El 23 de agosto, el Tenerife anunció el fichaje de Samuel Shashoua, un extremo y mediapunta inglés firmado por tres temporadas. Ya se había jugado la primera jornada de Liga y su incorporación a la plantilla se produjo en la semana del debut de los blanquiazules en el Rodríguez López. Unos pocos entrenamientos y la conveniencia de que se adaptara lo antes posible, fueron suficientes para que el exfutbolista del Atlético Baleares viajara con sus compañeros a Ponferrada el 31 de agosto, con vistas al partido en El Toralín. En una lista de diecinueve, Sam fue el descarte decidido por López Garai.

Al menos había dado el primer paso de acercarse a una convocatoria. Y el derbi se aproximaba como una ocasión ideal para que incluso debutara en la competición. Pero, de manera inesperada, Shashoua inició la semana del encuentro ante Las Palmas ejercitándose al margen del grupo. El 4 de septiembre, el club publicó un parte médico en el que daba a conocer la causa del contratiempo de Samuel: una lumbalgia. Y lo que parecía una dolencia que iba a tener poco tiempo al jugador en manos de los médicos y los fisioterapeutas, se ha convertido en una baja que ha apartado a Shashua de la actividad normal de su profesión durante 38 días. Ya se ha perdido siete partidos. El de mañana en el estadio de Vallecas será el octavo.

Sigue sin estar claro cuándo estará en condiciones de competir, aunque se supone que Samuel ya ha pasado la peor parte. Hace unos días viajó a su país natal para visitar la consulta de un especialista. Necesitaba tener una segunda opinión. Y volvió a Tenerife con la tranquilidad de saber que el diagnóstico inicial expuesto por el médico del club tinerfeño era coincidente. Solo le quedaba salir del gimnasio y atreverse a realizar ejercicios sobre el césped un poco más exigentes para acortar los plazos de su recuperación.

Ayer reconoció que se encuentra "cada día mejor" y que está con "muchas ganas de debutar". También confesó que el tiempo de baja está siendo "un poco más largo" del que esperaba. "Pero esto es fútbol", añadió Shashoua dispuesto a "estar con el grupo y ayudar".

El canterano del Tottenham confirmó que empezó a notar las molestias en la espalda después del viaje de regreso de Ponferrada, y aseguró que nunca había sufrido una dolencia de este tipo. Ni siquiera cuando completó toda la temporada pasada como local jugando en un campo con césped artificial, el del Atlético Baleares.

"Tengo 20 años y lo que quiero es jugar al fútbol, así que esta situación está siendo un poco dura para mí, pero ahora tengo más ganas que nunca", finalizó Samuel después del entrenamiento de ayer en El Mundialito.