Aritz López Garai no tiene fecha de caducidad. La mala racha de resultados que viene sufriendo el Tenerife, con tres derrotas consecutivas y cuatro en los últimos cinco encuentros, ha abierto una crisis desgraciadamente habitual en los tramos iniciales de competición en temporadas recientes para el conjunto insular.

Sin embargo, la cúpula de la entidad se remite al mensaje lanzado por Víctor Moreno la pasada semana pidiendo paciencia. "No quiero que caigamos en la precipitación y se tenga esa sensibilidad. La tranquilidad es absoluta", decía entonces el director deportivo respecto a la posibilidad de una destitución.

Se espera, eso sí, una reacción inmediata. Hasta ahí llega el asunto. Existe preocupación, como no podía ser de otra manera, por la deriva competitiva del equipo. El propio Miguel Concepción, que tuvo ocasión de ver en directo la última derrota, salió contrariado de Vallecas. No es esta la situación esperada cuando se realizó el esfuerzo para mantener el tope salarial a la altura del pasado mes de enero. Tras diez fichajes en verano y un giro en la elección del entrenador, el objetivo pasaba por olvidar los apuros de la pasada campaña. Los once primeras jornadas no dan para ese mínimo exigible, pero se entiende que forma parte de la evolución natural de un bloque tan renovado. "Lo que ha mostrado el equipo es que nació hace poco. Quizás todavía estemos en la etapa de la adolescencia en la competición, y no en la adultez. Pero el equipo continúa creciendo, tanto a base de victorias como de golpes, con jugadores comprometidos. Estoy convencido de que nos darán muchas alegrías", sostenía Moreno.

La vigencia del discurso se mantiene. A López Garai se le sigue considerando "la persona idónea", pero el crecimiento del Tenerife 19/20 se ha visto ralentizado (si no paralizado) en estas últimas semanas y se entiende que el técnico debe encontrar soluciones con cierta prestancia para evitar males mayores.

Desde las oficinas del Heliodoro se aferran a la bonanza del calendario para que la crisis no encuentre más arraigo en el vestuario ni acabe por contaminar el entorno blanquiazul. Dos recién ascendidos, Racing de Santander y CD Mirandés, asoman en el horizonte competitivo. Sin menospreciar a estos rivales y teniendo claro que ya se perdió con los otros dos rivales procedentes de la Segunda B (Ponferradina y Fuenlabrada), se aspira a que dos buenos resultados devuelvan la calma y la confianza a la Isla.

Además, a la hora de buscar responsables no se mira únicamente al técnico. La serie de errores individuales que lastra las opciones de puntuar del cuadro que dirige López Garai resulta más que evidente para los dirigentes, que esperan también un paso adelante de los jugadores. Estos, algo confundidos por el criterio de su entrenador a la hora de seleccionar los onces iniciales, mantienen su fe en las ideas del preparador vasco y consideran que la situación es perfectamente reversible. Desde hoy se pondrán a ello.

La estabilidad como objetivo para el banquillo

La salida de Joseba Etxeberria en la quinta jornada del pasado Campeonato está en la mente del consejo de administración blanquiazul, que no quiere repetir el panorama de entonces. Hasta tres técnicos se sentaron en el banquillo en la 18/19, después de que Luis César Sampedro acabara sustituyendo a José Luis Oltra. La estabilidad era uno de los objetivos para esta temporada.

Concepción tiene en la cabeza que sus mejores años al frente de la entidad llegaron cuando se mantuvo la confianza en un entrenador. El mencionado Oltra, Álvaro Cervera y José Luis Martí contaron con margen para trabajar y equivocarse sin que su puesto dependiera de ello a las primeras de cambio. Ese es el camino que se pretende seguir ahora. El escenario podría cambiar en dos semanas, siempre que los resultados ante Racing y Mirandés sean negativos. Pero esa posibilidad ni siquiera se contempla de puertas para dentro en estos momentos.

Durante la etapa del actual presidente en el Tenerife, en ocho de sus catorce campañas ha habido relevos en el banquillo insular. Solo Bernd Krauss (06/07), Gonzalo Arconada (10/11), Juan Carlos Mandía (10/11), Raúl Agné (15/16) y Joseba Etxeberria (18/19) fueron destituidos durante la primera vuelta de la competición liguera. Esa paciencia de la que se quiere hacer gala ahora tiene una explicación: el cambio de proyecto. Desde el verano, Víctor Moreno ha insistido en que piensa en el Tenerife de este curso y de las dos siguientes, en un equipo a medio plazo. López Garai también ha insistido en que no se le puede pedir a sus jugadores pelear por el ascenso.

La estabilidad como objetivo para el banquillo