Cinco partidos, tres triunfos -y un casi contra el Real Madrid-, destellos y momentos de mucha calidad, un nuevo referente para la grada -Shermadini-, juego más fluido con el paso de los encuentros, impronta en el rebote, un fondo de armario cada vez más profundo... Después de tres semanas de competición oficial las sensaciones que viene dejando este nuevo Iberostar Tenerife son halagüeñas. Perspectivas de que a poco que se terminen de engranar todas las piezas -tendrá mucho que ver la posible llegada de otro cuatro- el cuadro de Txus Vidorreta volverá a codearse con la clase media-alta de la ACB y luchar por el título en la Basketball Champions League.

Después de cuatro jornadas de la Liga Endesa el conjunto canarista es el segundo que más asistencias ha repartido (18,3 de media, al margen de regalar 21 en su estreno europeo), mientras que marcha cuarto en porcentaje de acierto en tiros de dos (58,06%). Se mantienen, pues, inalterables, dos señas de identidad inherentes al estilo de Txus Vidorreta.

Sin embargo, donde no está siendo nada reconocible el conjunto canarista es desde el perímetro. El desconocimiento entre los integrantes de la plantilla parece un argumento ya desterrado puesto que la circulación está propiciando tiros liberados para los aurinegros. El técnico del equipo lagunero parece empeñado, en su discurso, en que más pronto que tarde sus pupilos se muestren atinados desde el 6,75. Algo con lo que ya pareció amagar el Iberostar en los 30 primeros minutos del duelo contra el Nizhny: 8/16. El 0/8 final, sin embargo, tiró por tierra este paso al frente.

Por otro lado, este Canarias no cuenta con grandes referentes en el tiro exterior, un papel que -ante la baja forzosa de Pablo Aguilar- bien le podría corresponder a Sasu Salin, que hasta ahora lleva en ACB un 11/35. El finés es, con diferencia, el canarista que más produce desde el arco, aunque se viene moviendo en una efectividad inferior a la de cursos pasados. Así, su 31,4% de acierto está casi cinco puntos porcentuales por debajo de su producción en el anterior ejercicio.

El escolta escandinavo es, sin embargo, de los pocos que se salvan de la quema en lo que al tiro de tres se refiere. Y es que entre dos exteriores (Lundberg, López) y tres ala pívots (Súarez, Gielo y Atkins) acumulan un pobre 7/44 (5/33 en ACB y 2/11 en Champions). O lo que es lo mismo, un 15,91% de puntería. La querencia de Kyle Singler a irse hacia dentro (totaliza 1/2 en tres partidos) y la habitual presencia cerca del aro de Dani Díez (6/15 en cinco duelos), provoca que el cómputo global desde el 6,75 sea, hasta el momento, deficiente. Toca una mejora colectiva... o seguir agarrándose a un imperial Shermadini, bien secundado por Singler, Díez, Guerra y Salin -todos por encima del 63% de acierto en tiros de dos- para continuar este progreso de manera adecuada.

Las defectuosas prestaciones de este Iberostar quedan patentes tanto en calidad como en cantidad. En la primera de las dos vertientes porque, al margen del 8/24 del debut en la BCL, los isleños acumulan un 28/100 en ACB. Solo Andorra (27,1%) y Joventut (27%) lanzan peor desde el 6,75 que los de Vidorreta. En la segunda ya que este Canarias es mucho menos prolijo que en temporadas anteriores. En la 18/19, por ejemplo, en cuatro jornadas ya había realizado 122 intentos y acabó la fase regular como el de mayor cadencia de toda la Liga Endesa desde el arco (1.004 intentos). Ahora mismo, 11 conjuntos tienen más protagonismo desde el perímetro.

Los aurinegros, flojos en calidad, y también en cantidad