El verano ha sido distinto para José Naranjo que, muy pronto, decidió que no se iba a mover de la Isla. Por mucho que librarse de su alta ficha pudiera ser una tentación para el Tenerife, ni el club ni el jugador han querido dejar de darse una segunda oportunidad. Víctor Moreno se agarró a la idea de mantener a uno de los futbolistas con mayor talento de la plantilla. El andaluz, a la de redimirse por un curso en el que resaltaron más, dentro de la pobreza general, sus números (6 goles y 5 asistencias) que su rendimiento.

"He trabajado mucho para llegar en el estado de forma correcto y me encuentro bien. La pretemporada fue satisfactoria y me siento bien físicamente", aseguraba ayer el fichaje estrella del pasado verano. Ni siquiera las críticas distraen a Naranjo de su objetivo. "No escucho lo que dicen y, si lo hago, respeto porque cada uno tiene su opinión. Pero yo estoy centrado en lo mío, que es trabajar y sacar lo mejor que tengo", se proponía sin dudar.

A su juicio, hay que hacer borrón y cuenta nueva, "olvidar la temporada pasada", en la que hubo "muchos vaivenes". Lo mejor es "pensar en el presente" y centrarse en el nuevo proyecto, una auténtica "reválida" para futbolistas como él. "La idea de juego es atractiva y la estamos interiorizando bien. Debemos hacer nuestro partido en cada campo para luchar por los tres puntos, pero ya es importante que tengamos las ideas claras y el modelo de juego interiorizado", expone el futbolista que ha cambiado el 24 por el 7 para este curso. Quizás así lleguen más goles. "Si estás cerca, el gol llegará tarde o temprano. Todos los que pueda meter serán en beneficio del equipo. Pero no me marco cifras. Evidentemente, a un atacante le gusta ver puerta, por lo que ojalá pueda marcar la mayor cantidad posible. Pero lo importante es el colectivo", terciaba ayer al ser cuestionado por la cifra realizadora que se marca como objetivo.

Alineado en la izquierda por Aritz López Garai, Naranjo se siente cómodo porque ahora el Tenerife tiene "mucho más el balón en los partidos". A cualquier atacante le cuesta más "estar detrás" mientras el rival tiene la posesión. "En Zaragoza se vio esa idea y ante el Numancia, también. Habrá partidos en los que no podremos generar tantas ocasiones, por lo que tendremos que adaptarnos", exponía el andaluz. Sí alerta sobre la dificultad que tiene una filosofía de juego "en la que te expones demasiado", por lo que apostaba por " ir corrigiendo errores para ser más seguros atrás".

Ante la Ponferradina contará con nueva competencia, tras la llegada de Sam Shashoua. Pero a Naranjo solo le preocupa que el equipo ofrezca una versión similar a la de La Romareda porque allí gozó "de dominio y ocasiones", algo que considera "la sintonía" adecuada para los partidos a domicilio. "Habrá que estar atentos a las segundas jugadas", desvelaba ayer como pista para el duelo en El Toralín, donde espera que el VAR tenga menos incidencia. "No soy partidario de su uso. Creo que está lastrando partes del juego. Le quita protagonismo al fútbol", dijo.