto con la cancha. "Sé que hay una buena plantilla con un gran entrenador, como ya vi el año pasado, tanto en defensa como en ataque. Mi meta es dar todo mi corazón, soy un luchador y quiero disfrutar jugando", añadió antes de definirse. "Puedo hacerlo bien en defensa, compartir el balón, también tirar y ser agresivo; estoy preparado para jugar", dijo. /cbc

Sin detenerse

Para tratar de mantenerse en forma, Konaté se ha venido ejercitando en diferentes emplazamientos. Lo hizo en Dallas junto con el NBA Devin Harris, también en Kosovo y más recientemente ha repartido su puesta a punto entre el Paris Basketball de la Pro A gala y The One Ball, un moderno centro deportivo cercano a su casa en Orly, a las afueras de París.

Toma de contacto

Konaté llegó a Tenerife el martes por la tarde y ya ayer por la mañana pasó el pertinente reconocimiento médico. En horario vespertino acudió al Santiago Martín para la sesión oficial de fotos y luego se ejercitó en solitario, tanto en el gimnasio como en la cancha. Hoy ya trabajará junto al resto de la plantilla aurinegra.

Mejor defensor en Francia

Llega Konaté a la Isla avalado por una trayectoria que ha avanzado exponencialmente en estos últimos años. Así, el alero fue elegido como el mejor defensor de la última Jeep Elite (máxima categoría gala), en la que además integró el equipo ideal de la fase regular.

Contra el Iberostar

Ya conocían Txus Vidorreta y Aniano Cabrera a Lahaou Konaté, toda vez que el Iberostar se midió el curso pasado al Nanterre 92. El alero destacó sobre todo en el duelo del Santiago Martín, cuando logró 12 puntos, cogió tres rebotes y repartió dos asistencias.

El tercer galo de aurinegro

En la historia más reciente del CB Canarias, Konaté es el tercer francés que viste de aurinegro. Antes lo hizo, en LEB Plata, el pívot Rabah Bachir (00/01) y en el curso 16/17, ya en ACB, el veterano Tariq Kirksay. Se da la particularidad que los tres llegaron con la temporada ya iniciada.

Se inició en el fútbol

Quinto de un total de siete hijos, Lahaou se inició en el fútbol porque uno de sus hermanos lo apuntó en el equipo de su barrio. Sin embargo, con el paso del tiempo, y empujado también por su altura, se decantó por el basket. "Estar todo el día en la cancha evitó que hiciera algunas tonterías", ha reconocido.

La motivación extra por la muerte de su padre

El 6 de junio de 2009 Lahaou recibió la inesperada noticia del fallecimiento de su padre a causa de un infarto. "Todo me dio un vuelco", reconoce Konaté, que en ese momento se encontraba lejos de casa, jugando como vinculado en el Hyeres-Toulon. "Ahí me di cuenta de que la vida no era fácil y que debía hacer algo para ayudar a mi madre y a mi familia; dar lo mejor de mí para convertirme en profesional", ha reconocido el alero en algunas entrevistas en medios de su país. Lo ha logrado a base de tesón, un esfuerzo con recompensa deportiva y también económica, algo que ahora permite al jugador "ayudar todos los meses" a su progenitora. "No tengo muchos gastos, no soy un fiestero" deja claro sobre un modo de vida que definen los hechos. Así, el nuevo jugador canarista no ha dado el paso de adquirir ninguna propiedad inmobiliaria. "Prefiero guardar mis cosas en un trastero alquilado y, cuando regreso a mi ciudad, dormir en casa de mi madre [como ha hecho en estas últimas semanas], como si tiene que ser en el sillón", comenta para dejar patente su humildad. Ahora, en su primera experiencia lejos de Francia, tiene la oportunidad de seguir recogiendo los frutos de su abnegada entrega para con el baloncesto... eso sí, sin olvidarse en ningún momento de sus raíces familiares, aquellas que le han ayudado a ser quien ahora es.