Después de las dos derrotas seguidas en el Heliodoro, ante Oviedo y Fuenlabrada, el Tenerife se aferraba a su fiable trayectoria a domicilio (triunfos en Lugo y Albacete y empate en Elche) para coger aire y cortar la crisis (3 puntos de los últimos 15) que empezaba a asomar. Pero, a pesar de adelantarse en Vallecas con un gol de Milla, se vio superado por un Rayo que supo marcar las diferencias con dos goles de estrategia.

López Garai tuvo que realizar dos cambios obligados en la alineación, por las bajas de Mazan y Lasso, pero introdujo uno más: sacó del once a Carlos Ruiz y apostó por un Sipcic que no jugaba desde la visita a la Ponferradina. Como se esperaba, el técnico cubrió la vacante en el lateral izquierdo con el otro especialista, Isma, y optó por una vía más conservadora ante la ausencia de Lasso, ya que armó el centro del campo con Alberto, Aitor y Milla y atacó con la polivalencia de Nahuel, Bermejo y un Naranjo que no enlazaba dos encuentros partiendo de inicio desde las tres primeras fechas. El paso de dos a tres volantes redujo el abanico de delanteros. El sacrificado fue Malbasic, el único que había sido titular siempre, al igual que Ortolá.

Por momentos, Alberto y Aitor se situaban a la misma altura, con Milla por delante ejerciendo de volante ofensivo, mientras que Nahuel y Bermejo ocupaban las bandas y José Naranjo desempeñaba la función de delantero (4-2-3-1).

Con este formato inició el Tenerife un partido en el que pasó muy poco hasta que llegó el 0-1. Dio la impresión de que los dos equipos con mayor tiempo de posesión de la Liga se neutralizaban, precisamente, en su intento de adueñarse del balón. Combinaciones por cada bando, pero de área a área, sin una jugada finalizada. En ese proceso, el Rayo ofrecía algunos síntomas de poder crear más peligro con jugadores como Embarba o Bebé en los costados. Pero quitando un tiro de Pozo tapado por la defensa, Ortolá no estaba teniendo que intervenir. Tampoco el debutante Morro, hasta que, con el paso de los minutos y sin previo aviso, el partido permitió que el Tenerife se manejara como realmente más daño provoca, con espacios. Ahí sí tuvo momentos de superioridad ante un Rayo que ya empezaba a mandar en el juego en estático. En una puntual transición rápida, Nahuel entró por la banda derecha y puso el balón en el punto de penalti para que Milla, llegando desde atrás, batiera al portero con un tiro raso y cruzado. Primer disparo del Tenerife y primer gol. El encuentro se inclinaba a favor de los blanquiazules, como en Albacete y Lugo.

Pero el empate llegó demasiado pronto, solo seis minutos después y también en el primer disparo -en realidad, un cabezazo de Catena- del Rayo. Una acción a balón parado volvió a condenar al equipo de Aritz López Garai.

Quedaba un cuarto de hora para el descanso y tras el 1-1, el Rayo se llenó de confianza y aprovechó ese momento para acorralar a un Tenerife que había acusado el golpe. Esa fase de dominio se saldó con un lanzamiento al larguero de Embarba, tras el saque de una falta cercana a la frontal del área (37'), y un paradón de Ortolá (46') para despejar un colocado chut de Tito.

La segunda mitad comenzó más abierta que la primera, con un Rayo tratando de dar continuidad a su emergente tramo final del primer tiempo, más agresivo en la presión, y un Tenerife más blando y al que le costaba tener el balón. Otra falta peligrosa, lanzada por Bebé a la barrera, un disparo cruzado de Trejo y otro centrado de Bebé... Los de Paco Jémez amasaban un segundo gol frente a un Tenerife atento a un resquicio para montar una contra.

Lo que ocurrió fue lo primero. Un saque de esquina acompañado por una incorrecta maniobra de Ortolá pusieron en bandeja un testarazo de Saveljich para el 2-1 (68').

El Tenerife tenía poco más de un cuarto de hora para reaccionar y López Garai añadió más potencial con Malbasic y Miérez. Pero su equipo, cansado, casi por inercia y con más voluntad que ideas, no acertó a sorprender a un Rayo que supo conservar su ventaja.

Ficha técnica

Rayo Vallecano: Miguel Morro, Tito, Catena, Saveljich, Luna, Santi Comesaña, Pozo (Óscar Valentín, 85') Trejo (Jonathan, 70'), Embarba (Álvaro, 72'), Bebé y Ulloa.

CD Tenerife: Adrián Ortolá, Luis Pérez, Nikola Sipcic, Álex Muñoz, Isma López (Malbasic, 72'), Alberto, Aitor Sanz (Suso, 72'), Luis Milla, Nahuel Leiva, Álex Bermejo y José Naranjo (Ramón Miérez, 58').

Árbitro: Víctor Areces Franco, del Comité Asturiano, asistido por Fernández Suárez y Ortega Gil. Mostró la tarjeta amarilla a Aitor Sanz (11'), José Naranjo (15'), Ulloa (26'), Álex Muñoz (50'), Comesaña (81')

Goles: 0-1, m. 24: Luis Milla bate a Miguel Morro con un tiro raso y cruzado desde el punto de penalti tras recibir un pase desde la banda derecha de Nahuel Leiva. 1-1, m. 30: Catena, de cabeza, aprovechando un centro en una falta lateral lanzada por Adrián Embarba. 2-1, m. 68: Saveljich, de cabeza.

Incidencias: Partido de la undécima jornada de Segunda División disputado en el estadio de Vallecas con la asistencia de 9.335 espectadores. Representaron al Tenerife en el palco el presidente Miguel Concepción y el director deportivo Víctor Moreno. El equipo visitante utilizó su segundo uniforme, de color amarillo pistacho con detalles en negro. Los capitanes de cada conjunto fueron Adrián Embarba y Aitor Sanz. El encargado del VAR fue Óliver de la Fuente Ramos. Protestas desde la grada a la gestión del presidente Martín Presa, y huelga de animación, salvo en el gol. Ambiente frío, nada habitual en el estadio rayista.