Carmelo Santana era un apasionado de la natación, tanto en piscinas como en el mar. La falta de su pierna izquierda como consecuencia de un accidente de tráfico a los 19 años no le impidió seguir disfrutando de su gran afición, a pesar de que también sufría diabetes.

La última gran "locura", como se definió en su presentación, de dar la vuelta a Gran Canaria se inició el 1 de octubre en la playa de Las Canteras . Había cumplido ya siete etapas, con un total de 128 kilómetros. Y le quedaban otras cuatro pasos que sumaban 67 kilómetros para alcanzar nuevamente la principal playa de la capital, tras pasar por toda la costa norte.

Pero no pudo cumplir con su aventura. En la mañana del miércoles apareció muerto en una casa en la que se había hospedado en su escala en La Aldea , donde había llegado la tarde anterior, y donde fue recibido por miembros de la Corporación, familiares y amigos, en señal de apoyo a su iniciativa.

"Hoy -el martes- Carmelo ha terminado la etapa número 7 de su reto. Etapa muy dura, donde tiempo y marea acompañaron hasta la Punta del Descojonado, a partir de ahí más oleaje, lo que no impidió que culminara la etapa con éxito. Salió con una glucemia un poco alta, pero enseguida bajó a cifras normales, manteniéndose bien durante toda la travesía, comiendo algo cada hora aproximadamente, notándose ya al final la necesidad de insulina, pues llegó un poco más alto de lo deseado. Enhorabuena campeón!!!!!". Este es el resumen que realizaba la Asociación para la Diabetes de Gran Canaria (Adigran) de la última jornada en el mar, del que era socio. "Se fue haciendo lo que más quería y amaba...nadar", añadió este miércoles tras conocer la noticia.

La aventura de la Vuelta a nado Gran Canaria contaba con el apoyo del club Sin Barreras Driving & Swimming. Sin embargo, el sábado decidieron suspender la prueba, al tener constancia de las malas condiciones de mar y viento a la que se enfrentaba, que a su entender ponían en peligro "la seguridad de los participantes". A pesar de todo, Carmelo Santana desoyó los consejos y siguió adelante.

El dispositivo que acompañaba a la aventura estaba formada por 14 personas, entre ellos un socorrista, un fisioterapeuta y una enfermera, para controlar los niveles de glucosa del Carmelo, diabético desde hace unos años.

"Nos hemos enterado esta mañana del miércoles. Los miembros del club estamos desolados, tristes e incrédulos, sin palabras", reconocía ayer el relaciones públicas, Samuel Segura, que en diferentes ocasiones durante la conversación telefónica contiene las lágrimas, y que según admite, son extensibles a otros directivos. Y añadió que "ahora mismo no tenemos información. Estamos que no nos lo creemos. Es una noticia muy lamentable, y todos los miembros estamos en shock. Se va un padre, un hijo y un marido". Samuel Segura recalca que "su estado físico era espectacular, solo la diabetes, pero que estaba controlada".

Adigran manifestó a través de las redes sociales su pesar por lo sucedido, si bien valora que "se fue haciendo lo que más quería y amaba... nadar". Y el club Sin barreras se sumó con otro breve mensaje dando el pésame a familiares, amigos y compañeros.