Cuatro testimonios, pero como si fuera uno: "El derbi es especial, es otra cosa". Julio Durán, Quique Medina, Toño y Ricardo León, testigos de cuatro épocas diferentes de la historia del Tenerife, comparten ahora tareas técnicas en los despachos que el club tiene en el Estadio. Sobre el verde sumaron 34 partidos de rivalidad canaria. Sus historias ayudan a imaginar las sensaciones que se viven dentro del campo en un partido como este.

"Son tres puntos, pero para cualquier futbolista este es un partido especial -asegura Julio-. Este resultado lastra al equipo que pierde y le da alas al que gana. Jugué muchos, pero no puedo elegir ninguno como más importante, porque lo son todos". Quique Medina coincide en la condición de partido diferente. "Son tres puntos, es verdad, pero muy especiales. Esta vez ninguno de los dos llega muy bien: Las Palmas trae el nerviosismo de todos los problemas del verano y nosotros, el resultado del domingo, que puede crear dudas". En ese sentido consideras que "el equipo que logre controlar más la adrenalina de lo que se vive durante toda la semana es el que puede llevarse el gato al agua". Quique tira de recuerdos para aportar que "la semana previa la gente te habla, escuchas lo que se dice y todo el ambiente previo te genera mucho nerviosismo. Los partidos en sí, son tácticamente malos y nada vistosos para los entrenadores, para la gente sí. Dentro, el que controle la tensión tiene mucho ganado", asegura. En esa teoría abunda Julio, quien entiende que "es importante que los jugadores sean capaces de gestionar el apoyo de la grada. No es fácil pasar de jugar ante tres o cuatro mil personas a hacerlo ante veinte mil personas, sobre todo cuando no estás acostumbrado". Porque el sonido de un derbi llega abajo. "Condiciona mucho la grada -afirma sin dudar Quique-, pero muchísimo. Cuando no estás pasando un buen momento en el campo notas si la gente está preocupada, te lo transmiten, y al revés también. Es un murmullo tan grande que se oye demasiado. Se oye mucho el aliento, pero también el suspiro de la gente". Julio lo ha sentido en sus carnes. "Por muy fuerte que seas mentalmente, te condiciona, el ambiente te puede llevar en volandas o hundirte", afirma.

Ricardo comparte que los derbis son especiales: "Es una semana atípica, y si ganamos saldremos muy reforzados. Siempre se suele hablar de tendencias; esta vez es pronto. No creo que lo que suceda el sábado marque tendencia. Sería importante ganar ahora para olvidar el marcador de la última jornada. Va a ser un partido bonito", que él sabe como se vive. "No se puede decir que estemos ante un encuentro normal", y en ese sentido está de acuerdo con Medina. "Lo importante es que el jugador canalice esta semana el ímpetu y las ganas, que lo conviertan en algo positivo, que les permita apretar al rival y no dejarle respirar. Ese es el principio para luego hacer el juego para el que este equipo está capacitado". Toño ve similitudes de fondo. "Como todos los anteriores, un derbi es un derbi independientemente del resultado anterior", asegura.

Parece inevitable vincular este partido a las dos decepciones recientes de ambos contendientes. La influencia del estado de ánimo. Para Durán, "los dos llegan necesitados; pensábamos que Ponferrada reafirmaría lo bueno visto anteriormente; caímos de forma holgada y eso puede generar dudas. Es importante para los dos; más para nosotros, que jugamos como locales". Quique encuentra favorito al Tenerife, "llega mejor", aunque Ricardo cree que "es muy pronto para valorar" y recuerda que "en un derbi es relativo cómo venga cada uno; a veces ha ganado el que viene más abajo". Respecto a su teoría de que "los dos equipos han tenido momento buenos y otros malos", sus colegas discrepan, porque creen que "Las Palmas solo ha tenido minutos buenos". No obstante, Toño está seguro de que "el sábado todo cambia. Hemos estado ya en situaciones similares y siempre ha sido así. El derbi es un anexo al campeonato. Hay una motivación, y ojalá se vea buen juego y gane el Tenerife", desea.

Factor importante, la paciencia como método en dos equipos que siguen en construcción. "Eso influirá dependiendo de los futbolistas que no estén acostumbrados a este tipo de partidos", dice Julio, que aporta su vivencia. "He visto futbolistas a los que afrontar este partido les supone subir el Everest. Juegan bien toda la temporada y en estos partidos los ves ausentes, mirando a la grada. Hay otros que se motivan, depende del carácter de cada uno", asegura.

Quique cree que "va a ser muy importante la labor de los veteranos de los dos equipos; no solo de los canarios, sino de gente como Carlos Ruiz o Aitor, que pueden decir a la gente nueva e incluso al entrenador cómo se viven estos partidos", porque entiende que "la línea que separa la excitación de la sobrexcitación es muy finita y es muy peligroso cruzarla. El que lo haga está perdido, porque eso provoca expulsiones, que no estés centrado en situaciones individuales del partido, malas decisiones...", afirma. Toño, que cree que "será igualado, intenso?". Aporta que "el exceso es más positivo que negativo. Es imposible salir por debajo del nivel de tensión en un partido de estos. Yo los he vivido en el campo, en el banquillo, en la grada? El que juega sabe lo que tiene entre manos. Son tres puntos, pero sabemos lo que sucede si ganas o pierdes", asegura.

