Con la de Nahuel Leiva, el Tenerife puso fin a la serie de presentaciones de los fichajes realizados en el mercado de verano. Víctor Moreno contó que la del extremo argentino no fue una incorporación "nada sencilla" y que "se dilató" porque empezó como una posible cesión y acabó convirtiéndose en una operación de compra resuelta con un contrato de tres años de duración después de que el futbolista se desvinculara del Olympiacos griego.

Finalmente, el Tenerife pudo hacerse con los servicios de un jugador que le dará desequilibrio, velocidad, versatilidad y "un salto diferencial de calidad" en todo el frente ofensivo para elevar sus cifras goleadoras, ya sea con sus remates o con asistencias.

Tras desestimar otras ofertas, Leiva llegó a formar parte de un club del que "se enamoró", tal como reveló Moreno y confirmó el protagonista. "Cuando me hablaron del proyecto, le dije a mi representante que lo parara todo porque el Tenerife me había convencido", confesó Leiva, seguro de que volverá a sentirse "importante" y de que ha llegado al "sitio adecuado".

Nahuel compartió el presentimiento de que le aguarda "un gran año" como blanquiazul, y aseguró que ha alcanzado un punto óptimo de madurez después de haber pasado por "distintos estados de forma" y haber "sentado la cabeza" en la toma de decisiones. "Ahora tengo una familia; es mi gran apoyo".

En cuanto a su función en el campo, reconoció que el puesto en el que se siente más cómodo es el de extremo izquierdo. En esta línea, aseguró que le gusta "mucho" el estilo de juego que trata de poner en práctica López Garai. "Ese fue uno de los motivos por los que vine. Estoy convencido del equipo que se ha formado y creo que la idea del entrenador es muy buena", opinó Leiva sobre un estilo que ya probó durante su estancia en los filiales del Villarreal y FC Barcelona.