El Tenerife no está acostumbrado a ganar fuera de casa, y menos a hacerlo por un margen tan amplio como el que reflejó el marcador del Carlos Belmonte. El 0-4 se ha repetido muy pocas veces en su historia.

Uno de los antecedentes de un total de cuatro coincidió con la Liga del último ascenso a Primera División del equipo blanquiazul. En la 2008/2009, el Tenerife de José Luis Oltra dio su antepenúltimo paso hacia la máxima categoría al superar con rotundidad al filial del Sevilla en la Ciudad Deportiva hispalense. Alfaro, Nino, en dos ocasiones, y Kome moldearon el triunfo con sus tantos antes de que el equipo venciera en el Heliodoro al Xerez (2-0) y sellara su objetivo dos jornadas más tarde en el campo del Girona (0-1).

Tres cursos después, el Tenerife se vio compitiendo en Segunda División B, y en su intento de regresar al ámbito profesional, sin éxito en ese ejercicio, llegó a sumar tres puntos con un 0-4. Lo logró el 8 de enero de 2012 en el campo de la RSD Alcalá. Víctor Bravo, Kiko Ratón, Marcos Rodríguez y un recién fichado Aridane Santana fueron dando forma al amplio resultado a favor de un equipo que cambió de entrenador dos jornadas más tarde, después de que el club despidiera a Calderón y fichara a Andrés García Tébar.

Los otros dos 0-4 se registraron en Segunda División. El de la Liga 1999/2000 dio mucho que hablar, dado que el triunfo blanquiazul quedó en el aire por una supuesta alineación indebida de Jordi Ocaña en el estadio de Butarque.

El 12 de diciembre de 1999, aquel Tenerife, entrenado en ese tramo por Castro Santos y obligado a pelear por el ascenso para recuperar un lugar en una categoría en la que había sido protagonista durante la década anterior, se marchó del campo del Leganés con una victoria que estrechaba su distancia con el tercer puesto. Pero estalló el inesperado caso Jordi y el representativo no pudo contar con esos puntos hasta que el Comité Español de Disciplina Deportiva de la RFEF no emitió un fallo a su favor unos meses más tarde. El club ganó en los despachos, pero el equipo terminó lejos de su meta.

El recorrido por los 0-4 desempolva la comparecencia del Tenerife en el campo del Puente Genil de la temporada 1956/57, la cuarta del club en las categorías nacionales. El conjunto dirigido por Diego Lozano cerró su participación como visitante con su triunfo más amplio a domicilio ante un rival que terminó descendiendo. Una jornada antes también había marcado cuatro tantos fuera, pero para perder en El Arcángel (7-4).

Goleadores de estreno

Ni Álex Bermejo, ni Robert Mazan, ni Ramón Miérez, ni Dani Gómez habían marcado con el Tenerife en partidos oficiales, y tampoco en Segunda A.

Cambio de tendencia

El resultado en el Carlos Belmonte deja otra lectura. El Tenerife ha enlazado dos jornadas sin encajar, la del derbi y la de ayer. Después de recibir ocho tantos en las primeras tres fechas (dos del Real Zaragoza, dos del Numancia y cuatro de la Ponferradina), ha conseguido cerrar su portería.

Bermejo lo tuvo claro

El encargado de adelantar al Tenerife en el Carlos Belmonte se define como un jugador que tiene "interiorizada la idea de llegar al área". Ayer lo demostró en la primera jugada para aprovechar un pase de Malbasic y batir al portero. "Vi que Filip entraba por la banda derecha y que había espacio en el segundo palo, así que pensé que si me ponía el balón ahí, era gol", explicó el atacante blanquiazul. "El pase fue una maravilla", añadió Bermejo.

Miérez, atento al VAR

Ramón Miérez confesó que "da un poco de miedo" festejar goles en situaciones como la de ayer, ya que tuvo que esperar a que el árbitro concediera su tanto tras consultar la acción con el VAR. En cualquier caso, se mostró "contento" por haber marcado y por el resultado del trabajo colectivo. "Poco a poco voy agarrando el ritmo", reconoció el delantero cedido al Tenerife por el Alavés