Llevar ocho goles en contra en tres partidos es un síntoma de que algo no va bien. Y es que en el fútbol no vale con tener una filosofía de juego atractiva. Hay que saber ejecutarla y no olvidar los principios básicos. El CD Tenerife fue ayer un juguete en manos de la Ponferradina, que sí supo competir, para golear sin piedad a un equipo al que le crean ocasiones en cada llegada, al que le cuesta un mundo generarlas y que está empalagado con su idea de juego, olvidando que en Segunda, elijas la fórmula que elijas, hay cosas innegociables: ser solidario, agresivo, pelear cada duelo y estar concentrado en las vigilancias. Sin eso, eres un conjunto mediocre.

Con un único cambio en el once blanquiazul, como ya sucediera la semana anterior cuando entró Mazan por Isma. Esta vez Naranjo dejó su puesto a Dani Gómez, que quedó ubicado como nueve desplazando a Malbasic a la banda izquierda el ataque. El plan, como es lógico, era el mismo. Pero la puesta en escena, y se notó desde el arranque, fue radicalmente distinta. Y eso que los primeros escarceos fueron visitantes. Sipcic cazó un balón suelto y disparó alto (6') a la salida e un córner. Luego, lo intentó Milla en una falta directa (14'). Pero eran balas de fogueo.

Los locales, que vienen del barro y la pelea de Segunda B, tienen oficio y saben exprimir sus cosas, poquitas, pero cosas. En la primera ya se habían puesto por delante. Un pelotazo desde su defensa para salvar la presión tinerfeña, una mala vigilancia de los centrales y Yuri bailando a Sipcic para adelantar a su equipo (16'). Incómodo, sin continuidad en el toque y con los tres de arriba aislados, el cuadro insular se empalagó con el toque.

Cierto es que perdonó Malbasic (20') después de que Dani Gómez se adelantara a Manu García y le pusiera el esférico en bandeja para empatar, pero las ocasiones claras fueron bercianas. Y no llegaron producto del control del balón, pero sí del dominio de un encuentro en el que se jugó a lo que quería Jon Pérez Bolo.

Kaxe, tras un rechace de Dani Gómez, estuvo a punto de aumentar la renta (24'). Blando de nuevo en su área el Tenerife, volvió a conceder un cabezazo a Yuri, a centro de Son, que no encontró la red (42'). Y Nacho Gil lo intentó desde fuera del área aprovechando que nadie le inquietaba (43'). La primera mitad acabó con un gol anulado a Alberto por fuera de juego (45+1') y la sensación de que López Garai casi debía derribar el edificio para empezar de nuevo.

El descanso, lejos de arreglar algo, pareció empeorarlo. Al minuto, Son se coló hasta la cocina y superó a Ortolá casi sin ángulo (46')... y con la ayuda de Sipcic. Dos a cero y sexto gol encajado en dos partidos y medio. Era oficial: el Tenerife, atrás, es un desastre. La sangría continuó los minutos siguientes. El meta blanquiazul evitó el tercero en un mano a mano con Nacho Gil (51').

Como quiera que la desventaja obligaba, el banquillo visitante movió ficha: debutó Miérez entrando por Aitor Sanz. Pero no era una cuestión de tener más atacantes sobre el césped, sino de competir mejor y no regalar. A cada acercamiento de la Ponfe se olía el gol. Kaxe acertó al cuarto de hora de la segunda parte para finiquitar, si no lo estaba ya, el partido. Sipcic pareció transparente después de un centro de Valcarce desde la izquierda que acabó rematando Kaxe a la red.

Con 3-0 quedaba el orgullo más que el fútbol. López Garai quemó naves con Álex Bermejo y José Naranjo en el campo. Su equipo pasó al 4-4-2, pero no cambió lo importante: su endeblez defensiva. Y de nuevo se repitió el guión. Balón en el área del Tenerife, peligro seguro. Ortolá realizó la mejor intervención de la tarde noche para evitar el cuarto de los bercianos en un acción culminada por Kaxe (73'). Solo lo retrasó porque, un minuto más tarde, Yuri bailó a Alberto en el área, dejándolo en evidencia, para convertir la victoria en goleada.

Quedaba poco por decir. Yuri de Souza, verdugo tinerfeño en aquel playoff de ascenso de 2012, volvió a serlo ayer y hasta recibió su homenaje en forma de ovación cuando fue sustituido. Es como los grandes toreros: no está para cada tarde, pero de vez en cuando deja recitales como el que sufrieron ayer los de López Garai.

Todavía perdonó Sielva el quinto, a pase de Son (85'). En ataque el Tenerife ya solo fue el individualismo de Dani Gómez y las ganas de Miérez. Con el derbi en el horizonte, asustan las prestaciones del equipo de López Garai.

Ficha técnica:

SD Ponferradina: Manu García (1); Son (2), Trigueros (1), Russo (1), Ríos Reina (sc); Larrea (1), Óscar Sielva (2); Isi (1), Kaxe (2), Nacho Gil (2); y Yuri (3). En el minuto 6, Luis Valcarce (2) sustituyó a Ríos Reina; en el 66, Carlos Bravo reemplazó a Nacho Gil; y en el 76, Fullana (1) hizo lo propio con Yuri.

CD Tenerife: Ortolá; Luis Pérez, Alberto, Sipcic, Mazan; Aitor Sanz, Milla, Borja Lasso; Suso, Dani Gómez y Malbasic. Además, Miérez entró por Aitor Sanz (55'); Bermejo por Lasso (65') y Naranjo por Suso (65').

Árbitro: Saúl Ais Reig (2), del Comité valenciano, asistido por Saenén Álvarez y Campo Hernández. En el VAR estuvo Ávalos Barrera. Amonestó a Russo (13'), Aitor Sanz (26'), Alberto (28'), Isi Palazón (38') y Naranjo (87').

Goles: 1-0, m. 16: Yuri de Souza recibe un envío largo, supera con un sombrero a Sipcic y bate a Ortolá de tiro cruzado; 2-0, m. 46: Son se cuela en el área y su disparo, tras tocar en Sipcic, supera a Ortolá; 3-0, m. 60: Kaxe, desde dentro del área, a centro de Valcarce; 4-0, m.74: Yuri, tras deshacerse de Alberto, bate a Ortolá en el área.

Incidencias: Partido de la tercera jornada de la Liga Smartbank, disputado en el estadio El Toralín ante 5.548 espectadores, según cifras oficiales. El encuentro fue ofrecido en directo por Movistar LaLiga. La Ponferradina lució su indumentaria habitual y el Tenerife lo hizo con camiseta rosa, pantalón y mediasgranates. Césped en buenas condiciones y tarde calurosa.