Luis Milla comenzó la Liga como de costumbre, participando de principio a fin en los tres primeros partidos. Después fue expulsado en el derbi y tuvo que esperar una semana y media para recuperar su protagonismo habitual, primero en Elche y luego ante el Fuenlabrada. Pero, de manera sorprendente, a continuación enlazó dos jornadas en las que apenas jugó (10 minutos en Lugo), hasta que pudo retomar su condición de titular en la reciente derrota con el Extremadura. El centrocampista del Tenerife admite que no está en su mejor momento, pero se muestra seguro de que no tardará en ofrecer un rendimiento óptimo.

Este viernes se enfrentará a uno de sus anteriores clubes. ¿Qué recuerdos le trae la visita al Rayo?

Muchos. Jugué en el filial del Rayo Vallecano en Segunda B (2014/15) en mi segundo año de amateur. A pesar de que descendimos a Tercera, para mí fue una etapa muy bonita. El Rayo es un club especial en el que crecí como futbolista y en el que disfruté. No llegué a jugar en el estadio de Vallecas, exceptuando algún partido de entrenamiento, pero tengo claro que se trata de un campo especial y en el que se genera siempre un ambiente increíble. Y sigue siendo así, a pesar de que ahora no están las cosas de la mejor manera.

¿Qué le dice el dato de que el rival lleve cinco empates seguidos?

El Rayo mantiene a muchos jugadores de Primera. Son futbolistas con una enorme calidad y una trayectoria importante. Es uno de los equipos llamados a luchar por el ascenso y nos va a poner las cosas muy difíciles. Por nuestra parte, intentaremos repetir la imagen que estamos dando fuera de casa para poder llevarnos un buen resultado.

¿Qué tipo de partido imagina teniendo en cuenta que los dos equipos tratan de dominar la posesión?

Ojalá se parezca al de Lugo, ya que ellos también intentaron llevar la iniciativa y pudimos ganar. Creo que el Rayo nos va a apretar arriba, porque el estilo de su entrenador (Paco Jémez) es ese. Buscarán quitarnos el balón, así que habrá que tener paciencia y saber sufrir sin la pelota. Pero también habrá que tener personalidad para manejar el balón y hacerles daño en ataque.

¿Se toman ahora los partidos a domicilio de otra forma después de ganar el Albacete y Lugo?

La temporada pasada sufrimos mucho fuera de casa, pero los tres resultados y la imagen ofrecida en esta Liga (victorias en Albacete y Lugo y empate en Elche) nos dan más confianza. Cuando te quitas esa losa, sales de otra forma y tienes la sensación de que puedes hacerle daño a cualquiera. Creo que debemos seguir así, a pesar de estos dos partidos en casa en los que no estuvimos bien (Oviedo y Extremadura). Esa va a ser la única forma en Vallecas.

¿Cómo ha sido la semana tras las dos derrotas seguidas en casa?

Después de ganar en Lugo, vinimos con las ganas y la predisposición de hacer buenos partidos y tener una buena semana. Era un momento idóneo, una oportunidad muy buena para poder dar en casa la imagen que estábamos dando fuera, y no pudo ser. Pero tampoco tenemos que ser extremistas. Hace una semana estábamos hablando de un 1-4 en Lugo y parecía que nos íbamos a comer el mundo, pero tampoco tiene que ser así. Necesitamos una regularidad que tenemos que conseguir nosotros primero en el campo; y como lo sabemos, trataremos de mejorar para que, en futuros momentos en los que ganemos fuera, lo hagamos mejor en casa.

¿Hay algún punto en común en las tres derrotas en el Heliodoro?

Es raro perder tres partidos consecutivos en nuestro estadio, claro. Siempre hemos dicho que en casa somos fuertes. ¿Puntos en común? Los partidos ante el Fuenlabrada y el Oviedo fueron más parecidos que el del Extremadura. En este último encuentro se nos abrió mucho más el campo y tuvimos más opciones para desplegar nuestro juego y crear más ocasiones, pero no fuimos capaces de estar bien. Pero tenemos que ser conscientes de que vendrán muchos partidos en casa como el del Fuenlabrada y el Oviedo, y vamos a tener que adaptarnos para poder llevarnos buenos resultados. Tenemos que mejorar.

