Este miércoles (21:00 horas, Santiago Martín), Txus Vidorreta arranca la que será su cuarta temporada como máximo responsable técnico del Iberostar Tenerife. Lo hará con la misma ambición de siempre, aunque en este caso se le nota con cierto tono conservador en su discurso; sabedor quizá de que el reto que afronta es mayúsculo. Lo es por la teórica exigencia previa que se ha labrado con sus propios resultados en el conjunto lagunero, y también porque tendrá que saber domar y exprimir una plantilla completamente nueva, en la que solo repite Tomasz Gielo. Un puzle de cuyo correcto engranaje dependerá un positivo rendimiento inmediato de los aurinegros. Varias lesiones durante la pretemporada condicionan esta puesta en escena, si bien el preparador bilbaíno ya atisba trazos optimistas en las líneas maestras que pretende dibujar para su equipo. La principal, la solidez defensiva, con un propósito, dejar a sus rivales por debajo de los 75 puntos. O lo que es lo mismo, optar seriamente a ser el conjunto de la competición que menos tantos recibe.

¿Apenas unas horas para el inicio liguero. ¿Llega en condiciones óptimas el equipo a este estreno?

Bueno, está claro que juntos solo hemos jugado seis partidos, sin olvidar que algunos hombres importantes han hecho a lo máximo dos, que Álex López ni llega a eso, y que Pablo Aguilar ni ha podido debutar. Dentro de esas dificultades, creo que hemos aprovechado bien el tiempo con una pretemporada muy sólida desde el primer día en todos los conceptos defensivos y en la idea del ataque. Pienso que estamos en una buena condición para afrontar este inicio de temporada, aunque durante los partidos tendremos ciertas lagunas que debemos corregir con el paso del tiempo y con el máximo esfuerzo.

¿Qué es lo peor del equipo ahora mismo?

Pues que hemos tenido que rehacer los roles por las bajas, especialmente en el puesto de cuatro. Trajimos a Darion Atkins como cinco y creo que en el primer mes de competición va a tener que estar centrado en el puesto de ala pívot aunque puntualmente pueda ayudar como poste.

Doce jugadores nuevos, ¿pero se supone que sí seguiremos viendo el mismo estilo en este Canarias?

Sí. Todos tenemos que adaptarnos, y yo mismo voy aprendiendo y absorbiendo lo que cada uno de ellos me puede transmitir. Según conozca a los jugadores mejor en el día a día también se podrán producir pequeños cambios. Pero la filosofía va a ser la misma: tratar de defender duro, ser agresivos, correr cuando haya ventaja, y jugar con orden y compartiendo la pelota cuando toque cinco contra cinco.

Estilo muy similar ¿y también objetivos parecidos?

Los objetivos van más de la mano con el día a día, porque ya hemos empezado mal en el tema de las lesiones. Ya la de Tomasz Gielo el año pasado me trastocó por completo al perder a un jugador importante para todo el año, e incluso con la duda de si su carrera deportiva corría peligro. Ahora nuestro objetivo es ser competitivos cada semana, y construir un equipo sólido y potente. Si así la competición nos permite luchar por objetivos importantes, estaremos ahí preparados para hacerlo.

¿Podemos hablar de que alguna de las piezas que han llegado lo han hecho para sustituir a otras concretas?

En principio las características de los jugadores son muy diferentes. Si pensamos en nuestro quinteto titular del año pasado, pues Marcelinho y Rodri tienen poco que ver; Sasu y McFadden, nada; Singler y Beirán, es verdad que son jugadores all around que hacen un poco de todo, pero cada uno en su estilo propio; en el cuatro Atkins y Abromaitis poseen características diametralmente opuestas; y en el cinco Shermadini y Colton, pues lo mismo... Y en el resto de jugadores tampoco hay muchas similitudes. A nivel individual somos un equipo muy distinto, pero ya se ha podido ver que a nivel colectivo sí nos podemos empezar a parecernos un poco.

¿Compara antes a Javi Beirán con Kyle Singler que con Dani Díez?

Javi Beirán fue el tres titular el año pasado, y sobre el papel hemos traído a Kyle para que también lo sea. Ya luego como cupo, perfil de jugador cuando ha llegado, y papel que pueda asumir más adelante, probablemente Dani Díez acabe siendo nuestro Javi Beirán del futuro.

¿Se llegó a poner nervioso en verano cuando, por una razón o por otra, la plantilla quedó completamente desmantelada?

Tuvimos cuatro semanas en las que la comunicación interna fue muy constante y fluida; y es verdad que, ante la toma de decisiones que se nos presentaba, hubo un cierto punto de intranquilidad, fruto también de una temporada previa muy intensa y que requirió de todos un esfuerzo enorme. Una vez que tuvimos claro el escenario y la línea a seguir, las dudas se disiparon. A eso ayudó una gran noticia como fue la firma de Gio Shermadini. Que un jugador top como él se decidiera por venir al Canarias sabíamos que era un movimiento que nos iba a liberar otros. Fue como un decir ¡ey, tenemos que afrontar muchos cambios, pero estamos aquí; somos el Canarias y volveremos a construir una buena plantillla!

Ya vivió en su día una situación similar en Alicante cuando en verano la plantilla varió por completo. ¿Ayuda esa experiencia a lo que está afrontando ahora?

