Por más que avancen las temporadas, la sensación sigue siendo la misma: nervios, ilusión y convicción de que la UD Granadilla Tenerife Egatesa representa a tinerfeños y al resto de canarios. Mañana (10:00 horas) en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros, las Guerreras se miden al Sevilla FC en lo que será el pistoletazo de salida para la nueva Primera Iberdrola. La contienda también supondrá el debut de David Amaral en el fútbol femenino.

Hispalis, tierra bendita para la entidad que preside Sergio Batista. Si bien es cierto que el ascenso se gestó en el semillero bético, Sevilla siempre será recordada con especial cariño en el entorno blanquiazul. La Ciudad Deportiva sevillista, se plantea como el feudo donde, por fin, se rompa el maleficio tinerfeño de las primeras jornadas. Hasta el momento en Primera División, el Granadilla tan solo ha rascado un punto -ante el Rayo, en la 2017/18- en el estreno liguero, el resto han sido derrotas.

Por su parte, el estreno en La Palmera tendrá lugar en nueve días. El Logroño será el primer rival que reciba el Egatesa en su campo, y ante el que intentará volver a sumar de a tres, tal y como hizo Pier Cherubino en su debut como técnico granadillero (1-0). Mientras, las jornadas 4, 11, 13 y 14 se antojan interesantes, Levante, Tacón, Atlético de Madrid y Barcelona, serán los rivales para esas fechas. Pese a la asimetría en la construcción del calendario, este ha querido que el Granadilla se mida a colchoneras y culés en jornadas consecutivas -13 y 14, en la primera vuelta; y 28-29, en el epílogo liguero. La afición tinerfeña verá primero al Atlético de Madrid y, en la penúltima jornada, al Barcelona.

Desde las entrañas del conjunto sureño se ha hablado del incremento de profesionalidad al que se somete la plantilla de las Guerreras. Pese a que, por el momento, la entrada en vigor del primer convenio colectivo sigue bloqueada por el desencuentro entre la patronal Asociación de Clubes de Fútbol Femenino y los sindicatos implicados -AFE, UGT y FutbolistasOn-, el Granadilla Egatesa de David Amaral pretende ser más profesional, si cabe. Con la llegada del nuevo técnico, y aprovechando que ya son pocas futbolistas las que trabajan, se ha abogado por las dobles sesiones y un trabajo diario muy similar al fútbol masculino. Por el representativo no quedará que no se dé ese ansiado paso.