¿A qué se refiere cuando habla de adaptación? ¿Conviene entonces modificar el modelo de juego?

Vamos a muerte con la idea del míster. Lo que tenemos que hacer es ser más ambiciosos de cara al gol siendo un equipo que genera tantas llegadas al área. Somos capaces de llevar el balón al área con mucha facilidad, pero luego hay que tener mucha más ambición, tanto los jugadores de la parte de arriba como los mediocentros, para poder hacer goles y ayudar al equipo en esa faceta, y que los partidos se nos abran, porque en ese momento, con ventaja, seremos capaces de desplegar mucho más juego, tener más ocasiones y golpear más veces al rival.

¿La idea de juego del Tenerife le facilita las cosas a los rivales en los partidos en el Rodríguez López?

Sabemos que si el contrario se nos pone por delante en el marcador, los partidos se nos complican porque tenemos que ir a por ellos más de lo que estamos yendo. Pero si es al revés, se nos abrirían mucho. Para jugar y exponernos de esta forma necesitamos 90 minutos de mucha concentración. Esa es la única manera de poder sacar los partidos como queremos. Sí tenemos que mejorar las vigilancias, que son muy importantes en partidos como el del Oviedo y el Fuenlabrada, para que no sucedan esos mínimos errores que nos cuestan goles.

El entrenador ha detectado un problema de ansiedad en los partidos en casa. ¿Es para tanto?

Se nos han dado partidos así, en los que no hemos estado bien. El míster tiene razón al decir que el partido con el Extremadura fue totalmente diferente al del Oviedo. No fuimos capaces de tener tranquilidad y paciencia para llegar al área y crear ocasiones. Por tanto, igual sí se nos está notando la ansiedad de querer agradar y sacar un partido en casa que nos dé más confianza. No hemos sido capaces, pero sabemos qué errores hemos cometido y estamos trabajando en ello para ser mejores cada semana.

Entonces, ¿se sienten cómodos jugando como locales?

Se han dado las cosas así. No hay que ser extremistas, ni cuando ganamos 1-4 en Lugo ni cuando perdemos en casa. Sabemos que no estuvimos bien en los dos últimos partidos, pero hay que tener tranquilidad. Hace una semana y media estábamos hablando de un triunfo contundente y de que habíamos dado un buen nivel en Lugo. Por tanto, vamos a intentar tener más regularidad. La temporada acaba de empezar y sabemos que ganaremos muchos partidos en casa.

¿Cómo explica la baja producción ofensiva en el Heliodoro, de un gol en los cuatro últimos partidos? El técnico ha echado en falta más talento en algunos encuentros.

Nos hace falta un poquito más de ambición de cara a la puerta, esas ganas de meter gol. También es complicado cuando una defensa se encierra en su área, aunque ante el Extremadura no fue así. Tenemos que hacer mucho más para marcar goles y somos conscientes de ello. Ahora, en Vallecas, tendremos que ser contundentes y lo sabemos.

¿En qué medida ha afectado a la plantilla la oportunidad perdida, con las dos derrotas seguidas en casa, de entrar en el pelotón de cabeza de la clasificación?

Si ganamos en Vallecas se volverá a decir que estamos a un partido de poder acercarnos arriba; y podría ser así toda la temporada, aunque lo ideal sería tener una regularidad tanto emocional como deportiva que tenemos que buscar nosotros mismos para poder alcanzar una situación de privilegio. Pero hay que hacerlo con tranquilidad y sabiendo que cuando hay que estar arriba, es al final de la temporada. Con el trabajo que estamos haciendo y con tranquilidad, conseguiremos esa regularidad que necesitamos.

