A Luis Milla le cambió la vida el CF Fuenlabrada. Llegaba después de sufrir una lesión en el Guijuelo, donde se rompió el ligamento cruzado y apenas pudo disfrutar de los minutos que deseaba. Tenía apenas 21 años y vio frustrada su progresión. Entonces llamó a su puerta el conjunto del norte de Madrid. Allí recuperó la ilusión y su nivel. Consiguió galones de capitán y un contrato hasta 2021.

Una eliminatoria contra el Real Madrid en la Copa del Rey le convirtió en noticia nacional al descubrir que en el Fuenla jugaba el hijo del mítico Luis Milla. "Me siento del Fuenlabrada como si fuera desde chiquito y, a corto o medio plazo, me gustaría jugar con ellos en Segunda", dijo en un reportaje de Movistar por entonces. Destacó en aquel doble partido, pero el Tenerife ya le tenía desde verano en el radar y no se lo pensó.

En el mercado de invierno de 2018, Alfonso Serrano decidió que había que pagar los 500.00 euros de su cláusula de rescisión porque el potencial de Milla le convertía en un futbolista con proyección para jugar en la máxima categoría. "Creo que el salto me viene en mi plenitud. Desde que vi el interés grande que había del Tenerife no lo dudé. Han hecho un gran esfuerzo para que yo venga y estoy muy agradecido", comentaba en su presentación como jugador blanquiazul.

El Fuenlabrada, líder por entonces del Grupo I de la Segunda División B, bajó su rendimiento. Y aunque disputó el playoff no logró el ascenso. Tardó un año más en subir ese escalón, pero por fin está en el fútbol profesional. Ahora visitará el Heliodoro y Milla se reencontrará con su pasado.

"Es un partido especial. Los futbolistas necesitamos, especialmente en nuestra etapa de juventud, a un club que cuente con uno y te dé confianza. El Fuenlabrada confió en Luis, devolviendo ese respaldo con dos temporadas a un alto nivel. Le sirvió para dar el salto a Segunda", decía ayer su padre en Deporpress. El propio jugador del Tenerife ya se preparaba el pasado jueves para vivir un encuentro "especial" contra un equipo al que tiene mucho que agradecer.

Bartolomé Mere Romero, entrenador del CF Fuenlabrada, confirmó ayer que podrá contar con la mayor parte de su plantilla para el duelo de mañana en el Heliodoro. "En su mayoría ya no están afectados. Hemos tenido que adaptar los entrenos a los jugadores y a la intensidad que podían tener. Hay que tener en cuenta el proceso (vírico) del que vienen para la carga del entrenamiento y hemos tenido en cuenta que son jugadores que han estado deshidratados y han tenido los síntomas ya sabidos", explicó en alusión a la intoxicación alimentaria que impidió a los madrileños jugar contra el Zaragoza el pasado miércoles.

Será, por tanto, un partido en el que los jugadores tendrán que "tirar de amor propio", aunque no quiso calificar como mermada la situación en la que llega la escuadra azulona al choque. Mere calificó al Tenerife como "un equipo que construye muy bien desde atrás, con un juego interior muy rico y jugadores que desequilibran arriba".

El técnico confirmó la ausencia de Héctor Hernández, así como la de Oriol Riera. "Tiene unas molestias musculares, no hay rotura, pero necesita una semana más", expuso antes de indicar que el resto de la plantilla será elegible para conformar la lista de convocados.

Mere: "El Tenerife tiene un juego interior muy rico"