Después de la tercera derrota seguida del Tenerife en el Heliodoro se habló más de estados de ánimo que de fútbol en la sala de prensa. Aritz López Garai, entrenador del equipo blanquiazul, se mostró preocupado por el estado de "ansiedad" que está condicionando tanto a sus futbolistas en los partidos en casa.

"Nos está pesando jugar como locales", admitió refiriéndose a una "sensación de ansiedad y presión" que está propiciando tantos tropiezos en el Rodríguez López. "Es una realidad", subrayó Aritz. "El equipo hace cosas bien por momentos, pero desde el inicio del partido se pudo notar una sensación de pánico y de que podía pasar algo malo en cualquier momento, y eso hay que quitarlo, hay que liberar a los futbolistas de esa ansiedad por afrontar los partidos en casa".

López Garai insistió en el mismo análisis. "Estamos imprecisos, nerviosos y ansiosos, y nos está pesando la responsabilidad", repasó sin olvidar que la respuesta del Tenerife a domicilio está siendo diferente; y también los resultados: siete puntos en las tres últimas visitas. En cambio, la versión casera no hace sino dejar señales inquietantes. "Fallas dos pases y notas una sensación de agobio", lamentó tras el "duro golpe" recibido ayer. "Habíamos iniciado muy bien la semana después de ganar en Lugo y porque venían dos partidos en casa que nos podían aupar en la clasificación, pero ha pasado todo lo contrario. La losa fue muy grande en el encuentro con el Oviedo y en el siguiente, mayor aún", manifestó López Garai tratando de aportar alguna solución. "Hay que quitarle la presión a los futbolistas. No tienen que sentir la responsabilidad por los malos años que ha tenido el club", agregó.

¿Cómo se corrige ese defecto? El entrenador insinuó algunas pautas y destacó la conveniencia de que "cada error" no provoque "cinco o seis minutos de desconexión", que el equipo sea consciente de que "no es fácil encontrar espacios" ante un rival que presiona, que cada "golpeo" del adversario no "dañe" tanto a los jugadores... En definitiva, opinó que sus futbolistas deberían "disfrutar jugando" y no obsesionarse con "querer ganar antes de empezar el partido", ya que los blanquiazules están "cargados de presión y eso es preocupante". Con todo esto, expresó su convencimiento de que el Tenerife logrará hacer una "buena temporada".

En el plano futbolístico, explicó que el Extremadura fue superior en un primer tiempo que acabó con la única buena noticia del resultado (1-1). "En el segundo estuvimos cerca de darle la vuelta, pero en una acción aislada llegó el penalti y nos hizo mucho daño, porque luego fue un querer y no poder".

Aritz también se refirió a su decisión de incluir en la alineación titular a José Naranjo, después de dejarlo fuera de las cinco últimas jornadas. "Es un chico al que tenemos que recuperar para la causa sí o sí, porque nos tiene que dar sus condiciones, su velocidad, su golpeo... Estuvo fuera del equipo durante un tiempo porque otros compañeros estaban mejor, pero, después de tantas jornadas, creí que este era el momento de que jugara. Hizo cosas interesantes, pero no era fácil", manifestó López Garai en la sala de prensa del estadio.

Manuel Mosquera, entrenador del Extremadura UD: "Después del gol de penalti realmente no pasó nada más"

Manuel Mosquera calificó como "excelente" la primera parte que realizó el Extremadura en el Heliodoro y opinó que el triunfo de su equipo fue "justo", a pesar de que "el Tenerife fue mejor" en un tramo largo del segundo tiempo, justo antes del gol de penalti. "A continuación cerramos el partido y realmente no pasó nada", dijo.

"Supimos neutralizar a un equipo muy bueno, a un rival que quiere jugar, que es rápido y que quería cogernos las espaldas", analizó Manuel. "Nuestro escenario era el de que ellos no corriesen, y lo conseguimos", apuntó.

"En la segunda mitad pasó lo normal: el equipo de casa necesitaba ganar e hizo cosas muy buenas", señaló antes de admitir que el Tenerife generó un "correcalles" que no le vino bien al Extremadura y "la tuvo" para marcar. "Pero en su mejor momento, llegó el penalti", resumió.