Aquel era un entorno distinto, el de un club en crisis y con una directiva que también cambió. Todo lo contrario que sucede aquí. Fueron motivaciones completamente opuestas. Ya en la hora de la construcción del juego sí sé que ante la llegada de tantos jugadores nuevos acabas obligado a reducir carga táctica. Al principio metimos muchas cosas para que la plantilla supiera cuál es el escenario en el que se va a encontrar todo el año, pero luego hemos bajado el pistón para dar con el sitio en el que nos sintamos más cómodos.

¿Qué pieza le está costando encajar más?

A nivel defensivo nuestra filosofía es un poco compleja y hay momentos en los que se producen desconexiones, y eso a su vez genera frustración. Ahí debo recordarles a los jugadores que solo llevamos seis semanas juntos y que en una defensa arriesgada como la nuestra a veces una canasta fácil del rival llega después de tres acciones buenísimas. La idea es dejar a los equipos por debajo de los 75 puntos, algo que ya estamos logrando. Y en ataque a veces tomamos tiros un poco precipitados, especialmente cuando vamos con marcador a favor; eso es algo que debemos controlar y que con Marce lo podremos corregir.

¿Algún jugador en concreto que eche de menos?

A todos, porque estamos hablando de jugadores que nos han dado mucho y que han sido decisivos en los mejores años de la historia reciente del club. Rodrigo, Tim, Javi... ¿Cómo no los vamos a echar de menos? Se me hace hasta raro no verlos con nosotros, y más aún cuando te enfrentas a ellos. Ya luego, ¿lamentarme por haber dejado marchar a uno o a otro? Pues no, porque en cada caso creo que hicimos lo que debíamos hacer.

Hablaba antes de un Darion Atkins que se va a ver obligado a jugar de cuatro y no de cinco. Esa versatilidad de la plantilla, ¿es más una virtud o una obligación por lo que se han encontrado?

Es una virtud y algo buscado. Teníamos claro que al hacer un equipo nuevo debíamos contar con recursos suficientes para no irnos al mercado con una plantilla larga. Tener jugadores polivalentes es una ventaja, como por ejemplo que Iffe pueda jugar como uno y como dos, que Santi haga el dos o el tres; igual con Dani y Kyle en el tres y el cuatro; o que Darion se mueva en el cuatro y el cinco.

Números en mano, el equipo, en líneas generales, parece bastante fiable en el tiro libre. Hace dos años, por ejemplo, echaba en falta que sus jugadores fueran algo más verticales ¿Variará algo ahora el estilo de juego para tratar de forzar más personales?

El sacar más o menos faltas depende en buena medida de la capacidad que tengas en el uno contra uno, y ahí pienso que tenemos mejores jugadores. Y por lo tanto estoy convencido de que vamos a mejorar nuestra producción desde la línea de tiros libres. Ya luego para que se señalen o no esas faltas entran en juego más factores.

El año pasado el equipo se estrenó contra el campeón Real Madrid, un rival de entidad que le gustaba porque así no existía el menor atisbo de relajación. Este curso toca medirse, y en casa, a un recién ascendido...

Si estamos hablamos de exceso de confianza, en absoluto. El equipo está más que mentalizado de que el Bilbao Basket ha hecho una gran pretemporada, como lo atestigua su última victoria con claridad contra el Joventut. Sabemos que tienen muchos focos de anotación, tanto fuera como en el interior, con jugadores que son muy complicados de parar en la pintura. No pensamos en que el Bilbao es un recién ascendido, sino un histórico de la competición.

A una docena de alcanzar los 500 partidos

La que mañana empieza será la decimosexta campaña de Txus Vidorreta en los banquillos de la ACB. Hasta la fecha el de Indautxu acumula 12 temporadas completas y otras tres parciales, entre ellas con la que inició su vínculo con el CB Canarias. Una trayectoria que ha colocado al bilbaíno al borde de los 500 encuentros ligueros. Le quedan 12 al vizcaíno para esta cifra redonda. “Sí, estoy cerca, y espero cumplirlos este año”, asiente con una sonrisa el entrenador aurinegro, que salvo sorpresa llegará a dicha efeméride el 7 de diciembre en el choque frente al UCAM Murcia. Cantidades que son sinónimo de “llevar ya mucho tiempo” en la rueda, “desde 2004 casi sin parar”. “Cumplí los 100 primeros en Bilbao, y ahora será igual de bonito cumplir los 500 en Tenerife porque son los dos clubes que realmente más me han llegado al corazón. En otros equipos me he sentido también muy cómodo, pero es innegable que el Bilbao y el Canarias son mis dos equipos”, comenta Txus.

Entrará Vidorreta este curso en el TOP 10 de técnicos con más duelos dirigidos en la élite nacional. Se le pone a tiro, en un par de años, la sexta plaza del ránking, pero todavía a un mundo de las cifras que dejó Aíto García Reneses -1.077 encuentros- antes de su marcha a Alemania. “Pues no lo veo posible, la verdad, pero es que no me veía ni en 500”, reconoce. “Son cifras importantes, y creo que demuestran la confianza que he podido trasmitir a muchos clubes”, comenta a modo de resumen, sin esconder que todavía le quedan, en su carrera, “muchos retos que cumplir... aunque ya no sea aquel joven técnico bilbaíno”. Un horizonte en el que Txus tiene apuntados desafíos “en la ACB y con el Canarias”, e incluso “a medio o largo plazo intentar otro tipo de aventura”. “Pese a llevar 38 años en los banquillos todavía me considero un entrenador joven, y me sigue gustando innovar, encontrar cosas nuevas... Y por eso no descarto emprender una experiencia en el extranjero e incluso luego poder entrenar a alguna selección, que no tiene que ser la española”, apostilla el bilbaíno.