Gol de Borja Lasso (1-0)

Gol de Suso, de penalti (2-0)

Gol de Higinio (2-1)

Gol de Malbasic (3-1)

Gol de Curro (3-2)

El Tenerife crece sobre su idea colectiva, genera juego, hace goles y gana, aunque no debería cerrar la carpeta de este partido sin reparar en que ha encajado cuatro goles en dos encuentros, siendo superior futbolísticamente a sus dos rivales.

En el fútbol las cosas no pasan por casualidad. Los dos regalos defensivos, que no son conceptuales ni de funcionamiento colectivo, sino producto de malas decisiones individuales de un defensa, pasan de largo esta vez porque entre Tenerife y Numancia hubo ayer una diferencia ostensible, que permitió a los locales sobrevivir a estos borrones. Pero cualquier otro día, acciones así pueden cambiar el signo del resultado. Fueron fallos demasiados groseros. Los cometió Sipcic, que por lo demás tiene una pinta de central excelente. Al serbio le salvó que cuando dejó corta la cesión a Ortolá en el 65' e Higinio aprovechó para marcar tras cometer falta al portero, el conjunto blanquiazul ya estaba 2-0 por delante. Y que cuando perdió el balón ante Gus Ledes siendo último defensor y dio origen al 3-2 de Curro, en el 95', el asunto del resultado ya lo había resuelto Malbasic haciendo el 3-1 en el 75', para culminar de cabeza, en su especialidad de rematador de primer toque, una muy buena conexión entre Aitor y Borja Lasso.

En fin, que el Tenerife se pasó el partido construyendo su victoria y, cada cierto tiempo, complicándose la vida solo. Esta secuencia repetida del segundo período, se acentuó con la irrupción del VAR en el partido. Era una experiencia nueva en el Heliodoro y cada cual habrá sacado su conclusión. Al fin y al cabo, esta herramienta divide a partidarios y detractores. Fue insufrible. Tanto, que desvirtuó por completo el partido, lo detuvo periodos que parecieron interminables una y otra vez, hasta derivar en tres goles anulados al Tenerife y uno concedido al Numancia, el primero. Detrás de cada decisión, congelando sensaciones, había que adaptarse mentalmente a la realidad del partido. Tan pronto la gente estaba celebrando el 3-0 e ilusionándose con una goleada, como pasaba, pocos minutos, después a temer por el resultado si llegaba el 2-1... Hubo un trance en el que ya nadie en el campo pareció seguro de nada. Ni el Tenerife de ser capaz de fraguar de verdad su superioridad en el juego, ni el Numancia de dar por perdido un partido en el que el VAR le tiró una mano para sacarlo de precipicio tres veces. Lo pero es que fue a base de decisiones erróneas.

Del juego también hay que hablar. Hasta que llegó el 1-0, el Numancia estaba más cómodo en su papel de enfriar el partido, que el Tenerife en el suyo de buscar rupturas para acercarse al gol. De hecho, fue el exs Héctor el que tuvo la primera ocasión, en el 13', despejada por Ortolá. Los sorianos, con su 4-4-2, supieron manejarse, muy juntos, combinando por dentro antes de progresar con las salidas de los laterales, especialmente de Sola. Al Tenerife, agarrotado, como tímido, le costó darle continuidad y alegría a su fútbol y por eso no encontró buenos carriles para llegar, algo que solo logró tras una pérdida de Carlos Gutiérrez como último defensor, que dejó a Malbasic solo ante Dani Barrio. El remate del serbio su marchó fuera (26'). El partido se rompió en una combinación bien hecha, de las que escaseaban hasta entonces: Suso habilitó a Luis Pérez, que forzó un córner. A la salida del mismo, Borja entró por sorpresa y cabeceó fuerte, convencido, de frente a la red. Era el minuto 43'. Fue como tocar un interruptor.

La salida tras el descanso fue otra cosa. El medio campo combinó más, todos parecieron haber ganado en confianza y atrevimiento, el equipo añadió dinamismo y empezó a llegar con más claridad. En el 49', el VAR anuló un gol a Naranjo tras una gran acción de Malbasic; solo un minuto más tarde Derick regaló un penalti que Suso transformó en el 2-0. Con el partido casi sentenciado, Luis Carrión puso en el campo a Higinio y Alain, que agitaron mucho su ataque.

Todo lo que sucedió después hubiera quedado fuera del guión si el VAR, tras una interrupción interminable, no hubiera anulado un gol de Malbasic que sigue pareciendo legal, por un fuera de juego muy rebuscado. Pero del 3-0 pasamos al 2-1 -que también subió al marcador en una decisión inexplicable del hombre-VAR-, y el partido acabó siendo, como bien definió López Garai, bipolar. De la euforia al miedo, VAR mediante.

Ficha técnica

CD Tenerife: Ortolá; Luis Pérez, Sipcic, Alberto, Mazán; Aitor Sanz, Luis Milla, Borja Lasso; Suso, Malbasic y Naranjo. En el minuto 68', Dani Gómez entró por Naranjo; en el 85', Undabarrena por Suso; y en el 89', Bermejo por Borja Lasso.

Numancia: Dani Barrio (1); Sola (1), Derik (0), Carlos Gutiérrez (1), Héctor (1); Kako (1), Gus Ledes (2); Curro (1), Zlatanovic (0), Marc Mateu (1); y Guillermo (0). En el minuto 55, entraron Higinio (2) y Alain (2), en sustitución de Zlatanovic y Guillermo. En el 81', Moha (s.c.) suplió a Kako.

Árbitro: Miguel Ángel Ortiz Arias (Comité Madrileño). Parece claro que se equivocó al conceder el primer gol visitante, porque hay falta de Higinio a Ortolá, pero el error es mayor porque dio validez a la jugada tras verla en el monitor. También parece errónea la anulación de un gol a Malbasic, pero esa decisión va en el debe del VAR. Además, uno de sus asistentes invalidó una jugada en la que Dani Gómez se iba solo, señalando fuera de juego cuando el delantero del Tenerife había partido de su propia mitad de campo. Amonestó a los locales Mazán (40'), Borja Lasso (62') y Aitor Sanz (74').

Goles: 1-0, m. 42: Borja Lasso, de cabeza a la salida de un córner; 2-0, m. 50: Suso, de penalti; 2-1, m. 64: Higinio, aprovechando una cesión corta de Sipcic a Ortolá; 3-1, m. 77: Malbasic, de cabeza tras un tiro de Borja Lasso que salió rechazado por un defensor; 3-2, m. 92: Curro culmina un contraataque guiado por Gus Ledes.

Incidencias: Partido de la segunda jornada de la Liga Smartbak disputado en el Heliodoro Rodríguez López ante 10.550 espectadores. Los dos equipos lucieron sus primeras equipaciones. Tarde muy calurosa y terreno de juego en aparentes buenas condiciones. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Ángeles Costa Catalán, madre de Cristian Bustos, técnico asistente, así como también por los aficionados, accionistas y abonados del club fallecidos la pasada temporada. Los jugadores lucieron en sus camisetas el mensaje "Todos con Gran Canaria-Todos contra el fuego", en solidaridad con la isla grancanaria por los recientes incendios. El público dedicó una larga ovación por este motivo en el minuto 8 de juego.