Desapercibido, como si estuviera de incógnito, y casi solo reconocible para los integrantes del pelotón. Quizá porque en España su especialidad, las clásicas, no eran tan seguidas en los 80 y los 90; o tal vez porque con la cara embarrada (sobre todo en Roubiax) de sus grandes gestas disimulaba las facciones de su rostro. Johan Museeuw ha estado estos días en Tenerife como uno más dentro de la Vuelta a Isla de Tenerife. Lo ha hecho en su faceta de ayudante del Team Shifting Gears, donde milita su hijo Stefano, que ayer acabó la ronda isleña en la cuadragésima posición. Experiencia y sabiduría, asesoramiento y respaldo moral. Intangibles que ha aportado el León de Flandes (como así lo llamaban), aunque eso sí, guardando ciertas distancias, sabiendo que "eso del apellido pesa mucho".

La que comienza a protagonizar ahora Stefano (22 años) es la tercera generación ciclista de los Museeuw, ya que Johan, el más aventajado, tuvo en su padre Eddy a su mejor espejo. Tiene claro por tanto el mítico clasicómano belga que eso de las sagas cuenta con algunos peajes insorteables. Como los que ya sufre el más joven de la familia. "Los dos sabemos que el padre era más fuera de serie", señala Johan, para no desmerecer, eso sí, a su pequeño, "un ciclista con talento y que está creciendo bastante". "El apellido pesa, y la presión y la crítica pueden ser mayores por ser el hijo de, pero también puede resultar de cierto empuje. El año que viene Stefano tendrá un contrato profesional, y aunque se lo merezca porque posee calidad, su apellido y que yo sea el padre seguro que ha ayudado mucho", reconoce Museeuw.

Algo similar sucede con el hermano mayor, Gianni, que "trabaja en una empresa importante que promociona el ciclismo en Bélgica, y aunque la gente sepa quién es, él nunca va a usar el nombre para cerrar un trato". Es solo otro ejemplo de que los hijos "guardan un gran respeto hacia el padre, el mismo que su progenitor les tiene a ellos dos "por cómo llevan eso del nombre".

Segunda vez que viene a Tenerife

La de esta pasada semana es la segunda ocasión en la que Johan Museeuw visita Tenerife. La primera, recuerda vagamente, fue a finales de 1992. "Tres días antes del Campeonato de Mundo en Benidorm me caí y me rompí el fémur; y como en diciembre hacía frío en Bélgica, mi equipo, el Lotto, me mandó aquí a entrenar una semana junto con mi familia", rememora sobre el citado antecedente. En su cabeza sí perdura una anécdota. "Estando aquí se me rompió la bicicleta y me costó mucho encontrar un sitio para arreglarla; casi no había sitios para ello", apunta el exciclista de Varsenare.

Alexander, un portuense afincado en Gante como director

La presencia del Team Shifting Gears belga en la Vuelta a la Isla no es casual. Y es que detrás se esconde la figura de su director y copropietario, el portuense Alexander Alonso (1976), afincado en Gante desde hace 24 años. "En principio me fui a estudiar y lo seguí haciendo para evitar la mili; ya luego me quedé trabajando", argumenta sobre sus inicios en suelo flamenco. Y mal no le han ido las cosas al isleño, que dirige allí "empresa médica bastante grande, con 2.000 empleados". "Pero una de mis pasiones es el ciclismo [que también practica] y junto a uno de mis mejores amigos hemos formado este equipo", explica Alex, que estos días ha querido demostrar en la Isla que "en Bélgica el ciclismo se vive con mucha pasión".