Se marcharon los jugadores de la UD Las Palmas con la sensación de que podían haber roto, por fin, una racha de empates y derrotas en el Heliodoro que va camino de alcanzar las dos décadas. Un partido en el que los amarillos fueron de menos a más y el cerco a la portería de Ortolá en los últimos minutos, más aún con la expulsión de Milla, fueron sus principales argumentos. Así pensaba, por ejemplo, Íñigo Ruiz de Galarreta. "En la segunda mitad el equipo estuvo muy bien, tuvimos algo más el balón, generamos ocasiones, y cuando ha llegado su expulsión el control ya ha sido nuestro. Una pena no haber materializado una ocasión", expresaba el eibarrés en los micrófonos de Vamos justo unos segundos después de que concluyera la contienda.

Sí reconoció el mediocentro vasco que la UD de los primeros compases del choque estuvo algo timorata. "Veníamos con la idea de hacer un partido muy bueno, y aunque sabíamos que iba a ser muy difícil y un duelo muy disputado, en la primera parte nos costó entrar un poco en el partido, ellos estuvieron algo mejor", reconoció antes de abordar lo que a su entender, tácticamente, dio un cambio de sentido a la contienda. "Nos estaba costando la salida de balón al jugar ellos con dos interiores, pero tras el descanso hemos puesto un doble pivote para marcar a los suyos y a la vez tener a más gente para sacar el balón; eso nos permitió controlar el partido y generar ocasiones. Una pena no habernos llevado los tres puntos", argumentó el jugador amarillo.

Un Ruiz de Galarreta que parece fijo en los esquemas de Pepe Mel (hasta la fecha ha jugado los 90 minutos de los cuatro partidos) y al que le ha tocado vivir en primera persona el caótico mercado de fichajes y desvinculaciones en el que se vio inmersa la UD en las últimas semanas. Ahora, con perspectiva, trata de verle el lado positivo a esta extraña situación. "Ha sido un verano muy movido y complicado para todos, pero eso ha hecho que ante la adversidad el grupo se haya unido más, y eso se está notando en el campo; ahora somos un equipo muy difícil de batir, solo nos falta un poquito para llevarnos los tres puntos", apunta Íñigo sobre dicho extremo.

A título particular, el futbolista vasco fue fichado por el Real Mallorca, si bien el cuadro balear decidió mantenerlo a préstamo en la entidad amarilla... al menos hasta el próximo mercado de invierno. Una situación de indefinición de la que él trata de aislarse. "Ahora tengo que tener la cabeza aquí y estar centrado en este equipo; estoy muy contento en la UD. Las circunstancias han hecho que el club haya tenido que buscar soluciones y estoy muy agradecido a ello. Estoy aquí con todas las ganas e ilusión del mundo", aseguró.