"Nunca tengo miedo como jugador", responde sin dudar Iffe Lundberg cuando se le pregunta, en su presentación como nuevo integrante del Iberostar Tenerife, si le gusta ir con todo hacia canasta y acabar en mate. Afirmación contundente ratificada en su juego, y es que si por algo destaca el danés es por su capacidad y querencia para penetrar. "Soy un jugador muy físico y atlético; muy vertical", añade el de Copenhague al respecto.

Estilo de juego que suele traer en jaque a sus rivales, tal y como quedó patente este pasado curso en la ACB, y también este verano, cuando Iffe, de 23 años, lideró a Dinamarca a la clasificación del Preeuropeo de 2021. Una forma de entender el baloncesto que en no pocas ocasiones tiene como rédito una canasta, sino que también añade la cantidad de faltas que recibe como fruto del empeño de sus adversarios para tratar de detener al nórdico.

Así, en los 34 partidos de la fase regular en la Liga Endesa 18/19, Lundberg provocó 121 personales, casi cuatro por encuentro, una cifra solo superada por cuatro exteriores: Laprovittola, Campazzo, Brizuela y Jaime Fernández. Números que se dispararon a partir de la jornada 19, cuando Iffe fue capaz de promediar 4,87 faltas por duelo.

Una producción que no es casual, ya que Lundberg ya firmó 145 faltas recibidas en su año de LEB Oro, más de tres por choque, mientras que en su compromisos con Dinamarca (desde noviembre de 2017) los guarismos llegan hasta las seis por choque. En los tres duelos del pasado mes de agosto Iffe fue objeto de un total de 25 personales.

A su innata capacidad para irse hacia dentro -algo con lo que el ejercicio anterior le insistió una y mil veces su técnico en el Manresa, Joan Peñarroya-, el jugador nórdico añade que no es ni mucho menos manco desde el perímetro, y en absoluto le tiembla el pulso a la hora de jugarse las bolas calientes. Se explica por ello que cuando se le cuestiona por un jugador en el que se vea reflejado, su referencia sea "Sergi Llull". "Es muy rápido, tiene buen tiro, me gusta mucho su juego en el campo abierto... es un jugador espectacular", comenta sobre el de Mahón que, como él, también pasó por la disciplina del Manresa cuando solo tenía 20 años.

Pedir que su trayectoria acabe siendo del mismo calibre que la que atesora el internacional español quizá sea demasiado. "Me encanta estar en la cancha, da igual contra quién o cuánta gente haya en las gradas; solo quiero ganar", comenta Iffe en un discurso que bien podría firmar Llull. "No puedo decidir cuántos minutos voy a jugar o cuál será mi rol, pero seguro que cada vez que entre en la pista lo voy a dar todo, porque es lo único que puedo controlar", remacha el danés sobre sus intenciones como canarista. Lo más lógico es que, como algunos otros, Lundberg acabe volando, pero hasta que eso ocurra el Canarias podrá disfrutar de su raza baloncestística.

Control en las pérdidas

El estilo de juego de Lundberg, siempre en el filo de la navaja, trae aparejado también ciertos riesgos. Por un lado el de realizar algunos tiros con una selección mejorable, y sobre todo, el cometer demasiadas pérdidas. Ahí, sin embargo, Lundberg se sabe cuidar ya que en sus últimos 94 partidos solo promedia poco más de 1,5 regalos.

Mejorar en el tiro libre

Falta recibida también es sinónimo de tiro libre y este apartado, el del 4,60, sí que es un debe a mejorar por el danés. Especialmente por la asiduidad con la que va a la línea. Así, desde que el exterior danés llegó a España (incluyendo partidos en LEB, ACB y con la selección) promedia un discreto 62,84% de acierto en esta faceta. La cifra baja hasta el 58,65% si solo se cuentan los duelos en la Liga Endesa. También debe cuidar Iffe su efectividad en el triple, en el que no logra alcanzar el 35% de puntería: 33/100 este curso en ACB.

Euroliga y NBA, sus sueños

En su segundo año en la ACB Lundberg intentará que su nombre termine de ganar lustre en la máxima competición española. Una competición que quizá, con el paso del tiempo, se le quede pequeña. "Mi sueño es jugar un día en Euroliga y también en la NBA, y ahora estoy en un sitio en el que puedo hacer muchas cosas bien que me ayuden a lograr ese sueño, espero que no sea muy tarde", dice el respecto.