De la casa y parte importante de la columna vertebral de la UD Granadilla Tenerife Egatesa. Ana González (Granadilla de Abona, 07/08/1991) afronta su sexta temporada en el equipo de su municipio, en un nodriza que no esperaba que alcanzara cotas tan altas, y menos con ella en la plantilla. La delantera ha ido cumpliendo sus sueños de blanquiazul y, aunque aún no piense en la retirada, espera que a su despedida pueda dejarle el testigo a una granadillera de corazón y sentimiento. En ese sentido, menta la confianza que ha depositado en su paisana Benchara. La exjugadora del Charco del Pino cree que la liga que comienza mañana ha dado "un paso más en exigencia", el mismo que el Egatesa en "profesionalidad" con la llegada de David Amaral.

Nueva temporada, supongo que nuevos retos para Ana González.

Así es. Como al inicio de cada campaña, me encuentro muy ilusionada y expectante por ver qué va a pasar con esta nueva Primera Iberdrola. En lo que respecta a nuestro proyecto, creo que es bastante sólido y tenemos una columna vertebral que, gracias a la directiva, la hemos logrado mantener durante todos estos años. Además, creo que David Amaral le está dando un plus de profesionalidad y nos está haciendo dar un pasito más.

¿A qué se refiere con ese plus de profesionalidad?

Él ha venido con muchas ganas e ilusión, así nos lo ha transmitido. Las dobles sesiones de pretemporada es una evidencia del cambio que ha implementado David Amaral. También lo son compromiso, mayor trabajo, etcétera. La calidad la tenemos, venimos de cero, por así decirlo, y ahora toca mentalizarnos. Durante estos años hemos ido creciendo de la mano de Toni Ayala y Pier (Cherubino), sin embargo, con David Amaral el nivel de exigencia es mayor; con su experiencia, nos puede ayudar mucho. Es un profesional de los pies a la cabeza, siempre te pide más y hace que te plantees el hecho de que hay que superarse día a día.

¿Cómo se lo ha tomado la plantilla?

Bueno, no te voy a engañar, al principio estábamos a la expectativa por saber lo que nos esperaba. Es cierto que estábamos algo temerosas y diciendo uf, doble sesión. No obstante, somos conscientes de que nos falta un pasito más, el fútbol femenino está avanzando y no nos queremos quedar atrás. No es bueno acomodarse y la llegada de Amaral nos vino muy bien.

¿Se puede decir que Amaral ya ha entrado en la piña del Granadilla?

La verdad es que sí. Él es muy serio y un gran profesional, pero poco a poco nos lo estamos llevando a nuestro terreno y creo que al final terminará entrando en la misma dinámica que los otros (por Toni Ayala y Pier Cherubino).

¿A qué se refiere con la misma dinámica?

Bueno, se trata de adaptarnos a él y viceversa. El cambio de fútbol masculino a femenino es muy grande para él; pasa de ver grandes cosas que tenía a percibir con que poco se conforma el femenino. Las féminas vivimos el fútbol de manera más inocente, no tan profesional. Él se irá acostumbrando a nosotras como nosotras a él. Poco a poco.

El míster, a su llegada, ¿utiliza algún acicate que les sirva de motivación?

Nos ha pedido trabajo, profesionalidad, compromiso y concentración. Supongo que durante la temporada nos irá pidiendo cosas pero, de momento, simplemente nos ha pedido lo que te comento y cabecita, como él dice.

Hablemos de su rol. Parece que va a estar cara la titularidad, y más con el fichaje de Allegra Poljak.

Sí. Allegra es una gran jugadora, también tengo en mi puesto a Martín-Prieto y María José; tenemos una gran plantilla. Allegra nos va a venir muy bien, va a sumar que es lo importante. Se está adaptando muy bien y espero que vaya cogiendo la idea que quiere implementar el míster. Mi principal objetivo es estar bien físicamente y contar para el equipo.

Lo que sí parece evidente es que todas las delanteras tienen un perfil diferente.

Así es y eso viene muy bien. Martín-Prieto tiene una gran potencia; Allegra es bastante polivalente; María José destaca por un espectacular uno contra uno; y yo soy más de tener la pelota. Le pondremos las cosas difícil al míster y eso es lo bueno. Habrá partidos y rivales para salir y jugar.

Según comentaba antes, el talento ya estaba y precisaba de una mayor exigencia que ya tienen con Amaral. ¿Los éxitos serán mayores?

Yo espero que sí. No obstante, hay que contar con el incremento de exigencia de la propia categoría; el nivel sube año a año. Se trata de renovar o morir. Si me preguntas por objetivos, te diría que para mí serían quedar entre los ocho primeros; se trataría de un logro viendo el panorama. Pero, ya te digo, con la plantilla que tenemos, podemos aspirar a bastante.

Eso en lo que respecta a la Primera Iberdrola. ¿Y para la Copa, cuál es el objetivo?

Estamos deseosas de pasar de fase después de lo del año pasado -cayeron a manos del Levante en el primer cruce-. Como te digo, se pueden lograr grandes cosas.

Por último, ¿será esta la temporada en la que se derrote al único conjunto inexpugnable para ustedes, el Atlético de Madrid?

No me mojo en eso -se ríe-. Soy muy realista y es complicado. En un partido pueden pasar muchas cosas y nunca se sabe.

"¿Quién mejor para seguir abanderando este equipo?"

Cindy García, María Estella, Pisco, Eva Llamas, Silvia Doblado y la propia Ana González siguen siendo la resistencia, jugadoras que emprendieron la aventura de la élite con el Granadilla Egatesa y que, a día de hoy, continúan. A ellas hay que sumarle jugadoras tales como Pili, Natalia Ramos y María José que marcharon un curso para acabar regresando a la Isla.

El éxito del Granadilla ha estado respaldado en valores fácilmente perceptibles y otros no tanto. Dentro de los bienes intangibles de la entidad presidida por Sergio Batista se encuentra la presencia de una columna vertebral que rinde, integra y calma las aguas.

"Yo soy de las que piensa que aquí tiramos del carro las de casa. Creo que la columna vertebral del equipo es fundamental. Año tras año, hemos dado la cara. ¿Quién mejor que nosotras para seguir abanderando este equipo?", pregunta Ana.

Lejos de aislarse y hacer de esa columna vertebral un grupo cerrado, las mentadas son las primeras que integran a las nuevas. "Las jugadoras que vienen de fuera vienen a hacernos mejores, es por ello que es fundamental arroparlas para que se sientan cómodas y puedan disfrutar de la Isla, así como jugando al fútbol", sentencia.