En la carcasa de su móvil, cinco rayas de colores (azul, rojo, negro, amarillo y verde) a modo de galones por aquel Campeonato del Mundo que se llevó en 1996. Cruzando su gemelo izquierdo, una enorme cicatriz que se acaba perdiendo en dos hendiduras quirúrgicas en su rodilla, recuerdo de la brutal caída sufrida en la Paris-Roubaix de 1988 (carrera que, eso sí, acabó ganando tres veces) y que casi le cuesta la amputación de la pierna. Y su ropa y sus manos, llenas de tierra y polvo, consecuencia de haberse empleado a fondo, hasta solo un rato antes, para ayudar en cualquier menester a los corredores del Team Shifting Gears, la escuadra de Gante en la que corre su hijo Stefano y motivo por el que el mítico ciclista belga ha estado los últimos días por Tenerife. Justo antes de la cena, casi sin respiro, atiende a EL DIA. Historia, sabiduría y templanza presiden un discurso en el que habla de pasado, presente y futuro del ciclismo profesional.

Hace ya 15 años que se retiró. ¿Qué es de Johan Museeuw?

Pues sigo montando en bicicleta el mismo tiempo que antes, lo único que a otro nivel, disfrutando y sin presión. Salgo con mucha gente que me alquila bicicletas y trato de ofrecerles mi experiencia personal, ya sea a gente que solo lleve montando un año u otros que llevan muchos más. Lo hago por zonas que conozco muy bien y a modo de guía en recorridos que por los que atravesaba en competiciones que corrí en su momento.

Es un síntoma de que sigue viviendo el ciclismo?

Sí, es verdad que estoy muy metido en este mundo, pero aunque asesore a bastantes equipos no me quiero amarrar a ninguno de ellos, porque si lo hago me restaría libertad. Quiero aprovechar la vida, estar con la gente que me quiere, decidir cuándo tener tiempo libre y de qué manera aprovecharlo y usar la bici. Mientras fui profesional pasé por dos caídas por las que perfectamente podía no estar aquí ahora, y eso me ha enseñado a tratar de vivir bien. Ahora para mí el ciclismo es una manera de diversión.

Desde ese 2004 en el que abandonó el profesionalismo, ¿ha cambiado la forma de correr de hace dos décadas a ahora?

No hay nada que no haya cambiado; todo se ha mejorado. La ciencia ha provocado que el deporte, y en concreto el ciclismo, cambie por completo. Las dietas, los entrenamientos, los materiales? Todo está medido científicamente y tiene detrás de sí un estudio tremendo. Eso a su vez provoca que un uno por ciento más o un uno por ciento menos de rendimiento origine una diferencia enorme, algo que no existía antes.

Habló hace un momento sobre una grave lesión de rodilla en la que casi le acaban amputando la pierna, y luego sufrió un grave accidente de moto. En ambos casos volvió a lo grande. ¿Cree que Chris Froome podrá hacer lo mismo?

A ese nivel tan alto siempre puedes hacer algo más que un deportista normal, ya que no solo conoces perfectamente tu cuerpo, sino que el nivel físico previo ya es bastante alto, y todo lo que te rodea son especialistas. Los hay que siempre piensan en positivo y creen que al día siguiente estarán mejor, y eso es clave. Creo, sin duda, que Froome va a volver a un gran nivel, incluso más fuerte que antes. En el ciclismo siempre entra en juego el factor suerte. Repito, yo tuve dos caídas en las que, con un poquito más de mala suerte, no lo hubiera contado. Esa suerte que no tuvieron en caídas tontas Fabio Casartelli en 1995 y Bjorg Lambrecht hace un par de semanas. También en esta Vuelta a Tenerife he visto a un par de chicos caerse y por momentos pensar lo peor hasta que los ves levantarse; e incluso, yendo dentro del coche, a veces pienso que mi hijo está ahí delante y se puede pegar un golpetazo? Mejor pensar en positivo.

¿Remco Evenepoel o Mathieu Van der Poel?

