Aritz López Garai no quiso poner paños calientes a la derrota de su equipo, que le pareció "incomprensible". Por eso, pidió perdón en varias ocasiones y criticó la falta de concentración y de intensidad de sus jugadores en varios momentos. Lo hizo, eso sí, colocándose como el máximo responsable de lo sucedido sobre el césped de El Toralín.

"En el primer tiempo no ha pasado nada, no hemos sufrido casi nada, no estábamos acertados en la toma de decisiones en ataque, pero no nos habían generado ocasiones hasta que han marcado en una acción aislada", relató sobre lo acontecido antes del descanso. El descalabro llegó, a su juicio, después. "La segunda parte ha sido un desastre, hemos estado cometiendo fallos que no se pueden tener y solo nos queda pedir perdón porque no es la imagen que queremos dar", comentó sobre el segundo acto antes de dejar una sentencia que rondará la cabeza de todos esta semana: "Llevamos muchos errores que nos están costando goles".

Cuando se le pidió un mensaje a la afición para que no perdiera la ilusión se limitó a pedir perdón. "Disculparnos porque no hemos estado a la altura y porque esto no ilusiona a nadie, no hace que la gente se haga socia", indicó antes de soltar la primera bomba sobre sus futbolistas: "Hay que hablar claro, cuando te crees más de lo que eres, que con la mitad de la concentración necesaria te da y que tienes que defender menos, pasan estas cosas. Es nuestra culpa. La segunda parte no hay palabras para definirla", sentenció.

López Garai no quiso cargar contra Sipcic en particular, aunque concedió que "no ha sido su día", aclarando a continuación que "tampoco del equipo". En este sentido, dejó claro que defensivamente había sido un actuación "nefasta, cometiendo errores de bulto en cada jugada. El descalabro es por el apartado defensivo, de todo el equipo, no de un jugador solo. Nos han marcado en acciones sencillas".

No se olvidó el técnico vasco de asumir culpas. "El máximo responsable soy yo, en las alineaciones, en los cambios y de que el equipo haya mostrado esta cara", admitió no sin agregar que "no puede ser que sin pasar nada te pongas 2-0" porque "han sido cuatro y han podido ser más".

Aparte del juego, López Garai pidió actitud. "Hay que ganar duelos, estar atentos", clamó sin llegar a entender que su equipo sufriera tanto "sin haber arriesgado en la presión, estando por detrás del balón". Por eso, consideró que el Tenerife había sido "demasiado endeble" y que "ocho goles en tres jornadas no hay quien los sostenga".

Además, lamentó haber "dado pie a la psicosis de los partidos de fuera de casa que había la temporada pasada con este resultado". Dio, eso sí, algo de mérito a la Ponferradina porque "en cuanto vio nuestra debilidad, lo ha exprimido. Tienen jugadores verticales, corren bien y han explotado esa debilidad nuestra".

El entrenador del Tenerife quiso proteger a Aitor Sanz con el cambio porque "tenía una amarilla" y ya no había "nada que controlar", pero aceptó que su ausencia "se notó".

Jon Pérez Bolo, técnico de la SD Ponferradina: "Ellos son un equipo muy abierto y supimos hacerle daño"

Jon Pérez Bolo reconoció que habían salido "muchas cosas de las previstas". En ese sentido, quiso destacar que los fallos del Tenerife habían sido "obligados" por la Ponferradina, que había provocado "muchos errores". Para el técnico de la Ponferradina, "ellos son un equipo muy abierto, con los laterales avanzados, los medios rotando mucho y muy ofensivos". Eso los supo "aprovechar" el conjunto local para "hacer daño" a los de López Garai. Los locales superaron "percances" físicos, con dos lesiones, por lo que Bolo quiso destacar que "la fortaleza de la Ponfe es el grupo". Ates del descanso el partido fue "atascado". Las ocasiones visitantes llegaron "a balón parado". La clave fue "aprovechar la ocasión" y, luego, el 2-0, "al Tenerife le ha hecho daño y el marcador pudo ser aún mayor".