En las tres últimas jornadas fue titular solo en la más reciente. ¿Cómo lleva esta inusual situación?

Soy consciente de lo que tengo que mejorar y de que, probablemente, no estoy en mi mejor momento. Todos tenemos que asumir el rol que elija el míster, porque él siempre busca lo mejor para el equipo. Y tenemos que estar preparados para lo que nos toque y ayudar a los compañeros entrenando y en los partidos, igual que si jugáramos los 90 minutos. Debemos ser conscientes de que formamos un equipo y tenemos que remar todos para conseguir cosas.

López Garai ha destacado su aportación saliendo como suplente.

Es que esa es la única forma de poder ayudar, y no salir al campo con mala cara o mostrando tu malestar. Claro que uno está jodido cuando no juega, como todos los compañeros. Pero tenemos que estar preparados para lo que nos toque, porque la temporada es muy larga y habrá momentos para todos.

Admitió antes que no está en su mejor momento. ¿A qué lo relaciona?

Probablemente, en lo emocional no acabo de estar bien. Uno tiene que saber que hay momentos buenos y malos, y tratar de aceptarlos, pero sobre todo trabajar mucho para que esos momentos pasen rápido y ayudar de la mejor forma al equipo.

¿Ese estado de ánimo tiene que ver con la posibilidad que se le presentó en verano de marcharse a un club de Primera División?

Es un cúmulo de todo. No soy de piedra y claro que he sufrido, pero tengo que intentar pasar ya de ese tema. Creo que hemos hablado demasiado de ello y bastantes vueltas le he dado a ese asunto. Tengo que estar centrado en ayudar al equipo desde el papel que me toque, igual que los demás compañeros. Uno tiene que estar fuerte y mostrar siempre el mejor nivel.

¿Es optimista en su propósito de recuperar su mejor versión?

Sin duda. Con trabajo y con la pasión que tengo por este deporte, estoy seguro de que me quedan muchos momentos buenos en el Tenerife. Ojalá veamos al mejor Milla el viernes en Vallecas para poder ayudar de la mejor forma al equipo.

Quedó pendiente la revisión de su contrato. ¿Han avanzado?

Tienes que preguntarle al club. Es algo que depende del club.

¿Se mantiene al margen?

Sí.

¿Está contento en el Tenerife?

En ese sentido, tienes que preguntarle al club. Contento sí estoy, porque siempre he sido muy feliz aquí y he sentido mucho cariño en el Tenerife. Por eso estoy muy tranquilo. Estoy muy contento por la vida que tengo en la Isla, por lo valorado que me siento y por jugar en un club tan importante, que me ha dado tanto y al que espero dar mucho, como es el Tenerife.

¿Se siente valorado en la calle?

Sí. No tengo ninguna queja. Siempre me transmiten cariño, y es algo recíproco. Cada vez que juego en el Heliodoro, la gente me muestra un cariño que me da mucha fuerza para dar mi mejor versión.

¿Y en el vestuario?

Cuando uno juega no pide explicaciones, y cuando no lo hace, tampoco. Cada uno tiene que asumir el papel que le toca y ayudar de la mejor forma a los compañeros desde fuera. Aquí tenemos grandes ejemplos, como los de Carlos Ruiz y Aitor. Con el ejemplo de estos dos jugadores, está claro que lo único que puedes hacer en el campo y en los entrenamientos es ayudar y apoyar. Estas son las cosas que hacen que un grupo sea mejor. Aquí no hay que hablar de nombres, sino del Tenerife, que es lo más importante.

En resumen, ¿cómo tranquilizaría a un aficionado al que le preocupe su estado de forma actual?

Uno pasa por momentos malos y buenos en su carrera, y este, emocionalmente, no es uno bueno para mí. Pero espero que el viernes, desde donde me toque y el tiempo que me toque, ya se vea al Milla de siempre, al Milla que lo deja todo y que busca su mejor versión para ayudar al Tenerife en todo momento.