Doha, capital de Catar, está acogiendo el mundial de atletismo más singular de la historia de la competición. Las críticas arrecian sobre la cita planetaria debido a dos motivos capitales: las altas temperaturas, que han llevado a los maratonianos y marchadores a la absoluta extenuación; y la ausencia de público en las gradas del Estadio Internacional Khalifa, con capacidad para 50.000 espectadores, aunque con asistencias de centenares de espectadores.

"El atletismo se merece más que esto", sentencia a EL DÍA Samuel García desde territorio árabe. El palmero ultima su preparación en el emirato absolutista de cara a su concurso con el relevo español del 4x400 metros, que buscará el sábado su pase a la final y, por consiguiente, el billete para los Juegos Olímpicos de Tokio -Japón- 2020.

¿Cómo llega al evento, sobre todo a nivel moral, después de no haber conseguido la mínima requerida en los 400 metros?

La verdad que hace unas semanas hubiese dicho que mal. Por fortuna, he sabido valorar la oportunidad de estar en otro Mundial -su tercero, tras los de Moscú 2013 y Londres 2017- y eso a este nivel es una suerte. En este último mes he entrenado muy bien y voy a más. Es una pena que ahora no tenga un 400 individual para poder mejorar mi registro del presente año -46.29-.

Visto lo visto en cuanto a marcas, lejos de las que suele tocar con comodidad, ¿se equivocó en la planificación del año?

Es posible. Con tantos meses y tanto volumen de trabajo, luego es difícil ajustar el pico de forma en tan pocas semanas donde nos lo jugamos todo. Diría que ha habido un poco de todo: planificación y algún entrenamiento específico que no he hecho.

Lo bueno es que todos los relevistas arribarán frescos a la prueba, dado que ninguno hará los 400 metros. ¿Qué objetivos claros se marcan y en qué tiempos creen que pueden correr?

Veremos si, en estos días que faltan, algún compañero con molestias puede irse recuperando para que estemos todos al 100%. Más que objetivo de marcas, nos interesa clasificarnos para la final, entre los ocho mejores, y ganarnos la plaza fija para Tokio. Si no es así, está claro que lucharemos por hacer un buen registro ya que quizás nos pueda dar el pase a los Juegos Olímpicos. Se colarán también los ocho mejores tiempos entre este año y el próximo.

Óscar Husillos, Darwin Echeverry y usted. En el equipo están tres de los cuatro atletas que lograron el récord de España -3:00.65- hace dos años en Londres. Junto a Julio Arenas, parece que son los que competirán, con Mark Ujakpor como suplente. ¿Es así?

La decisión la tomará el responsable -Toni Puig- un día antes -jornada del viernes-. Quizás partimos con ventaja, pero nosotros al menos no lo sabemos.

¿En qué selecciones hay que poner el foco y con quiénes se tienen que batir el cobre para clasificarse para los Juegos?

Hay selecciones que están bastante por delante, como Estados Unidos, Trinidad y Tobago o Jamaica. Luego, yo creo que entramos muchos europeos, como Gran Bretaña, Bélgica, Italia, Francia o nosotros, y alguna más.

¿Cómo está llevando los entrenamientos a nivel de temperaturas? ¿Le están afectando? ¿Cuántos grados se están alcanzando?

Es una barbaridad. A nivel meteorológico, jamás tuve esta sensación. Es cierto que prácticamente salimos a la calle lo justo y cuando lo hacemos es de noche. Aún no la he pisado a la luz del día. Cuando entrenamos, la sensación es peculiar. En poco tiempo el cuerpo ya está listo, caliente. Eso sí, la humedad es criminal. Prácticamente, solo con andar ya estas sudando una barbaridad. La sensación se multiplica por 10 cuando estás entrenando. En el estadio hay una temperatura normal, muy agradable por el aire acondicionado. Este Campeonato es muy peculiar y diferente. Sobre todo, estamos teniendo mucha precaución con los cambios bruscos de temperatura. Siempre llevamos ropa de abrigo en la mochila. Aquí, prácticamente los días son muy parecidos. Por el día se superan los 40 grados siempre. Por la noche estamos por sobre los 30 y pocos, pero con mucha más humedad que por el día.

¿Qué reflexión le nace sobre la elección de Doha, una vez padecidas estas temperaturas o tras ver un estadio prácticamente vacío en plena competición?

El atletismo se merece más que esto. A los primeros que nos duele ver las gradas así es a los atletas. Venimos de un Mundial de Londres donde se vendieron más de 700.000 entradas. Cada día había lleno. Ya no solo es luchar contra estas temperaturas, sino alargar la temporada hasta octubre, cuando lo normal es llegar hasta agosto o principios de septiembre. Es cierto que ha habido mucha innovación en puestas en escena, pero nada más.