Ricardo basa su argumento en la importancia de "la personalidad de cada jugador y cómo sea capaz de llevar estos momentos previos y el ambiente en el campo. Por ejemplo, la concentración en las vigilancias defensivas será muy importante, porque ellos tienen jugadores muy rápidos y hay que estar muy atentos. Hay que ser intensos, pero mantener la cabeza fría", opina. En esta balanza de influencias, Toño cree que "el factor canariedad no tiene ya tanto peso. Es verdad que el sentimiento es diferente, pero cualquier jugador que lleve tiempo aquí y lo haya vivido, o que haya vivido derbis parecidos, ya sabe a lo que se expone. La afición además engancha y arropa", dice.

Entramos en el terreno de la experiencia. Los cuatro pueden hablar de la importancia de este factor. Quique recuerda que, además de muy jóvenes, "Kirian y Pedri son tinerfeños y el ambiente les puede pesar un poco más", aunque a Ricardo no le extraña que "un jugador joven, como sucedió con Ayoze Pérez en su día, a lo mejor se crece ante la presión y tiene más potencial. Hay que estar más precavido, porque son chicos de 16 años y nadie espera que se echen el equipo a la espalda". En tal sentido Julio cree que "superar la presión es un tema individual. Estos chicos tan jóvenes (Pedri, Kirian, Cedrés...) están jugando y no se notan diferencias con veteranos. Ves a Pedri y parece un veterano, la pide, sin miedo. Pero el partido es especial para todos. En experiencia nuestros jugadores tienen ventaja", asegura.

Los derbis han cambiado. Cuando se pone sobre la mesa la última remontada del Tenerife (2-1), los exjugadores admiten que antes un gol era una garantía. Ricardo confirma que "el que marcaba primero era muy difícil que perdiera. En el 90 por ciento, si te ponías por delante como mucho te empataban". Los de ahora son diferentes, también por "la información, antes era todo más cerrado", aunque Julio recuerda que eso hacía a los jugadores ser más arriesgados: "No sabíamos nada del rival y éramos más atrevidos". En otro sentido, Quique repara en que "los jugadores ahora son activos en redes; les llega todo, lo bueno y lo malo. En eso, los derbis han cambiado tanto como la vida". Y, por señalar más cambios, se echan de menos declaraciones suicidas. "Aquellas de Rubén, hace ya 15 años, marcaron un antes y un después", recuerda Ricardo. "Ya nadie saca los pies del tiesto". En algo no cambian los derbis: "Dentro del campo siempre ha habido piques; antes había hasta mordidas" asegura Quique, que cruza historias de codazos impunes. Hubo alguno más del que al final no se habló.

Un corto pasillo que une pasado y presente

Los cuatro referentes del tinerfeñismo siguen estando muy cerca del césped. Hay un corto pasillo y una puerta que comunica las dependencias donde trabajan para el Tenerife con el escenario preferido de Julio Durán, Quique Medina, Toño y Ricardo León: el terreno de juego. En torno a la mesa de trabajo enhebran el relato de 37 años del derbi, desde que Julio Durán disputó el primero, en 1978, hasta que Ricardo vivió el último suyo (2015). Estas reuniones son un regalo de la profesión. Por lo publicable y por lo que no se debe contar. Camino de la sala donde tuvo lugar la charla aparecen a cada lado las fotografías de las formaciones blanquiazules que protagonizaron gestas históricas. Para ellos es como una exposición permanente de la nostalgia.

"El 3-0 fue muy bonito"

Ricardo es el que más reciente tiene sus vivencias. "Recuerdo el 0-0 del primer derbi que jugué, también aquel 2-0 del año del ascenso nuestro a Primera División, con los goles de Richi y de Nino. Pero también fue especial el 3-0 aquí, cuando Ayoze Pérez hizo dos goles. Ese día marqué el primero de penalti y fue muy bonito; los superamos en todo, a pesar de que ellos tenían un superequipo". Ricardo no olvida que "más que el resultado fueron los detalles. Éramos humildes y les pasamos por encima. Veníamos de Segunda B y ellos habían firmado a Valerón... Paramos, a media hora del final".

Las patadas a Morete

Julio recuerda "un derbi cuando era muy jovencito: jugamos Meneses y yo como pareja de centrales del Tenerife, marcando a Morete y recuerdo que tocó dos balones durante todo el partido. Estaba hasta las narices de nosotros y nos decía qué pesados son. Los dos teníamos 19 años y una gran ilusión. Le dimos muchas patadas y eso que era un amistoso de pretemporada. Antes eran frecuentes esos partidos en verano", dijo.

"Fue algo alucinante"

El gol del partido de la gota fría (21/2/89) es la referencia de Quique y un momento histórico de los derbis. Ganaba Las Palmas 2-1 en el último minuto y apareció el central. "Nunca hacía gol y aquel día lo logré en el minuto 93. Lopetegui era el portero de Las Palmas y cuando me ve en Madrid me lo recuerda. ¡Imagínate! Todo el estadio cantando ¡pío , pío! Celebrando el triunfo. Fue una falta a favor nuestro, me quedé atrás, como hacía siempre, la falta va contra la barrera, el balón le llega a Isidro en la derecha y veo cómo salen todos del área. Entré en carrera, Isidro me vio y me tiró el balón por encima, controlé con la izquierda y se lo tiré por encima de Lopetegui con la derecha. Fue alucinante", recuerda Quique.

"He vivido de todo... "

Toño ha jugado nueve partidos oficiales contra la Unión Deportiva, pero no destaca ninguno en particular. "Tengo muchos recuerdos, he vivido de todo... Cosas buenas, malas. El resultado es lo que te queda. Lógicamente, los que ganas son los que te quedan marcados, las derrotas intentas olvidarlas. Estos partidos son situaciones especiales en el fútbol, como estar en una liguilla de ascenso o en objetivos diferentes", recuerda Toño, que cree que "el jugador lo ve y se da cuenta de que esto es un sentimiento para tu tierra. También en el caso de Las Palmas", señala.