Pizarra en mano, Txus Vidorreta recriminaba a sus jugadores en su primer tiempo muerto después de solo tres minutos y medio de juego y con 11-2 en contra. Lo hacía el preparador canarista de una forma especial, recordando un antecedente similar. "Marce [mirando a Huertas] hace 11 años empezamos perdiendo aquí, con el mismo tiempo... Pero acabamos ganando el partido. Y estamos a tiempo [ayer] si empezamos a correr, a jugar duro, a no perder balones... Es cuestión de cambiar el ritmo", espetaba el técnico a los suyos. Se refería el de Idautxu al Manresa-Bilbao jugado el 28 de diciembre de 2007, cuando él y el base brasileño arrancaron con 22-2 en contra y se impusieron finalmente por 76-83. La historia se repitió.

"Empezamos fríos, y el Manresa tenía seis marchas más que nosotros, jugando con mucho ritmo, con mucha intensidad en defensa, pudiendo correr el campo? mientras que nosotros estábamos con muchas pérdidas y caminando en algunos casos. No estábamos ejecutando el plan de partido cuando sabíamos que aquí la única manera de competir es jugar con la misma intensidad que los hace el Manresa. Pero pedimos tiempo muerto con el 11-2 y la verdad que el equipo ha cambiado por completo. Nos ayudaron muchos los jugadores del banco que propiciaron esa variación de ritmo, aunque los titulares ya estaban con una mayor implicación defensiva. La aportación de Yusta y López ha sido decisiva en el juego ofensivo, y detrás Guerra, Atkins y Lundberg empezaron a ejecutar el plan de partido, y cuando lo hicimos, salió todo a la perfección", resumió el entrenador canarista.

Se congratuló también Vidorreta el mantener "el acierto en el tercer cuarto, con distancias sobre los 20 puntos". "La diferencia es muy grande, y no es real según lo visto en los 25 primeros minutos, pero del 25 al 35 abrimos una brecha muy importante; aprovechamos ese momento de debilidad del Manresa". "La segunda unidad ha demostrado que el trabajo de estas semanas es muy bueno, que todos están cada vez más adaptados a nuestra filosofía de juego, y eso nos permite repartir los minutos", concluyó.

El mejor choque de Yusta en puntos, rebotes y valoración

En el arranque de la que debe ser su quinta temporada completa en la ACB, Santi Yusta se marcó su mejor partido, en 127 comparecencias, en varios apartados. Así, el alero madrileño alcanzó los 21 puntos cuando su tope se encontraba antes (con tres antecedentes) en los 18, lo mismo que sucedió con sus siete rebotes (había capturado seis en cuatro ocasiones) y, por extensión, sumar 28 créditos de valoración, igualmente tope personal, superando los 21 que hiciera hace dos años cuando militaba en el Real Madrid.

Reparto de minutos

El tener que meter pronto en pista a buena parte de sus reservas, y también lo plácido del tramo final, permitió a Vidorreta el dosificar a sus jugadores. Así, 10 de los 12 que jugaron lo hicieron como mínimo 16:23 minutos y no más de 23:20.

La segunda unidad, clave

Liderados por los 21 puntos de Santi Yusta, los reservas del Iberostar aportaron ayer 51 de los 81 puntos convertidos por los canaristas: 63% del total. Salvo el duelo del Bilbao (nueve tantos de los suplentes), la segunda unidad se está portando: 39 tantos contra el Unicaja, 44 frente al Real Madrid y 34 en el choque ante el Obradoiro.

El +27 de Álex López

Anotó 13 puntos y dio cuatro asistencias para 12 créditos de valoración, pero si hay un parámetro que sobresale en la estadística ayer de Álex López es su +/-. El lagunero firmó un +27, el mejor canarista y su registro más destacado en 78 duelos en ACB.

Mejores en el rebote

Por quinta jornada consecutiva, el Iberostar fue mejor que su rival en el rebote: ayer 42 a 30, materializando además 14 puntos de segunda oportunidad. Antes también había sido superior contra el Bilbao (43-26), Unicaja (36-26), Real Madrid (40 a 34) y Obradoiro (35 a 25).

Hitos a domicilio

Con los 61 puntos encajados en el Nou Congost, el Canarias iguala la marca de menos puntos encajados a domicilio lograda el pasado curso en su visita al Unicaja (61-78). Además, desde el 62-109 con el que acabó la fase regular de la 17/18 los canaroistas no ganaban tan holgadamente lejos del Santiago Martín.