La confirmación a una remontada imposible. Eso es lo que busca hoy el Clarinos Tenerife, que tras levantar el miércoles 15 puntos de desventaja contra el Lointek Gernika, recibe (12:00 horas, Santiago Martín) al Nissan Al-Qázeres Extremadura. Sobre el papel, el duelo contra el cuadro extremeño es de esos marcados en rojo por las laguneras en su propósito de sumar lo máximo posible para no pasar apuros y comenzar a mirar hacia algo más arriba.

No harán bien, sin embargo, las de Claudio García si se relajan lo más mínimo ante un rival, el cacereño, que se presenta en esta cita con el mismo balance de las isleñas (2-1) y habiendo dejado patente lo que debe ser su salvoconducto para llegar a la permanencia: una encomiable capacidad de lucha. Esa que por ejemplo demostraron en la segunda jornada cuando le remontaron 14 puntos al Gipuzkoa para acabar ganando por 59-55, y que reeditaron hace apenas cuatro días para voltear un -11 frente al Mann-Filter Casablanca.

Al margen de ese sacrificio, el de Ricardo Vasconcelos es un conjunto que basa buena parte de su juego en la aportación de las exteriores. Y es que con la pívot senegalesa Khadidiatou Diouf rindiendo por debajo de lo esperado, solo Paula Ginzo se erige como referente interior de las extremeñas. Como el Clarinos, su rotación es bastante corta, ya que buena parte de sus minutos se los reparten entre solo siete jugadoras. Julia Melina, baja en las tres primeras jornadas, tampoco estará en el Santiago Martín.

Uno de los grandes alicientes del choque será ver el duelo entre Tanaya Atkinson y Jennie Simms (aunque esta muchas veces se desenvuelve incluso en el puesto de cuatro), las máximas anotadoras de la categoría después de las tres primeras jornadas, ambas por encima de los 20 puntos de media. La exterior del Clarinos ya ha dejado encima de la mesa su tarjeta de presentación en esta Liga Femenina Endesa (36 de valoración el miércoles), demostrando estar capacitada para liderar al cuadro tinerfeño.

La que volverá a ser baja en el conjunto morado es Vionise Pierre-Louis, cuya situación burocrática (para poder jugar como cotonú) no termina de desbloquearse, por lo que de nuevo Claudio García deberá hacer malabares para que su juego interior no se resienta a lo largo de los 40 minutos. En la entidad tinerfeña espera disponer del visto bueno federativo en pocos días.