Aritz López Garai tiene claro que entre el Tenerife que juegue en el Heliodoro Rodríguez López y el de los desplazamientos no puede existir tanta diferencia a la hora de competir. Aun siendo consciente de que el equipo afronta "viajes largos cada quince días" y de que esa "dificultad" existe, se siente en la obligación de conseguir que solo exista una versión de los blanquiazules y que sea la local.

"En casa debemos ser aún más fuertes, sumando un buen porcentaje de puntos. A domicilio, toca ganar partidos porque estamos capacitados para ello. No puede haber tanta diferencia según el factor cancha. Es algo que me atañe y trabajaremos en ello", se propuso el técnico ayer en declaraciones a Bota Heliodoro. En este sentido, insistió en que viajar no es algo que tenga permanentemente en la cabeza. "No me preocupa ni me incomoda", manifestó para evitar calificar como hándicap esta cuestión.

Ni siquiera la doble salida a Albacete y Elche pone en alerta al preparador vasco. "Voy con mucha ilusión a esos dos partidos fuera. Debemos mejorar a domicilio, pero el Martínez Valero todavía queda lejos. Hay que pensar en el Carlos Belmonte. No debemos pensar en más. Si salimos, es para traernos algo. Intentaré inculcarles durante esta semana ese mensaje", contó tratando de dejar atrás unas estadísticas muy negativas para los intereses insulares.

Y es que el Tenerife solo ha ganado en uno de los últimos veintisiete partidos en los que ha comparecido como visitante. Sucedió el 13 de abril en Majadahonda ante el Rayo (1-3) y aquel triunfo le permitió, a posteriori, eludir el descenso a Segunda B. Desde entonces, no ha vuelto a repetirse la alegría. En la presente temporada, los de López Garai han regresado de vacío tanto en Zaragoza como en Ponferrada.

El pensamiento del técnico blanquiazul pasa por afrontar cada partido "con el objetivo de ganar", algo que intentará también en tierras manchegas. El método para lograrlo pasa por ser fiel al estilo que ha implantado desde la pretemporada. "Debemos buscar el equilibrio y creo que lo estamos consiguiendo. Falta darle continuidad con triunfos", exponía ayer antes de pedir paciencia porque están "en tiempo de engranaje", debido a que cuenta "con muchos jugadores nuevos que tienen que adaptarse, otros que han llegado tocados?". Lo dice consciente de que en el fútbol se pide "inmediatez", pero recordando que "las prisas nunca son buenas consejeras".

Amparado en que sus jugadores le transmiten "buenas vibraciones en el día a día", López Garai espera ver "un principio" de ese proceso de crecimiento ya en Albacete. "Todos queremos ver un Tenerife cuyo proceso vaya a más. Queremos defender y atacar bien", añadió. Eso sí, respetará los principios básicos de su fórmula de juego buscando cambios de futbolistas si hace falta. "La competencia es básica en todos los equipos. No voy a casarme con nadie. Se llame como se llame y sea quien sea. Primarán los méritos deportivos sobre los personales", dejó claro al respecto.

No obstante, López Garai juega con las cartas marcadas en este sentido, puesto que cuenta con "un grupo bastante abierto y receptivo", al que considera casi "una familia". Lo ve claro, sobre todo, "en los entrenamientos a puerta cerrada, de soledad". De ahí que esté deseando "refrendar ese trabajo de la semana sobre el campo". algo que respaldaría su idea de que será "un buen año" el que está empezando para el Tenerife y siempre con las reservas propias de "una categoría tan igualada" y en la que "todo puede darse", razón por la que pide estar "preparados".

Carácter

"Soy una persona tranquila y optimista. Veo que la salud del equipo es buena. También soy autoexigente, así como con el resto. No queremos repetir lo que sucedió el año pasado. Y buscamos ese crecimiento".

La idea de ser entrenador

"Ya era una idea que me rondaba la cabeza en mis últimos años como futbolista. Siempre tuve claro que quería dedicarme a ello una vez colgase las botas. El Tenerife es un club grande".

El gol de Uli Dávila

"La etapa que más me marca es el Córdoba. Viví muchos años allí, incluyendo un ascenso a Primera. Allí también nació mi hijo. El ascenso en Gran Canaria fue mágico; y sé que ahora en el Tenerife lo hace aún más especial. Fui titular, luego Ferrer me cambió. Estaba cabizbajo porque estaba casi todo perdido, la gente saltó al campo? Y luego marcó Uli Dávila".

"La clasificación no refleja nada ni es preocupante"

Al entrenador del Tenerife le sorprendió el derbi. "Lo cuentas, lo ves?, pero vivirlo es otra cosa", empieza diciendo para reiterar su sensación de "orgullo" por poder vivir "una experiencia única". Lamentó, en este sentido, no sumar los tres puntos para darle esa alegría a una afición que me ha dado "muchas muestras de cariño por la calle. Tanto a mí como a mi familia. A una persona sentida como yo, me ganan. Se agradece mucho".

Ahora se concentra en devolver ese trato con resultados positivos. "Queremos que el trabajo nos ponga donde nos merecemos. Lo importante es lo que transmiten los equipos a día de hoy", insistió confiado antes de lanzar un mensaje de optimismo dando la espalda a la clasificación actual, que "no refleja nada ni es preocupante", porque lo bueno, a su juicio, "sería estar arriba a final de temporada" y no en este momento. Aun así, repitió que no es en eso en lo que deben pensar, sino en "el partido a partido".