El Comité de Competición de la Federación Española sancionó ayer a Luis Milla con un partido de suspensión, tal y como se esperaba, después de la tarjeta roja directa que recibió el pasado sábado en el derbi contra la UD Las Palmas. La dura entrada que realizó el mediocentro blanquiazul a Pedri, jugador tinerfeño de la UD Las Palmas, provocó que Díaz de Mera le enseñara el camino de los vestuarios. En el acta contempló el impacto con la planta del pie utilizando "una fuerza excesiva", pero no se refirió a la distancia o no de jugar el balón, algo determinante para evitar un castigo mayor.

Competición fundamentó la sanción en el artículo 123.1 del Código Disciplinario, que coloca el castigo entre uno y tres partidos por "producirse de manera violenta con ocasión del juego o como consecuencia directa de algún lance del mismo, siempre que la acción origine riesgo, pero no se produzcan consecuencias dañosas o lesivas", como fue el caso a pesar de la insistencia de parte de la afición grancanaria. "Hay gente para todo. Toca respetarlo. Quien me conoce sabe que no lo hice intencionadamente. Soy un jugador noble a quien nunca le había pasado esa circunstancia", decía ayer Milla.

Haciendo autocrítica, admite que "fue una jugada dura" en la que tuvo "mala suerte". Pero reiteró que "fue sin mala intención". La película de la jugada está fresca en la cabeza del futbolista madrileño. "Salgo de un recorte, voy a por el balón y llego tarde; sabía que era roja desde el primer momento. Lo entendí y tocó resignarse".

El centrocampista del CD Tenerife contó que incluso fue a ver a Pedri al final del partido. "Y me dijo que estaba bien", añadió. Repasando la acción, Milla asegura que fue "consciente" de que la entrada es dura desde que se tiró. "Le pedí perdón entonces y luego lo vi en el vestuario", insistió. Además, cuando salía del terreno de juego se sintió "fastidiado por dejar al equipo con uno menos" y porque esa circunstancia impidió "pelear por la victoria hasta el final".

"Por fortuna, el equipo hizo un gran trabajo", valoró tratando de sacar conclusiones que le sirvan para el futuro: "Cuando sales, piensas en que uno no puede permitirse eso, más cuando unos minutos antes vi amarilla por protestar. Debo controlar mi ímpetu. Es la primera vez que me pasa".

Milla se perderá ahora la visita a Albacete, en la que espera que el equipo empiece a "ser más regular" en su rendimiento. "Somos conscientes de que damos peor versión que en casa y de que debemos ser más efectivos en las áreas", expone para fijar como objetivo a continuación "estar más cerca de Zaragoza que de Ponferrada".

El Albacete no será un rival sencillo para los blanquiazules porque "tiene las ideas claras en el Carlos Belmonte". Ser efectivos y sólidos sería lo ideal. "Ante Las Palmas concedimos poco, pero sufrimos algo más a balón parado", recordó el medio blanquiazul.

En esa misma línea, apostó por ser "más ambiciosos para hacer mejores cifras" en el apartado realizador, algo que "no es solo responsabilidad de los delanteros. En cada partido, llegamos, pero nos falta incorporar a más jugadores a zona de remate".

López Garai prueba con Alberto como 'seis'

La baja de Luis Milla para Albacete abre el abanico de posibilidades para sustituir a una de las piezas básicas en el once de Aritz López Garai, que ayer probó con Alberto Jiménez en el centro del campo. El majorero actuó como seis en varios partidillos, lo que supuso que Aitor Sanz adelantara su posición para situarse al lado de Borja Lasso. Sería, por tanto, el veterano centrocampista madrileño el que asumiera las funciones del sancionado.

Alberto, que conoce perfectamente la demarcación, le daría consistencia a la zona ancha ante un rival especialmente peligroso como el Albacete. Eso sí, dejaría una vacante en el centro de la defensa por la que ya se pelean Nikola Sipcic y Álex Muñoz. El primero ni siquiera entró en la convocatoria para el derbi ante la UD Las Palmas. Su técnico, que ha reconocido que se precipitó en su introducción en el equipo, le dio descanso. El segundo disputó los últimos minutos y confía en tener su primera oportunidad acompañando a Carlos Ruiz, que ahora parece fijo.

El que saldría peor parado de esta ecuación es Iker Undabarrena, teórico suplente de Aitor Sanz como seis y que no termina de acercarse a las expectativas depositadas en él. La elección de Alberto, modificando además la posición de Aitor Sanz para reemplazar a Milla, supondría un varapalo para el exjugador del Athletic. El canterano Javi Alonso o Álex Bermejo parecen alternativas menos probables en el Carlos Belmonte.