Los dos son un gran regalo para el deporte, y más especialmente para el ciclismo. Son dos chicos muy diferentes con una personalidad propia; no se les puede comparar. Cuando empezó a correr, se decía de Tom Boonen que sería el siguiente Johan Museeuw, pero finalmente acabó siendo Tom Boonen. Y con ellos dos debe suceder igual. Van der Poel ha ganado bastante estatus por todas las carreras que se ha llevado este año, mientras que Evepoel ha alcanzado cotas inimaginables para él con su edad. Los dos competirán a un muy alto nivel los próximos años, pero creo que no habrá posibilidad de compararlos porque serán muy distintos.

¿Qué se puede esperar de ellos? ¿Que se cansen de ganar carreras de un día o que enfoquen sus trayectorias a alguna vuelta de tres semanas?

Los dos tienen un potencial enorme y ambos serían capaces de enfocar sus objetivos hacia las vueltas de las tres semanas; pero ahora hay que tomar decisiones y que los chicos se enfoquen. Hace unas semanas cené con Remco Evenepoel y ese día él llevaba una camiseta con el dibujo de los Cinco Monumentos [Milán-San Remo, Tour de Flandes, París-Roubaix, Lieja-Bastoña-Lieja y el Giro de Lombardía]. Yo le dije que los podía ganar todos, pero él me contestó que no, que ni los quería ganar que ni iba a competir ellos. Competiré en las carreras de la zona de Valonia, pero yo quiero ganar una ronda de tres semanas, me dijo. Él tiene 19 años y ya sabe perfectamente dónde quiere ir. Van der Poel, por su parte, tiene una desventaja, que es bueno en todo, en mountain bike, en ciclocross y en carretera. Eso te lleva a competir a gran nivel todo el año, y si tú quieres ganar una gran vuelta no lo puedes hacer. Un aspecto que no juega a favor de que Remco y Mathieu acaben centrándose en las grandes vueltas es que viven en el corazón de las clásicas; si lo hicieran en España les dejarían tranquilos hasta abril, pero a esta gente ya le están empujando a ganar desde febrero. Van der Poel, por ejemplo, acabará compitiendo en el Mundial por esa presión, cuando no tenía pensado ir. Cualidades tienen.

Parece que este año la Vuelta a España ha pinchado en lo que a participantes se refiere. Dado que en su época se corría en abril, ¿sería partidario de reubicarla en el calendario?

No, no lo cambiaría para nada, ya que la Vuelta en esta época tiene un montón de ventajas. Creo que la competitividad es muy grande, a la altura de cualquier otra grande, con gente de nivel como Valverde que lleva todo el año en forma, y otros que vienen a España a preparar el Mundial; y además con etapas muy bien diseñadas. Lo que sí haría, no solo con la Vuelta a España sino también con el Giro y con el Tour, es acortar el kilometraje para dar más descanso al ciclista. Eso permitiría que el ciclista no fuera tan reservado, que hubiera mucha más batalla, y a la vez más emoción.

"Competimos con las mismas armas, aunque fueran falsas"

La carrera de Johan Museeuw quedó algo ensombrecida en su epílogo ya que, una vez retirado, fue implicado en una posible trama de dopaje y también él mismo, en 2007, admitió no haber "jugado limpio al cien por cien". Incluso llegó a escribir un libro sobre ello, titulado Museeuw habla: de león a presa. Con él quiso cerrar un capítulo gris, y del que se había "prometido no hablar más". Aún así, el belga se atreve con alguna frase. "A mí me tocó vivir en una generación en la que la EPO era algo casi habitual; y por supuesto que me gustaría retroceder en el tiempo para no volver a cometer ciertos errores, pero sé que no puedo, y a la vez no guardo ningún remordimiento de haberlo hecho. En ese momento, al final todos competimos con las mismas armas, aunque fueran falsas", asevera, para apuntar también que no está "de acuerdo con que le quiten los premios a esos ciclistas; debemos mirar hacia adelante".

Y ahí Museeuw pone encima de la mesa el nombre de un corredor que empezaba a despuntar cuando él ya languidecía, y que aún hoy se mantiene en el candelero. "Tengo un respeto increíble por gente como Alejandro Valverde, que viene de aquella generación, pero que hoy demuestra, limpiamente, que sigue siendo de los mejores", señala sobre el murciano. Y hasta aquí. Solo una licencia para "un capítulo cerrado". No por vergüenza, sino "por el respeto" que cree debe "mantener" hacia su hijo Stefano y "hacia otros corredores del pelotón". "Quiero seguir adelante y motivar a la gente de manera limpia", sentenció.